¿SABÍA USTED QUE…. Junio 2011 …la pioglitazona se retiró de Francia y Alemania por su inadecuado balance riesgo/beneficio? La pioglitazona es un fármaco indicado por el INVIMA para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) como coadyuvante de la dieta y del ejercicio para mejorar el control glicémico en los pacientes que no han respondido adecuadamente al tratamiento convencional. Se comercializa sola (Actos®, Glucemin®, Insumin®, Duplot®) o en combinaciones fijas con metformina (Actos Met®) o glimepirida (Actos Duo®) (una sulfonilurea) [1] La estructura química y el mecanismo de acción de la pioglitazona son en principio distintos a los de los otros antidiabéticos orales existentes. La pioglitazona es un agonista del receptor proliferador activado de peroxisomas gamma (PPARγ) que provoca un incremento en la transcripción de genes dependientes de insulina [2]. El grupo químico del fármaco corresponde a las tiazolidinedionas (TZDs), al cual también pertenecen la troglitazona y la rosiglitazona, que fueron retiradas del mercado en la gran mayoría de países a nivel mundial por su balance riesgo/beneficio desfavorable. El papel en la terapéutica de la pioglitazona es controversial. Francia y Alemania retiraron recientemente el medicamento del mercado debido a la evidencia de un aumento en el riesgo de cáncer de vejiga asociado con su consumo, proveniente principalmente de un estudio de cohortes francés de tres años de duración [3,4]. La FDA emitió una alerta informando este riesgo, donde consideró en conjunto la evidencia de estudios preclínicos y clínicos (donde se evidenciaba el riesgo antes de la entrada del medicamento al mercado) y de un estudio de cohortes norteamericano llevado a cabo por el laboratorio titular de la patente (Takeda), que mostró un incremento estadísticamente significativo en el riesgo después de los dos años de uso del fármaco [5]. La FDA emitió una alerta sobre el aumento en el riesgo de falla cardiaca o exacerbación de la misma en 2007 y otra sobre aumento en el riesgo de fracturas en mujeres, también en 2007 [6,7]. Debido a la similitud estructural de las TZDs, sería prudente presumir riesgos similares entre ellas. Un análisis de series de casos de falla hepática aguda y fatal con rosiglitazona y pioglitazona, reportados a la FDA entre 1999 y 2006, estimó que por cada 52000 pacientes al año tratados con pioglitazona, se detectaría una falla hepática (número necesario para dañar) [8]. La rosiglitazona fue retirada del mercado debido al aumento en el riesgo cardiovascular asociado con su consumo. Sin embargo, este riesgo parece ser menor con la pioglitazona. Al respecto, la evidencia parece ser conflictiva, mostrando beneficios con el uso de pioglitazona en la ocurrencia de eventos cardiovasculares isquémicos, pero un mayor riesgo de falla cardiaca congestiva en comparación con el placebo. El fármaco ha mostrado disminuir los niveles de triglicéridos y aumentar los niveles de HDL [9,10]. Las reacciones adversas más comunes al tratamiento con pioglitazona incluyen aumento de peso y edema. Un estudio inglés encontró que las causas más comunes de descontinuación de la terapia con pioglitazona relacionadas con eventos adversos incluían además nauseas, vómitos y diarrea. No obstante, la causa más común fue la inefectividad del fármaco [11]. CIMUN | Centro de Información de Medicamentosde la Universidad Nacional
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