Trenzando una historia en curso: Arte dominicano contemporáneo en el contexto del Caribe

Page 22

dominicanos parten hacia Europa y los Estados Unidos, algunos en condición de exiliados, donde entrarán en contacto con tendencias y grupos artísticos para generar otras dinámicas de cambio muy importantes dentro del panorama artístico nacional. Se trató de un doble proceso de cruce de influencias, surgidas desde dentro del país,

Darío Suro (La Vega, 1918-Santo Domingo, 1998). Caballos bajo la lluvia. 1941. Óleo sobre tela. 123 x 153 cm. Colección Museo de Arte Moderno.

con la presencia de los artistas españoles y las instituciones recién creadas; y desde fuera, promovidas también por los que se encontraban en el exterior, lo que dio lugar a una dimensión de cambio y renovación en el entramado histórico del arte de gran trascendencia entre los años cuarenta y sesenta. Se trató de un momento esencial por el mismo modo en que se sentaron las bases para la competitividad en el campo de las artes a través de las Bienales Nacionales, lo que a su vez estimuló la crítica y el debate. Esas instituciones, que han permanecido activas hasta la contemporaneidad, han generado desde entonces, y hasta hoy, espacios polémicos, sobretodo en la medida en que debieron irse adaptando a los nuevos tiempos de las artes visuales, proceso sin dudas complejo, sobre todo a nivel de las convocatorias de las Bienales y los premios otorgados. No obstante, piezas ganadoras de lauros en las Bienales de Artes Plásticas en esos años, como La muerte del chivo (1948), de Eligio Pichardo, distinguieron un juego cada vez más libre en el manejo de los recursos visuales, una mirada más audaz al contexto de la dominicanidad y en el uso del tropo para abrir la obra a una mayor opción de significados. Pichardo, como también Paul Giudicelli, fueron constructores de nuevas iconografías, lo que resultó una importante tendencia en los artistas que exploraron una variedad de medios artísticos dentro de las opciones del lenguaje moderno. Fue desde el grafismo ideogramático de la pintura y los petroglifos taínos que Giudicelli comenzó una experimentación con los trazos evocadores de una memoria silenciosa por indescifrable. Las texturas y las tonalidades parecían aludir al mundo telúrico de una ancestralidad que, por primigenia, devenía signo visual en manos del artista. La mirada a ese pasado desde la pintura dominicana tuvo sus antecedentes en obras de Luis Desangles y José Vela Zanetti, pero fue Giudicelli un fundador en la reapropiación del universo taíno. No partió de la alegoría representacional, como sus antecesores, sino de la relectura crítica de referentes con una sintaxis moderna. Su obra se desarrolló “dentro de una temática etno-cultural donde las raíces precolombinas y las influencias negras posteriores, tan enraizadas en nuestros rituales populares, afloraban permanentemente”.15 La cultura popular adquirió un peso esencial en las nuevas propuestas, lo que constituye 15 Jeannette Miller: Paul Giudicelli. Sobreviviente de una época oscura. Santo Domingo, 1983, p. 34.

38

39


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Trenzando una historia en curso: Arte dominicano contemporáneo en el contexto del Caribe by CENTRO LEÓN - Issuu