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El pájaro malo
Que se proteja al pitirre Lo aplaudo de buena fé: Pero con este.... no pico, Usted hien sabe por qué.
¡Gracias á Dios! algo práctico hizo el Ministro de Guerra Nos ha mandado un experto, que puede ser que lo sea, y además gratis. ¡Muy bien!
Todo el país lo celebra, pues el primero que vino nos hizo una jugarreta y se marchó por el foro, corrido, rabo entre piernas
Pero ¡ah! después de todo es un sujeto de prendas que no mata ni un mosquito así sea de las hembras, que son las que traen el virus y suelen darnos candela.
Como el macho no es casero y se alimenta de -yerbas, la hembra se queda en casa y con la trompa nos mecha, ¡Siempre, siempre la mujer es causa de contumelias!
¡Qué gusto tiene el mosquito!
Prendarse así de una hembra que nada tiene de hermosa; que no usa ni peinetas; ni un buen moño; ni pendientes; ni corsé, impedimenta que pone el cuerpo flexible y los riñones aprieta.
Bien es verdad que ella va, coge al macho y lo secuestra Que de otro modo no iría, si es que de hombre se precia.
Le canta un aria amorosa con música de trompeta:; le echa el brazo de serpiente; le da un beso; le marea; y el mosquito, que es un débil, se rinde como un babieca

Perdóneme el sabio Plinio que por los dípteros era un apasioaado grande y de ellos se hizo lenguas ¡Hay que exterminar la raza! ¿Cómo? Ya tengo la idea: Separación absoluta entre el macho y la hembra. Indisponerlos á:entrambos Esa es mi estratagema. Hecha la separación se hace con la paz la guerra Los machos mueren de rabia, las hembras mueren de pena ¡Y fuera los mosquiteros y abajo la tifoidea!
Ved que cosa más sencilla se me ocurre á mí, ua cualquiera, que no la echo de experto ni disfruto de prebenda
Y si acaso nadie logra que el mosquito de la hembra se separe,....-ique el amor es poderosa cadena! hay otro medio ingenioso, de mi invención, que los merma: Cológquense dos tarritos, el uno con agua fresca, y el otro con buen cemento en el dintel de la puerta ó en otro sitio adecuado, si es posible, en el alfeizar El mosquito viene al punto y bebe cuanto desea, y enseguida va y se posa en el cemente, lo prueba, étragua el cemento en la trompa, y obstruído el canal queda
Así, aunque pique el culícido, no hay picado que se muera