- 57 ~
Es
por
esto
que
en
el
r
ámbito
de
la
intervención
terapéutica, el mayor servicio que puede hacer el terapeuta al
humano
que
orienta,
es
concientizarlo
del
carácter
dialéctico y contradictorio de su formación para ayudarlo a
enfrentar
con
menos
inermidad
y
con
mayor
capacidad
de lucha la miseria histórica que enfrenta (Suárez, 1978). Pero es preciso retomar el segundo punto anteriormente
mencionado. albergue
Es
poco
real
-intervenidos
creer
por
el
que
son
Estado-
los centros de o
las
clínicas
y programas de intervención terapéutica los que se encarga
rán de "resolver" el problema de la violencia conyugal. Nos parece que, independientemente
del nivel de batalla
constructiva que pueda darse en estos contextos, el peso mayor
de
violencia
la
que
lucha
contra
recibimos
las
recae
diversas
sobre
los
estructuras
de
conjuntos
de
mujeres y de hombres que, en nuestras experiencias en la
vida
comunitaria,
recibimos
el
descargue
I
|
continuo
de la misma y cargamos con los costos sociales y personales
que esa violencia genera.
r
'
j|'
Nos parece que el trabajo terapéutico puede enrique
cerse substancialmente si se nutre de estas luchas sociales que se procesan en
la vida comunitaria.
Ij
Sólo a través
de la activa participación en esos procesos comunitarios se cobra conciencia práctica de lo que son las necesidades de los humanos a los que intentamos servir a diferencia
1 \ \
\