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· rn:igo .v l·(11110 t;:I ll' ll g •i I'! do11 d1: lt·i·r e.1 l'l lihni d1· ·Ju f1 11i1ro, \'.errado i'i los de1lins 111or1al1·>. f )\·,., p11 c.' , ron la rel'igio~~n nt..r neion <le 1111 neófito , cuanto ·Pn cie rra r 11 s 11 ,; . .a rea nos el p;·óxirno afio dP l ~fi.í. q11 e :;1:.fl 1da "º" s11 d1 ·dll .la mn.no caduca del ti e111j10,y· 1· 0 111111~ i nt 1í. tu s :;e111rja11 w n11. re velac1011 rs. · ,· Hinchó el urn g·o sus rnrril !os, pú so:::t· rn la punt.a · de l os . pie~, creció hasta tor.n r con la tec li.t ll11bre de 'In cnent y con ·sus ojos . que lirillaron · eomó do~ tPns iluminó tl e re.perit e In rnrnrnn . ~·11 1·oz dt>jó¡:c oii· de es t<; 111nne ra. ·El niio de 1857 ser:i fe liz ·para Pu erto-Rico, pu es gracias á' lns mn las co¡;ec ha s de la Lui s iann y ·á las minas de Australia y California, l)nbrú mucho ·oro. ¡Oro' felicidad, p11ruiso de los metalizados, y mncnos 5erá11 ri.eos en co.d iria, pub res en des interés y es~¡ln vos de s u · dinero. ' · Un gran d e~cubrimi c nt o ,·r nclní á llamar la a ten· c ion del ·111un8 0 r.i Yilizud o en rse añ o. Consist i~á 1·s te 1"11 ~.na nuiquúui para bailár mrrc11guc jfJUC pron-r~sot En ad elante l:'ntraremos en la via de los puebl os indn s 1riows ~· nuestra ú ulustria m ercnguera riu e ~rrastralia una ·existencia prern 1ia se elevará a l 111as alto .grado df' pe rfecc10n. El hombre c¡u e bailaba m.creugu.fJ s in cansa (se todo un mes, podrá ,·criticarlo en adelante u11 año entéro. ¡virud maru\'illo~r~ de k1s .mf1quinn s t En. el afio de ·1857, no habuí tantos cm lm ~tcros como efl'los anteriores, porr¡ue una nulic c.arg:n da de pedru scos estará sus.pendida co n s tn nt~ rn e nl e sul! re sus l'a· bezas. Dijo Juan ur\ ~mbu s t e, nllú .. vn, un pedrnsro. Ay del que no diga la verdad! · · . El espfrit-n de asociacion perqian eeerá en s11 tnlil· ·. ba. Mi cie1!cia nd alcanza á ver su rcsurrecl'ioi1 ; aca so · despertará en el dia del juicio a l oir los trom¡) r. tazós d el :\n g·rl . rrnn- oc :irfor. .
El gusto por la lec.tura será.en el '.lñ.O de, 1857, t>I 111is mo de los· parndoa ; pocos libros c1rculamn; pero . 1·11 cambio hnb iá m ~1cha. demanda de cofias pnra las ricja s. y pnrn 111ud1os que lo parecen._ . . .L:1 s pe rsonns se reuni1An ~n so,;ied~~ para hace~ lo de s 1e111pre:, una bu ena d1gesllon'. ~I es,tornago estar1.1. 1·11 bu en l'Stado y e l c ólera se ahuyenta_ra. . . U na in men sa cruzada se levantara contra los .g ua- . !.{ii erns ó nwrcros 'y todo aquel que lea sin . c?rnp~ar, coin pre si~ pagar ó vi va de prestado, s.erá . distinguid~ con mi¡¡ verruga en la punta de la nariz, á fin de qu6 ::.us Yíctimas puedan es.c apar de ~u~ gatunas garras. Los nec rólogos, plaga Egipeitt;---1~ mayor de las s iPt e será estinn-uida en el año de 1857:\Los que han te ni Jo la desrrn,;=-cia de mor,ir para se r. ridiculizados luego por esa tu~·ba de. n!)crólogos d~ oficio, que aguardan co i\ an sied ad que muera cualqmera para profanar su memoria con.Jpali:lbrotas y clamoreos, romperán sus su1l;trios para ve nir á tirarles de los piés durante la ~~che. ¡Uf que miedo! Se acabaren· los necrólogos ~e ofi.c10. . · Aquí concluyó e l mago de h~blar. El ~Ilenc10 ma.s profundo sucedió á s.us palabras, m~errump1do solo: ~o1: ·el a leteo de los murciélagos. Condú3ome hasta la sah~a y <tplazándome para ~tro dia, porque ~~n le .9u~daban. mu chas cosas que decume, desapnrec10 de m1 \!Sta.
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