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Cannabis antiguo y nuevo, riesgos y oportunidades. Thor Nissen

CANNABIS ANTIGUO Y NUEVO, RIESGOS Y OPORTUNIDADES

Casi todos los documentos que tratan el tema del cannabis incluyen una referencia a su presencia milenaria en la historia de la humanidad, un comentario que distingue entre sus usos recreativos y medicinales, y la noción de su legalidad geográfica.

Tradicionalmente, los fármacos utilizados para tratar afecciones médicas se derivaban de plantas y otras fuentes naturales. El primer fármaco sintético se introdujo a finales del siglo XIX1 , ya que los conocimientos de química de otras industrias dieron lugar a las primeras empresas farmacéuticas, más adelante. El diseño de los fármacos se hizo más y más intrincado a medida que el tamaño molecular y la complejidad de los componentes empezaron a crecer. Y luego llegaron los biológicos.

En una época en que la sofisticada tecnología y la inteligencia artificial han demostrado su eficacia y han llevado al desarrollo de una nueva vacuna contra el virus COVID-19 en un tiempo récord, los dos principales cannabinoides que se encuentran en la planta de cannabis, el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), siguen siendo noticia y tema de duro debate. Aparte de sus usos recreativos y sin receta, legales o ilegales, el papel terapéutico del cannabis ha sido objeto de recientes publicaciones en fuentes científicas reconocidas. El interés de los pacientes por el uso de los productos del cannabis guió el descubrimiento de lo que se identificó como un sistema cannabinoide en el cerebro y el cuerpo humano. Estos hallazgos relacionan el sistema con el control de funciones, como la cognición, la memoria, el dolor, el sueño y el rendimiento inmunológico2. Sus posibles indicaciones se extienden a diferentes enfermedades crónicas.

La eficacia antiemética de los cannabinoides en pacientes con cáncer que reciben quimioterapia es probablemente una de las indicaciones más conocidas. Ha aparecido en algunas series de televisión médicas. Aunque los medicamentos basados en el cannabis han demostrado ser útiles en este contexto, algunos de los estudios disponibles que presentan un riesgo de sesgo fueron realizados en su mayoría a finales del siglo pasado y no incluyen una comparación con los fármacos antieméticos más recientes. “Es probable que nuevas investigaciones que reflejen los regímenes de quimioterapia actuales y los fármacos antieméticos más nuevos modifiquen estas conclusiones”.3

Otras indicaciones respaldadas para el uso medicinal de productos basados en el cannabis y cannabinoides son el dolor crónico, la esclerosis múltiple y el tratamiento de la epilepsia resistente.4 La calidad de las pruebas que apoyan su uso en el dolor crónico y la espasticidad es modesta.5 Aún más discutible es la eficacia de los productos que contienen cannabis en la pérdida de apetito y de peso asociada a enfermedades debilitantes como el VIH/SIDA. La lista de escenarios revisados en los que estos productos podrían encontrar algún beneficio se extiende, por ejemplo, al síndrome de Tourette, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y la esquizofrenia, por mucho que las pruebas sean escasas.

Con mayor o menor apoyo científico o evidencia clínica, el cannabis y los fármacos cannabinoides se utilizan para tratar enfermedades o aliviar síntomas en diferentes escenarios. El camino de estas drogas hacia un uso medicinal aceptable debe tener en cuenta su alto potencial de abuso, así como la preocupación por la dependencia. Si puede surgir información cualificada de su uso en entornos bien controlados, tendrá que lidiar con el estigma que la rodea como posible puerta de entrada a otras sustancias no controladas y más dañinas. Una cosa segura es que el lugar del cannabis en el ámbito médico ha sido y seguirá siendo controvertido.6

1 Jones AW. Early drug discovery and the rise of pharmaceutical chemistry. Drug Test Anal. 2011 Jun;3(6):337-44. doi: 10.1002/ dta.301. PMID: 21698778.

2 European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction. Medical use of cannabis and cannabinoids: questions and answers for policymaking. Publications Office of the European Union, Luxembourg, 2018. http://www.emcdda.europa.eu/system/files/ publications/10171/20185584_TD0618186ENN_PDF.pdf

3 Smith LA, Azariah F, Lavender VT, Stoner NS, Bettiol S. Cannabinoids for nausea and vomiting in adults with cancer receiving chemotherapy. Cochrane Database Syst Rev. 2015 Nov 12;2015(11):CD009464. doi: 10.1002/14651858.CD009464.pub2. PMID: 26561338; PMCID: PMC6931414.

4 Freeman T P, Hindocha C, Green S F, Bloomfield M A P. Medicinal use of cannabis based products and cannabinoids BMJ 2019; 365 :l1141 doi:10.1136/ bmj.l1141

5 Whiting PF, Wolff RF, Deshpande S, Di Nisio M, Duffy S, Hernandez AV, Keurentjes JC, Lang S, Misso K, Ryder S, Schmidlkofer S, Westwood M, Kleijnen J. Cannabinoids for Medical Use: A Systematic Review and Meta-analysis. JAMA. 2015 Jun 23-30;313(24):2456-73. doi: 10.1001/jama.2015.6358. Erratum in: JAMA. 2015 Aug 4;314(5):520. Erratum in: JAMA. 2015 Aug 25;314(8):837. Erratum in: JAMA. 2015 Dec 1;314(21):2308. Erratum in: JAMA. 2016 Apr 12;315(14):1522. PMID: 26103030.

6 Bridgeman MB, Abazia DT. Medicinal Cannabis: History, Pharmacology, And Implications for the Acute Care Setting. P T. 2017;42(3):180-188.

Thor Nissen

Médico, licenciado en Farmacología Clínica y MBA en Administración de Calidad. Ha logrado colaborar para el desarrollo de medicamentos en compañías farmacéuticas líderes mundiales tanto en asuntos médicos como en investigación clínica en nuevos departamentos de medicamentos, regulación, marketing y ventas.