Información para pacientes
La warfarina es un medicamento que interfiere con la coagulación sanguínea normal, pues si bien, la coagulación es un proceso necesario para que el cuerpo realice tareas como la cicatrización de heridas, en algunas personas, un exceso de coágulos, puede desencadenar otras enfermedades de dificil manejo. En el hígado se producen una serie de sustancias llamadas factores de coagulación, que actuan para formar los coagulos de sangre. Para que se produzcan estas sustancias es necesario que hayan cantidades suficientes de una vitamina llamada vitamina K. La warfarina impide que se produzcan algunos factores de coagulación, por lo que la sangre tarda más tiempo en coagularse. De esta manera, el objetivo del tratamiento con warfarina es disminuir la tendencia a la coagulación de la sangre para evitar la presencia de otros problemas de salud. Siendo la coagulación es un proceso necesario, la capacidad de coagulación de la sangre debe controlarse cuidadosamente mientras se toma warfarina y se esto se logra a través de una prueba de laboratorio llamada INR, la cual se hace de manera rutinaria y para lo cual el paciente lleva anotado los valores en un carne personal. Que hacer
Que no hacer
Esté atento a los signos y síntomas de hemorragia (por ejemplo: sangrado nasal, moretes). Informe a su médico cuando se enferme o lastime.
Nunca duplique una dosis porque olvidó una toma.
Tome la warfarina exactamente como se lo recetaron.
No comience a tomar medicamentos, plantas medicinales o suplementos nuevos sin consultar con su médico o farmacéutico. No haga cambios en su dosis de warfarina sin consultar a su médico
Informe a cualquier persona que le brinde atención médica o dental que está tomando warfarina.
No consumir si se encuentra embarazada.
Mantenga citas para análisis de sangre.
No tome alcohol.
Utilice una identificación médica como un brazalete de alerta médica para comunicar que está ingiriendo warfarina.