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rn. refinada y elegante, que e 1 r tro ·ann á través de la deformiln fa ci n c~ para baftarlas con esa incomprenr e<: 1on nc 11 ma mo no e que, y qne nos arn ... m ~í am'a r 11 d eliri o e~ \lll<l. mngcr qüc confesamos d h nn o nra. · II ', tenido ·a -ion de . c·onocer .e as afamadas be11 zn. q u 1ncen us heehizo en las' d órada cortes, esos t :n ¡ l ' n d ndc ·a i se tri b uta un culto profano á la h .•rm nra: he reGo rri o los untuo os palac:ios desde ·1 fabu lo ~ o t. J drrie havta el frigido· an P etersb·U'rgo, el ri sn ií o P a1 . ·i· h~sta. el misterioso Indostán he vi t los ro tro mas h em osos de ]a creacion orgullo d n pro io IIa ·~d.Qr, h e potÜdo ·convencei'me que d arte ~ impotente pch·a darle belleza y atra_ctivos al ro~ tr de nn a m tlg r cuya inteligencia carece de ctll. f!lfé.l y n _c uy o co razon no . e anida un tesoro de dn1ce y cel i ados sentimientos. La 'ca ta arrobadora actividad del alma, esa eneraia · espiritual qu e se revela esteriormente b añando n uc tro er de animacion y gracia; esa ]nz viva que n ima com pletamente la e trnctura humana, esa sola :. l_a fu nte verd adera d e la b elleza en la mnger, es ·ll a la qne pre ta sn ari·ebatadon\ elocnenJia·ó.los ojos, . ·lia oln. la q ue ll eva desde el co razon el delicado carrt1in. qnc tin o sua_y. cmcnto 'la frescas megillas; esa y no otra - la ensena tl e la belleza, y el heraldo de nues· tr · encantos ún ico ta li ~ ~an IJ nc poseemos para humillar á nu e tras :p-lanta al hombre, haciéndole do- · r r la ro illa~ á ese .mi mo h ombre que pretende do· ani?ar 1 · -c reac10n entera .v e ne baJa la cerviz impo·
-31ente y suplicante bajo el ·poderoso inflnj v de nna an sola <!le nuestras miradas de ft·tego. Cuanoo encneutro una mn gcr dotada de ·e a máiea belleza, siento en todo mi ser la infln cncifl. de ci ll S echizos, ine cncuentt·o enamorada, y larne n tono ser wmbre pai'a arrojarme á sns plantas, dedararlc mi mor, y estrecharla en mis brazos.
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