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S l LOS RUISEÑORES
Cantaban los ruiseñores
Cuando partí de mis lares....
Era una mañana hermosa, Me acompañaba mi padre....
Junto á un cristalino arroyo
Que murmuraba ondulante
Pulimentando las guijas
A fuerza de ósculos suaves....
Detuve el paso un momento
Y dije adiós á mi madre, Que, de arriba, de la cumbre
Donde el arroyuelo nace,
Envióme tristes suspiros
En las auras susurrantes....
....Cantaban los ruiseñores
En las ramas de los sauces, Los mirlos en las riberas; En el bosques los turpiales, Y yo, de dolor deshecho, Para equivar los pesares
Del corazón y del alma, Quise también imitarles....
Canté dolientes adioses
Remedando á aquellas aves. ...
....i¡Que no existe la alegría
Cuando se aleja á una madre!....,
¡Amadas aves canoras!
¡Arroyuelo murmurante, Que dás impulso al molino,
Y fertilizas el valle
Donde ví la luz primera
Y escuohé duices cantares
Del sér que me dió la vida
Y que hoy no puede besarme!....
No olvidéis al que, muy lejos
De vosotros y sus lares, Siempre marcha cual beduino, Cantando en los arenales
Del infortunio, sus penas, Sus desventuras y afanes, Recordando la tierrina
Donde un arroyuelo nace
En las crestas de una cumbre, Donde una amososa madre
Envióle su adiós postrero
En las auras susurrántes....
En el erial de la vida
Canta el hombre, no el salvaje....
Sobre pino centenario
Un ruiseñor medio exánime, Lanza al ambiente sus trinos
Melódicos, dulces, suaves. ...
Si pierde á su compañera, Jamás deja de cantarle Hasta que espira, cantando, Entre las flores del valle
¡Así mueren muchas aves!....
Yo, como el ave canora Que lanza al viento sus ayes, Canto, al escribir mis versos, Cuando siento más pesares.... El mirlo muere cantando, Y el ruiseñor, en su cáccel, Quiere romper con el pico, Para hendir pronto los aires, Las rejas que le aprisionan. Que son flexibles alambres.... Eterna valla, que el hombre Siempre cruel, por escucharle, A sus libertades puso Para que sufra....y le cante.... Por eso, los ruiseñores Cuando se elevan, errantes, Por el azul firmameato, O se posan en los ácboles, No cantan como en la jaula, Ni son esclavos de nadie, Ni envidian en los oteros De otro cantor, los cantares....
Aves que alegráis la fronda, La pradera y los boscajes, Vosotras sois los poetas Y los reyes de los aires....
¡Cantad, cantad, ruiseñores, Despreciad á los cobardes, Y dejad que el sapo os mire Desde el limo del estanque!....
En estos lares color de rosa Do juguetean las mariposos De mil cc lores y tintes mil, Tambiéa encantan por sus hechizos Las jovencitas que tienen rizos Y cara y cuerpo de quernbí1.
Hay unas cuantas, á cual más bellas Que tienen ojos como centellas Y la boquita como un jazmín: Parecen nardos, parecen flo-es Que nus ofrecen suaves olores Como los nardos de su jardín
Hay cien trigueñas de ojos de fuego que despiadadas no oyen el ruego De enamorado tierno galán, Que en sus endechas y serenatas Pasan la noche cual praepanatas Lanzando lavas, como un volcán

Hay caballeros de muchos años Que ya han sufrido mil desengaños Sin la Zicencia querer tomar, Pues se imaginan que su finura Y sus acciones y su figura En sus amores le harán triunfa.r
Hay cierta vieja que envuelta en gasa Tranquilamente la vida pasa Creyendo tonta, que aún joven es, Y pone en blanco sus pardos ojos Que se le tornan verdes y rojos En cuanto pasa cierto doncel.
No lo sentimos
La Corte Federal ha cogido entre sus redes al querido amigo Luis Brau.
Hay una chica que, casí santa, Apenas habla, apenas canta
Cuando la gente le puede oir Y en cambio grita, salta y patea En cuanto sabe que alguna fea A su adorado le hace reir.
Hay unos chicos que satto-vocce Trabajan ciegos toda la noche Buscando algo que denunciar, Y sus denuncias que son viciosas Pasan cual pasan las mariposas Y al cabo sirven para ensalsar
Hay un alcalde muy confiado Correcto siempre, sano y honrado Según afirman todos aquí, Que no hace caso de los ataques De un pretensioso muy badulaque Que dice á gritos lo voy á hundir.
Hay cierto jefe de policía
Que no descansa noche ni día Por ser exacto con su deber, Y á las chiquillas también admira Cuando una de ellas tierna lo mira O bien suspira si pasa él.
Por fin tenemos al que esto escribe Que su arañazo tambien recibe No solo en Juncos, fuera de aquí, Y dice á voces, sin gran ambaje Sálvame Cristo de ese salvaje!!! Ay !!que me arañaij¡ Pobre de mí!!!
Juncos. ANIBAL.
No esenel suelto de «Pioa Pica» dorce el fiscal debe buscar las frases obscenas y sí en el anuncio de nuestra flamante Universidad, que dió lugar al «Parloteo» de Brau.
Lo felicitamos desde Vieques y volvemos á felicitarlo desde estas columdas.
Ir al banquillo de los acusados por lo que
No sentimos el percance va Luis Brau debe ser motivo de legítimo or. gullo
¡Qué dirán en Europa y en los misrros Es tados Unidos, cuando se enteren de lo que ocurre en la Universidad de Puerto Rico!
¡Córcholis! dirán por allá.