
2 minute read
ir por los poemas
desde el primer viaje para volver… por las huellas sueño vuelo viajaste por los poemas- leíste la correspondencia Paul Celan- Nelly Sachs. los ojos en sus cartas… vamos a los poemas vamos a los ojos de ceniza, chimenea, polvo, lamento, tumba, piedras árboles ojos cenizas
(la ves) allí estás escribiendo tu primera carta desde Estocolmo: a tu querido poeta le das las gracias por sus poemas, por el paisaje espiritual que se esconde detrás de todo y puede abrir el secreto; querés enviarle tu libro de poemas, le contás que tenés poemas en impresión, le confesás que “también tenés que andar tu camino interior que parte del aquí al cabo del extraordinario sufrimiento de mi pueblo, que aún tantea hacia fuera del tormento” está tu firma gracias, Nelly Sachs.
Advertisement
Paris: Paul Celan recibe tu carta en su departamento de la calle Longchamps (tan pesadas estaban las nubes el día en que te arrojaste al Sena, querido poeta)
te escribe, Nelly: te pide tus poemas para la revista "botteghe oscure'" editada por la princesa caetani en roma. se trata de una selección en alemán (la lengua los une) estás en su biblioteca “más verdadera”
le respondés, te leo: “usted sabe de mis cosas, las tiene consigo, así que tengo una patria” su carta es una de las mayores alegrías de tu vida. sus palabras te llegaron “amorosas” y es el aliento para escribir, para salir de la asfixia vas a hacer conocer su poesía en Suecia
aún después de tantas cartas me asombran estas cartas; gracias Nelly te pide una noticia biográfica para publicar “sólo un par de líneas. le envío mis mejores deseos, querida señora. Shalom. Paul Celan”
va la última en esta nota: “Estocolmo…querido poeta y querido ser humano Paul Celan, su carta me ha dado de nuevo tanta alegría; pero, por favor, llámeme por mi nombre; me parece que ya que se ha dado el milagro de haber hallado a un ser humano a través de tanta lejanía, esto tendría que celebrarse en un encuentro, sin rodeos, con lo esencial… en realidad hasta ahora mis libros habían errado como huérfanos sin rumbo. por cierto que hay algunos seres para quienes han podido significar algo, pero fuera de eso nadie quiso saber nada de mis cosas…”
me preguntás por qué voy a los poemas cartas de Nelly Sachs. por el amoroso vínculo entre ella y mi madre que tenía sus moradas de la muerte junto a libros de Katherine Mansfield entre sus autoras más queridas.
no estuve entre las cenizas y el humo, Nelly, aunque tenemos algo en común: te refugiaste en la mística judía; la busqué también.
Paul Celan se asombró al recibir tu carta de ayer: “… lo que más hubiera querido habría sido subirme al tren y viajar a Estocolmo, para decirle -¿con qué palabras, con qué silencio?- que usted no debe creer que palabras como las suyas permanecen sin ser escuchadas…falsos astros nos sobrevuelan, es cierto. pero el grano de polvo, transido de dolor por su voz, describe el camino interminable su Paul Celan”
nunca te separaste de sus cartas huellas antes del viaje, del primero, otros anhelos de semillas viajantes… ir…a la nada… desde aquí.
Lilí Grinberg