Los ecosistemas marinos del sur de Chile, en este caso el golfo de Corcovado destacan
por su sobresaliente biodiversidad gracias a una relativa abundancia en nutrientes para
muchas especies de peces, aves, mamíferos marinos y flora marina. Destacándose como
temas emblemáticos la presencia de corales de agua fría y ballenas azules. Dada su
importancia esta zona ha visto numerosos esfuerzos científicos y comunitarios para
asegurar su conservación, haciendo hincapié en particular, en la integración de estrategias
que cuenten con la participación de actores locales gracias a un respaldo de información
ecosistémica y socio-económica de la zona. Iniciativas como los proyectos de ubicación
acústica de fauna emblemática del CIEP o de Monitoreo Acústico de Ballenas Azules del
Golfo Corcovado, del Marine Ecosystem Research de Melimoyu (MERI)
buscan proporcionar información relevante para la conservación de esta emblemática
especie, además de generar importantes impactos en el turismo.