2 minute read

Un sueño al alcance de todos, por Miguel Ángel

Miguel Ángel García en uno de los entrenamientos. Un sueño al alcance de todos

Advertisement

Desde siempre el deporte ha sido un reflejo de la sociedad, y al mismo tiempo que se ha utilizado para provocar cambios en ella. Hoy en día, por ejemplo, el deporte es el medio por el que un producto puede darse a conocer y acabar en nuestras casas, puede crear ídolos y referentes sociales. Incluso es capaz de hacer tambalear los cimientos de una ideología, como pasó en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 donde el atleta estadounidense de raza negra Jesse Owens ganó cinco medallas de oro delante del mismo Hitler.

Muchas fueron las noticias a nivel mundial que cuestionaron, gracias a la gesta de Owens, la supuesta supremacía racial que proclamaba el régimen nazi, y a su vez en EE UU se convirtió en todo un ídolo, algo poco común en aquella época. De hecho, en la cena de homenaje que se organizó a Owens tras su récord, en un prestigioso hotel de la capital norteamericana, no pudo acceder por la puerta principal por estar prohibido el acceso a los afroamericanos.

La Cursa de la Dona es un evento de gran repercusión social. Uno de sus mayores retos en cada edición es reducir la enorme desigualdad que sigue habiendo entre hombres y mujeres en el mundo del deporte. Hace sólo 50 años las mujeres tenían prohibido correr un maratón, porque, se decía, “era cosa de hombres, una mujer no tenía las capacidades físicas necesarias”. Pues bien, en 1967, en el de Boston, Katherrine Switzer fue la primera mujer en cruzar oficialmente la meta de un maratón, tras haberse inscrito con sus iniciales para no ser detectada como mujer por los miembros de la organización, que intentaron impedir su llegada a meta mediante agresiones verbales y físicas, una vez se dieron cuenta, ya cerca del final. Desde entonces el deporte ha seguido ganando batallas por la igualdad.

Actualmente en la Comunitat Valenciana se ha conseguido que la ganadora de una carrera tenga el mismo premio económico que su homólogo hombre, cosa que hasta hace poco no ocurría y las mujeres percibían la mitad o menos.

Sigue quedando mucho camino por recorrer, muchos cambios que provocar, muchas conciencias que agitar… Pienso que el siguiente hecho histórico que me gustaría vivir sería que en alguna carrera popular se dieran cita un porcentaje equivalente entre hombres y mujeres, no un 70% hombres y un 30% mujeres, que son los habituales en la actualidad.

Por eso es importante que todos apoyemos a eventos como la Cursa de la Dona de Gandia; en el que miles de mujeres reivindican que corren en igual o mayor número que los hombres. Podemos crear un mundo en el que “correr” llegue a ser una disciplina igualitaria. Todavía muchas mujeres no encuentran tiempo para practicar deporte debido al juego de roles machistas que sigue en muchos aspectos de nuestra sociedad.

Mi deseo no debería ser tan difícil de alcanzar: igualdad en el deporte, carreras con opciones para todas y todos… Si, como ya hemos visto, los cambios que introduce el deporte acaban instalándose en la sociedad, sé que ese momento debe estar tan lejos. Miguel Ángel García Entrenador.

Katherrine Switzer en el maratón de Bostón.

This article is from: