cocolilo 5/2009

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notas y reportajes

ENTREVISTA a TIÀ JORDÀ,

DIRECTOR del

CIRC BOVER sonas que compartíais el mismo proyecto? Vaya, la idea y la iniciativa era mía, pero está claro que nunca hubiera podido hacerlo solo. Es impensable. Así que desde el principio busqué con quien compartirla y ponerla en marcha. Por eso hablo en plural. Ha pasado mucha gente por el Circ Bover. Ahora hay un núcleo relativamente estable y consolidado. Aunque siempre debe haber nuevos artistas y nuevos números, porque la renovación y la sorpresa son sustanciales al circo.

Por Juan Antonio Arranz Martín, profesor de la Escuela Superior de Arte Dramático de las Islas Baleares (ESADIB). ¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte al mundo del circo? Bueno yo empecé en el teatro. Tenía 16 años. Un día en la clase de teatro apareció un trapecio colgado y unos unos cuantos empezamos a subirnos y a experimentar. Al acabar los tres años que duraba aquel curso de teatro, decidí seguir con el trapecio y con el mundo del circo. Así, que continué estudios en Londres y en Cuba. Como actor siempre me ha interesado más el clown.

Y también habéis perfilado un proyecto de circo muy concreto. ¿Podrías definirlo? Es un circo contemporáneo. En ese sentido nada nuevo, hay referencias del Circ du Soleil al Gran Fele. Ya sabes, sin animales, con música en directo, con elementos de danza y teatro, cuidando la estética y el enlace de unos números con otros. Pero que pretende trasladar esa experiencia a la realidad mallorquina con lo que busca adaptarse y enraizarse. En general, decir circo aquí, todavía es sinónimo de negocio. Y no de producto artístico y cultural, que hay que potenciar y proteger. Y esto nos pasa cuando tratamos con los responsables de los ayuntamientos, de los Consells o incluso del Govern.

¿Cuándo surge la idea de crear una compañía circense propia? Tuve la oportunidad de trabajar durante dos años en el Circ Cric, un circo catalán que estaba en la línea del circo contemporáneo. En principio trabajaba de técnico, pero al segundo año me permitieron ir participando en los espectáculos. El aprendizaje fue brutal. Y poco a poco fui madurando la idea de trasladar la experiencia a Mallorca, con un circo de pequeño formato y para hacer un espectáculo propio. En el que debía ser el tercer año del Cric, entre unos cuantos, empezamos a poner en marcha esa idea y compramos una carpa de segunda mano en un mercado de Marsella.

¿Y de dónde viene el nombre de Circ Bover? Tiene relación con lo que te comentaba. Buscábamos un nombre mallorquín o que se identificara bien con la cultura mallorquina. Y Bover, el

Hablas en plural, ¿desde el principio ya había un grupo de per


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