La presente obra explora las variadas formas de asociar el turismo y la ciencia en un confín geográfico, la Patagonia chilena. Si bien este espacio está cargado de valor simbólico en los imaginarios de los viajeros,el desarrollo del turismo es todavía incipiente allí, debido al intricado
territorio, las complejidades en cuanto a conectividad vial y a una oferta
aún poco estructurada.
Este territorio cuenta con un sin número de recursos naturales y culturales.
Durante su larga historia de descubrimiento europeo, inaugurado
por Hernando de Magallanes en 1520, la Patagonia recibe la visita de
un gran número de ilustres viajeros y científicos, en búsqueda de gloria
y conocimientos de tierras “aún incógnitas”. En la actualidad, esta tierra de naturaleza extrema es un laboratorio al aire libre excepcional para diversas ramas de las ciencias de la vida, de la tierra y del hombre.