Digna López viuda de Narvaja
Facunda Cedeño de Vergara
María Elena Quiñones Medina
Mantel (detalle), 2010 Pieza ao po’í, algodón hilado a mano tejido con ligamento de tafetán, deshilado con labores de fil tiré, con bordado al pasado y puntas de encaje de red Yataity, Guairá, Paraguay
Rebozo, 2011 Lino deshilado, bordado, con aplicaciones y puntas de encaje de ganchillo La Enea, Guararé, Los Santos, Panamá
Chalina, 2011 Lino bordado en blanco con puntas de encaje de bolillo (mundillo) Moca Pueblo, Moca, Puerto Rico
Col. Fomento Cultural Banamex, A. C.
Col. Fomento Cultural Banamex, A. C.
Col. Fomento Cultural Banamex, A. C.
María Meza Girón Huipil ceremonial, 1996 Algodón y lana hilados a mano, teñidos con tintes naturales y tejidos con ligamentos de tafetán y tramas suplementarias Tenejapa, Chiapas, México Col. Fomento Cultural Banamex, A. C.
bre a este trabajo que aún se hace en Galicia, España, República Dominicana y Costa Rica, donde se conoce como “mundillo”. El encaje de aguja se confecciona sólo con aguja e hilo. Su estructura está compuesta por estos últimos, que forman cadenas de punto de festón. Los galones y trencillas que se incorporan son únicamente un soporte. Los ejemplos más destacados de la región son los brasileños que se conocen como “renacimiento”. Para confeccionar un encaje de red primero debe tejerse una retícula o red con base en cua dros, rombos o hexágonos, sobre la que después se trabaja con aguja para formar diseños. Entre los ejemplos más notables están las mantillas de Granada, España, y los encajes conocidos como “ao po’i”, de Paraguay. Una variante del encaje de red es el encaje radial. Se realiza sobre una almohadilla o bastidor sobre el que se forma un círculo con alfileres para sostener los hilos de un lado a otro para hacer una figura radial sobre la que se trabaja con aguja e hilo. Estos encajes se hacen aún hoy en Tenerife, en Islas Canarias, España, y en Paraguay, donde se conoce como “ñandutí”. La indumentaria tradicional femenina en México y Guatemala consta de huipil, quechquémitl, enredo, faja y, en algunos casos, tocados de colores. A estas piezas se han sumado, con el paso del tiempo, otras prendas como la falda de pretina, la blusa y el mandil. La variedad de huipiles en estos dos países es verdadermente espectacular. Una de las prendas más singulares del ajuar femenino de esta zona es el rebozo, conside rado una síntesis de influencias históricas: el mámatl prehispánico, la mantilla española y el ra pacejo o anudado oriental. Es además un artículo muy versátil pues sirve lo mismo para cargar
G r a nd es M a estros d el A rte Po pul a r de I beroa m ér ic a
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