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De los bancos de la iglesia hacia el campo misionero: Cómo las iglesias pueden ayudar a los misioneros

Por más de un siglo, la Iglesia de Dios de la Profecía ha llevado la antorcha de las misiones, enviando obreros a los campos de cosecha y alcanzando a los perdidos alrededor del mundo. Desde sus inicios, los esfuerzos misioneros han sido parte de nuestro movimiento, impulsados por la gran comisión y la profunda creencia de que todo creyente tiene un papel [que desempeñar] en el plan de Dios. Sin embargo, la misión no es solo la tarea de aquellos que van: es el llamado de toda la iglesia.

La pregunta es: ¿Cómo pueden las congregaciones locales apoyar verdaderamente a los misioneros?

¿Cómo podemos cultivar una cultura en la que el apoyo misionero no sea una mención de última hora, sino una parte central de la vida de la iglesia?

La respuesta la encontramos en tres áreas importantes: oración, comunicación e inversión financiera.

1. Establecer una red de oración sólida

La base de todo esfuerzo misionero es la oración. Antes de recaudar fondos o planificar viajes, primero se deben librar y ganar las batallas espirituales a través de la intercesión. Una iglesia con una mentalidad misionera sólida es una que tiene como prioridad la oración por aquellos que están en el campo.

Cómo pueden las iglesias crear una red de oración:

• Adoptar un misionero – Asigne a cada grupo pequeño, clase de escuela dominical o equipo ministerial un misionero por el cual orar regularmente.

• Enfoque mensual de intercesión misionera –Dedique un domingo al mes para destacar un misionero o campo misionero específico, y comparta noticias y necesidades específicas de oración.

• Equipos de intercesión – Forme grupos de oración que se dediquen específicamente a interceder por los misioneros, sus familias y los pueblos a los que sirven.

• Reuniones de oración virtuales – Utilice la tecnología para organizar reuniones de oración en línea en las que los miembros puedan escuchar directamente a los misioneros y orar en tiempo real.

La oración no solo fortalece a los misioneros, también profundiza la conexión personal de la congregación con la obra que llevan a cabo. Cuando la iglesia ora, ella participa de las victorias y los desafíos del campo misionero.

2. Fortalecer la comunicación y la conexión

Una de las luchas más grandes que enfrentan los misioneros es sentirse desconectados de sus iglesias locales. Pueden estar a miles de kilómetros de distancia, sin embargo, con la tecnología de hoy en día, hay más oportunidades que nunca para mantenernos conectados. La comunicación debe ser una prioridad para las iglesias.

Estrategias prácticas de comunicación:

• Enfoque misionero – Comparta noticias en los boletines de la iglesia, en las redes sociales y en los cultos para que la congregación esté informada y continúe su compromiso.

• Mensajes de video – Pida a los misioneros que envíen mensajes de video compartiendo testimonios y noticias. Presente los videos durante los cultos o en línea.

• Visitas y llamadas de misioneros – Programe videollamadas en directo durante los cultos para que los misioneros hablen directamente con la congregación.

• Tableros y boletines misioneros – Separe un espacio en la iglesia (físico o digital) dedicado específicamente para noticias del campo misionero.

Cuando las iglesias se mantienen informadas, los misioneros se sienten apoyados, y las congregaciones siguen apasionadas por la obra que Dios está haciendo en el mundo.

3. Desarrollar un plan financiero sostenible para las misiones

Apoyar financieramente las misiones es más que recolectar una ofrenda cada año, es crear un sistema sostenible y coherente para invertir en la obra de Dios. Las misiones deben ser parte del ADN financiero de una iglesia, no solamente un énfasis ocasional.

Maneras en que las iglesias pueden contribuir generosamente a las misiones:

• Promesas de fe – Motive a los miembros a hacer promesas de fe para contribuir a las misiones, más allá de los diezmos y las ofrendas regulares.

• Recaudación de fondos creativa – Organizar eventos pro-misiones, tales como cenas benéficas, subastas o proyectos especiales que impulsen las misiones y recauden fondos.

• Apoyar viajes misioneros de corto plazo – Ofrecer ayuda financiera a miembros para que participen en viajes misioneros, y vean de primera mano el alcance mundial.

Cuando la dádiva financiera se convierte en un valor central de la iglesia, las misiones florecen y el evangelio continúa siendo difundido.

Una herencia misionera: un futuro de oportunidades

La Iglesia de Dios de la Profecía cuenta con una rica historia misionera. Desde sus inicios, envió misioneros con poco más que un llamado y una pasión para el impacto global que vemos hoy en día. Esta herencia no es solo algo para celebrar, sino que debe continuar. Todas las iglesias, independientemente del tamaño, pueden contribuir para ayudar a equipar, enviar y apoyar a los misioneros.

El llamado es claro: Debemos orar. Debemos conectarnos. Debemos contribuir.

Cuando las iglesias apoyan a los misioneros, colaboran con Dios en Su gran misión. Salen de las bancas hacia los campos y hacen discípulos de todas las naciones.

¿Abrazará su iglesia este desafío? El campo misionero está esperando.

Michelle Brooks-Young | Murfreesboro, TN
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