CFE EPISCOPALIAN Central Florida
OBISPO BREWER
EN ESPAÑOL
Un llamado a la unidad Obispo Gregory O. Brewer
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y disponibilidad para vivir a la manera del Rey, no a la nuestra. Lo que nos enseña la parábola es esto: Intentar vivir como miembro del reino sin entregar nuestros derechos para vivir la vida en nuestros términos no es otra cosa que blasfemia.
Obispo Greg Brewer
Como seguidores de Cristo hemos hecho el compromiso, con la ayuda de Dios, de vivir en los términos que Jesús ha definido para nosotros. Cada uno de los mandamientos bíblicos para los cristianos sale de un llamado al agradecimiento por ser incluido y de la disponibilidad para sacrificar lo que sea necesario para vivir según los mandatos del Rey. La vestimenta de bodas representa la disposición a vivir según las reglas del Rey, no las nuestras. Estamos felices de hacerlo por puro agradecimiento por ser incluidos en este Es críticamente banquete de boda llamado ¡el reino del cielo! importante que
ecuerdas la parábola que contó Jesús sobre el invitado a la boda que no fue vestido apropiadamente (Mateo 22:1-14)? Recuerdas que fue expulsado por no tener “vestimenta de boda”.
Para los seguidores de Jesús una invitación por parte del rey para asistir a una boda real es una invitación que no se rechaza. El solo recibir tal invitación es un profundo honor que viene con la obligación de aceptarla, sin importar los arreglos que haya que hacer con tal de poder asistir. Uno no le dice al rey: “Lo siento, no puedo ir”.
Cristianos muestren gratitud y sacrificio.
Fue chocante la manera en que fueron maltratados los mensajeros que extendieron la invitación. Puedo escuchar a los miembros de la audiencia de Jesús quedarse sin aliento cuando contó que fueron golpeados. Cuando los invitados finalmente llegaron a la boda, uno de ellos llegó a lo que en el primer siglo sería el equivalente a una camiseta y pantalones cortados, sin el prerrequisito de “vestimenta de boda”. De nuevo, la audiencia encontró tal presunción increíble. En aquel tiempo y hoy día, las acciones de estos invitados revelan una actitud que es asombrosamente egocéntrica. Lo que se demuestra es una determinación independientemente de la ocasión o de la compañía ¿para qué? Para ser quien quiere ser. La etiqueta social no importaba. No hubo consideración ni cortesía ni honra al anfitrión de la boda. En vez solo hubo arrogancia: Quiero vivir mi vida en mis propios términos y no en los de nadie. Tal arrogancia trágicamente carece de alegría. Lo que el lector ve en la determinación de este invitado de vivir la vida en sus términos es la ausencia de cualquier gratitud por el obsequio de la invitación. No hubo intento de unirse al júbilo de la ocasión. De hecho, todo lo que el invitado quiso hacer fueron cosas “a su manera”, lo que al final lo llevó a ser expulsado de la celebración de bodas. Mas esta parábola es más que una reprimenda contra el egoísmo o una lección en cortesía. Esta parábola describe un aspecto del reino del cielo. Para aquellos que son invitados al reino del cielo por el Rey de reyes, la única respuesta apropiada es una combinación de agradecimiento www.cfdiocese.org
En medio de este tiempo donde muchas de nuestras conversaciones giran alrededor de las elecciones nacionales en noviembre, es imperativo que los cristianos, sobre todo, exhiban estas dos características de agradecimiento y sacrificio. Participamos del proceso político, pero no a expensas del compromiso cristiano básico. Son estos compromisos cristianos de gratitud y sacrificio los que nos protegen de la retórica alarmista la cual manifiesta que si no se apoya a un candidato en particular, no se es un buen cristiano.
Debemos tener una posición política clara, también debemos ser amables en nuestra interacción con otros sin importar su preferencia política. Debemos evitar concederle características de mesías a cualquier candidato y resistir las teorías de conspiración que demonizan cada partido político. Como cristianos vivimos bajo los valores del reino ya sea que encajen o no en la plataforma política. El llamado a vivir en gratitud y sacrificio no puede ser más urgente. No podemos contribuir a las paredes de división política. Ni Donald Trump ni Joe Biden son los salvadores de nuestro país. Muchos de nosotros sabemos lo suficiente sobre el cristianismo y la política como para saber que ambos candidatos y plataformas son profundamente defectuosas. Así es que nos apartamos de cualquier tipo de idolatría y hacemos lo mejor posible por servir bien, por votar con nuestra conciencia y ayudar al prójimo, especialmente a nuestros hermanos de la iglesia, aun si se sientan al otro lado del pasillo. Su gracia sobre ti,
Obispo Gregory O. Brewer
Central Florida EPISCOPALIAN
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Sept / Oct 2020
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