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México, Centroamérica y el Caribe de habla hispana

CONFERENCIA GLOBAL “UNA VIDA, UNA MISIÓN”

Tegucigalpa, Honduras

Del 21 al 23 de noviembre de 2024, la ciudad de Tegucigalpa, Honduras, se convirtió en el epicentro de un evento internacional que marcó un antes y un después en el ministerio juvenil a nivel continental. La Conferencia Global “Una Vida, Una Misión”, celebrada en las instalaciones de CEAD, reunió a 1,600 jóvenes de más de 20 países de Centroamérica, el Caribe, Sudamérica y los Estados Unidos. Fue una experiencia transformadora llena de inspiración, aprendizaje y unidad en el propósito de extender el Reino de Dios.

El evento fue auspiciado por la región central, bajo el liderazgo del obispo Benjamín Feliz, y organizado por el Ministerio Nacional de Jóvenes de Honduras. La Conferencia Global destacó por su excelencia en planificación, la diversidad de sus participantes y la profundidad espiritual y académica de sus actividades.

Una reunión continental histórica

El ambiente en CEAD durante esos tres días fue inigualable. Jóvenes de distintas culturas y trasfondos se congregaron con un solo propósito: afirmar su llamado y comprometerse a cumplir la misión de Dios. Representantes de países de habla hispana e inglesa del Caribe, Centroamérica, Sudamérica y Estados Unidos dieron testimonio de la unidad y la diversidad que caracterizan al cuerpo de Cristo.

La presencia de oradores de renombre internacional enriqueció el evento. Entre ellos destacaron:

Dra. Salvatierra, decana del Seminario Fuller, quien desafío la audiencia con cada una de sus plenarias.

Dr. Jorge Patpatian, de Uruguay, quien disertó sobre el desafío de la salud mental y la sexualidad.

Dr. Elías Rodríguez, quien abrió la conferencia global y expuso las bases bíblicas de la misión.

También se tuvo la participación del Dr. Elías Vidal, presbítero de Sudamérica, obispo Kirk Rising, director mundial de jóvenes, y el Presbítero de Centroamérica, México y el Caribe, obispo Benjamín Feliz, entre otros oradores que con excelentes ponencias dejaron una huella imborrable en los jóvenes presentes, motivándolos a abrazar su misión y comprometerse con la obra de Dios en sus respectivos países y comunidades.

Actividades destacadas

La agenda de la conferencia incluyó una variedad de actividades diseñadas para equipar y motivar a los asistentes. Entre las más sobresalientes estuvieron:

Conferencias magistrales: Los oradores principales ofrecieron enseñanzas profundas y relevantes sobre temas clave. Cada una de las sesiones fueron un llamado a la acción, retando a los jóvenes a salir de su zona de confort y convertirse en agentes de cambio.

Taller para líderes clave: Durante el evento, se realizó un taller exclusivo para líderes clave de los más de 20 países representados, durante todo un día. Fue un espacio de aprendizaje e intercambio de experiencias, donde se discutieron estrategias para fortalecer el ministerio juvenil.

Foros de discusión: En estos espacios, los jóvenes tuvieron la oportunidad de dialogar sobre temas actuales que afectan a la juventud cristiana, en la misma los oradores tenían la oportunidad de responder a muchas de esas preguntas.

Tarde de talentos: Una de las actividades más emocionantes fue la tarde de talentos, donde los participantes pudieron mostrar sus dones y habilidades artísticas, desde música hasta poesía. Este evento resaltó la creatividad y el potencial de los jóvenes como instrumentos para glorificar a Dios.

Tiempos de alabanza: La música y la adoración fueron pilares fundamentales de la conferencia. El equipo de alabanza dirigió momentos de conexión profunda con Dios, creando un ambiente donde el Espíritu Santo se movió de manera poderosa.

La Conferencia Global “Una Vida, Una Misión” no solo fue un evento de capacitación, sino también un tiempo de consagración y compromiso. Los mensajes transmitidos desafiaron a los asistentes a vivir con propósito, a ser fieles al llamado de Dios y a influir en sus comunidades.

Los testimonios de los jóvenes participantes confirmaron el impacto del evento. Cada uno regresó a casa con una visión renovada y un corazón encendido por el evangelio. La unidad experimentada en esta conferencia fue un recordatorio de que, aunque somos diversos, compartimos un mismo llamado y un mismo Señor.

Mirando hacia el futuro

La Conferencia Global “Una Vida, Una Misión” marcó un precedente en la historia del ministerio juvenil. Fue un tiempo histórico que recordó a los asistentes la importancia de invertir en las nuevas generaciones y equiparlas para cumplir su misión en Cristo.

A medida que la iglesia mira hacia el futuro, el mensaje de esta conferencia resuena con fuerza: cada vida tiene un propósito en el plan de Dios, y cada misión importa en la expansión de su Reino. Con corazones llenos de esperanza y determinación, los jóvenes participantes regresaron a sus países listos para vivir y cumplir su llamado.

La Conferencia fue más que un evento; fue un mover de Dios que inspiró a una generación a caminar con firmeza en su fe y a comprometerse con la misión de llevar el evangelio al mundo. Este tiempo histórico quedará grabado en los corazones de quienes asistieron, recordándoles que cada paso que den hacia el propósito de Dios tiene un impacto eterno.

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