
1 minute read
Mishkán, nuestro lugar de encuentro
דֵעוֹמ לֶהֹא ןַּכ ְׁשִמ־תֶא םיִקָּת שֶׁדֹחַל דָחֶאְּב ןוֹשׁאִרָה שֶׁדֹחַה־םוֹיְּב
¨En el primer día del mes primero habrás de erigir el Tabernáculo, la Tienda de Reunión¨
Advertisement
(Éxodo,40:2)
La pandemia trajo como desafío el poder seguir brindando un espacio de encuentro que trascienda el espacio físico. Un lugar que nos una en la distancia y nos haga sentir contenidos en tiempos difíciles. La respuesta no se demoró, la experiencia adquirida con el Instituto Iberoamericano de formación Rabínico Reformista con sus clases por zoom fue la chispa que encendió el poder acercar Mishkán a cada uno de nosotros y juntarnos sin movernos de casa. Si bien parece algo sencillo no lo fue tanto pero las ganas, el compromiso y la fuerza de todos lo hizo posible.
El Mishkán era un santuario portátil, un centro espiritual en medio del desierto y en su construcción participaron todos. Cada uno tenía una función, cada uno aportaba desde sus posibilidades y conocimiento, poco o mucho era importante y necesario.
Armar una comunidad en tiempos difíciles no nos es ajeno. De a poco a la transmisión del primer Kabalat Shabat se fueron sumando actividades, charlas, cursos, etc.
Lo importante es poder seguir construyendo y ampliando entre todos nuestra comunidad. Hoy nos encuentra con más miembros y a diferencia del año pasado y con los cuidados necesarios podremos participar de manera presencial y virtual de los Iamim Noraim y todos los jaguim del ciclo de nuestra vida como judíos, además del resto de las actividades que nos llenan el espíritu y nos enriquecen como personas.
Poder adaptarnos, buscar y encontrar nuevas formas de estar juntos es parte de nuestra esencia. Que siempre sea ¨el primer día del mes primero¨ y con nuestros aportes, donaciones, ideas y esfuerzos sigamos construyendo nuestro Mishkán que en definitiva es nuestro lugar de encuentro con nuestra espiritualidad, nuestras tradiciones y nuestra cultura.
Y así a pesar de la distancia y las dificultades podamos cumplir con el lema de nuestro querido Mishkán:
¨Y pondré mi Mishkán dentro del ser de ustedes¨
(Levítico 26:11)
Shaná Tová Umetuká!
Pablo Cancellieri Voluntario Acción Social