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REPENSARNOS COMO PROVINCIA
M.R.P. Ernesto Mejía Mejía, CMF Superior Provincial atención a la cultura del sordo. Es atender con prontitud a las personas que tocan a nuestra puerta. Volver a sentir la energía de ser misioneros en el lugar donde nos encontramos. Y, sobre todo, dejar a un lado el “siempre se ha hecho así”.
ADios gracias, ya estamos a la mitad de este año 2023 y los trabajos en nuestras parroquias y rectorías se ven ya reactivados, sus áreas, que, en otro momento, por la dura pandemia se vieron vacías, actualmente ya empiezan a generar reuniones de grupos y en ellas se reactivan muchos sueños en misión compartida.
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También, en algunas de nuestras comunidades muchas de las actividades pastorales se ven ya conformadas e iluminadas por los proyectos comunitarios-pastorales, donde ya cuentan con ellos. Donde aún no, los exhortamos a su pronta realización, sabiendo que son líneas necesarias que articulan nuestro Sueño Provincial.
En este escenario de nuestros 100 años como Provincia, es tiempo de izar las velas y aventurarnos a repensarnos como Provincia. Hacer un mapeo de nuestra realidad como una comunidad de hermanos en la cual existen errores, pero que somos capaces de generar nuevas estrategias. Y, sobre todo, asumiendo que somos una Provincia audaz en la misión.
Nuestro hermano y teólogo en Vida Consagrada, José Cristo Rey expresa: “Hay momentos, como el que estamos viviendo, en que es necesario dar un gran salto en el vacío. Dejar la zona de confort, salir, saltar, y entrar en una zona, donde la Gracia viene a residir”. Repensarnos como Provincia en el aquí y ahora implica valorar nuestra historia de grandes sacerdotes y hermanos dispuestos a la misión de frontera. Es volver a impulsar nuestros enclaves misioneros desde la oración, el estudio, la convivencia y la misión. Necesitamos resignificar nuestra presencia en los lugares de misión, así como nuestra importante
Ante los embates de nuestras realidades como la falta de vocaciones y nuestra media de edad muy alta, hemos de dar signos de vida siendo audaces más que descalificarnos o cruzarnos de brazos esperando la muerte.
Es importante, que guiados por nuestros proyectos comunitarios-pastorales, nos demos cuenta de que nosotros no podemos realizarlo todo, que formando a los laicos y siendo apoyados por ellos, nuestra respuesta misionera se enriquece.
Repensarnos como Provincia implica ser audaces, iniciando desde lo pequeño y lo cotidiano, sin esta plataforma de la sencillez evangélica, nuestra respuesta misionera no alcanzará dimensiones mayores, pues no tendrá un verdadero sustento.
Nuestro Sueño Provincial lo conformamos desde lo pequeño: siendo fieles a la Eucaristía y a la oración, a la “ausencia del internet”. Asumir el cuidado de nuestras casas; retomar los trabajos comunitarios (lavar, limpiar, estar disponibles). Volver a hacer nuestra la acogida y la hospitalidad. Y algo muy importante, respetar y alentar los dones y talentos de cada cual.
Aprovechemos este Kairós de nuestros 100 años como Provincia (1923-2023) y no caigamos en los meros pronósticos humanos, de los cálculos estadísticos y la seguridad. Repensemos nuestra Provincia desde el protagonismo del Espíritu que siempre desborda las previsiones humanas.