el cayuco, y el curiale. Su construcción se realizaba con procedimientos complejos y se empleaban instrumentos líticos y el fuego para cortar árboles de grandes dimensiones, ahuecar sus troncos, y darles la forma deseada. La concha de algunos moluscos también fue utilizada como materia prima para la construcción de amuletos, adornos corporales, objetos ceremoniales, pequeños ídolos o instrumentos de trabajo, e incluso instrumentos musicales –como el fotuto–; estos generalmente eran construidos a partir de la concha de grandes moluscos marinos. Una de las actividades que caracteriza a la cultura taína, y en la que lograron un alto desarrollo estético, fue la confección de alfarería. Los taínos confeccionaron vasijas y recipientes de diferentes formas –globulares o abombadas, de boca abierta o boca estrecha, con hombro o respaldo, de uno o más cuerpos– y dimensiones de acuerdo con el uso al que estuvieran destinados. Algo muy importante es que en casi todos los casos los recipientes eran decorados. Las decoraciones se podían realizar modelando representaciones de figuras humanas o de animales, sobre todo en las asas. También podían realizarse a partir de incisiones en el cuerpo de las vasijas. La cerámica taína, además de constituir una de sus expresiones más prolíferas, constituye una de las vías más importantes de representación de su arte. A través de ella representaron sus creencias mágicas y religiosas. Es así porque en ellos el arte no se encontraba desvinculado del mundo mágico y de la naturaleza, a la cual veneraban, y esto explica que la representación humana y de animales sea recurrente, tanto en cerámica, como en objetos elaborados en otros materiales. En el caso de la cerámica, un lugar especial dentro de esas representaciones lo tienen los llamados vasos efigies, y las llamadas potizas.13 En ambos tipos de piezas se observa una especie de barroquismo en las decoraciones que generalmente reproduce motivos zoomorfos o de figuras humanas, e incluso la combinación de ambos –antropozoomorfos–. También son recurrentes los temas o motivos relacionados con la fertilidad y con la capacidad de 13.
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Las potizas son recipientes de boca estrecha utilizados como contenedor de líquidos, y generalmente exhiben decoraciones en su cuello o en su parte superior. Las más comunes son las representaciones antromorformas de cara humana , lo que además de señalar hacia una función propiamente utilitaria como contenedor de líquidos refiere un alto carácter simbólico-artístico y ritual.