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Foto del rabino entre piedras de jerusalem
me mira el rabino en la foto que miro se nombra -yo soy ese viejo rabino- que posa en pasaje de día entre piedras de jerusalem
se mira el rabino en la foto -azul la mirada- extraña las piedras de jerusalem conversa con dios - imán del misterio- pregunta a las piedras que encierran en ese pasaje el cuerpo del viejo rabino en el niño que mira al rabino que posa sus ojos -celeste mirada- pregunta al abismo en las piedras de jerusalem
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miradas que presienten las piedras que cercan al rabino que mira el pasaje de uno -entre muros- paisaje de piedras de jerusalem la piedra que oculta no olvida -no puede olvidar- el rabino le dice si yo te olvidara mi mano mi lengua recuerdan los días de piedras de todos los días de jerusalem las letras que esconden vocales -matices del misterio- pronuncian el nombre -reubenel rabino entre piedras textura del nombre en arrugas que toca los quiebres que escuchan las piedras de jerusalem las piedras sonoras le hablan con voces lejanas con ecos de voces de padre en relatos de madre en el canto -infancia del chaco entre charcos- las piedras tocan su chaco en jerusalem soledad del rabino -de la piedra- de la vieja jerusalem que respira en en el soplo de un clarinete que cambia los días las horas el instante en la raja –abismo- de luz que captura la imagen helada en la foto que miro - más allá lo real- al rabino entre piedras de jerusalem el rabino regresa a las piedras recuerda de lejos olores de días de verde de dátil de casa en rehavia verde jardín en jerusalem las piedras testigos de dios travestidas en ojos celestes del viejo rabino -mirada en espejo del niño rabino- con piedras arpegios de risas el llanto susurra la melodía habita en los ojos testigos del ritmo del joven rabino en jerusalem
las piedras sonoras comparten violines en cuerdas trompetas de viento –shofar- en el cuerpo del rabino –instrumento que captura la cámara- en la sonrisa que sabe -no sabesí sabe- conflictos de hijos que marchan -cine mudo- a la guerra entre piedras el rabino camina mira el tiempo en la imagen fijada entre piedras del tiempo que mueve el eco de voces que evocan construyen el tiempo de piedras en jerusalem
entra en escena el rabino –antes del alba- entre sombras -no sabe que posa- sí sabe que alguien un día -hoy- escribe versos que miran escuchan sonidos de voces la voz del rabino de padre en relatos de madre en el canto de chaco lejano de tiempo en miradas - foto- ilumina la luz los pies del rabino -versos rabino piedras- que alteran el orden de voces fronteras porosas de solos de scherzo –shofar- entre piedras que ríen al ritmo del alba en jerusalem
la sombra preludia tormenta en los graves de vientos de ojos celestes que vibran en cielos de jerusalem ecos de voces de víctimas de verdugos de monstruos de santos que rompen el horizonte que fracturan la danza que esconden al otro en las grietas de piedras que guardan el nombre -entre siete- que nombra el ángel que viaja que lleva a su chaco el mensaje de dios que arranca ese niño –reuben- el angel que nombra al rabino lo trae al paisaje de piedras que danzan el pasaje de instante que ve quiere verse otra vez en la foto que vio jerusalem ese niño que busca que pierde transgrede que inventa un mundo real que se lanza a las piedras que ahora interrogan al rabino que espera se aleja se acerca se ausenta en las almas de letras que detienen su paso en la foto en que posa en jerusalem
entre almas el sueño del niño -itaca de ulises- jerusalem canta al rabino el aire que moldea la forma de piedras - foto- momento de encuentro de piedras que mueven el tiempo –eterno- entre letras la mirada del niño que sueña al rabino que invoca entre piedras otra geometría -inmóvil móvil- fragmentos yerushalaim Lilí Grinberg