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Colegio Diocesano “San José” “Respuestas nuevas, a hombres nuevos, en situaciones nuevas”

Catequesis de Confirmación Nombre:______________________________________________ Fecha:________________

Tema 8: El regreso de Jesús o la historia de la Resurrección I

Objetivo: Comprender que la muerte no es final de la historia de Jesús Comprender que la resurrección de Cristo da sentido a toda su vida, a toda su entrega.

El regreso de los campeones En el boxeo se dice: “No volverán jamás”. Se refieren a los grandes campeones que en sus mejores años decidían los combates en dos o tres asaltos, pero que un día, surge un jovencito que les vence y les lleva a la retirada. Algunos quieren volver y organizan de nuevo una pelea en la que prometen devolver a sus fans aquellas hazañas de hace tiempo, pero el resultado suele ser catastrófico, una nueva derrota hace que desaparezcan para siempre del ring. La leyenda del invencible, quedó destruida para siempre. Jesús fue una estrella de su tiempo. Surgió como un cometa que arrastró muchísimos seguidores: amigos, discípulos, apóstoles, curiosos, gente que buscaba espectáculo (hay que reconocer que eso de dar vista a los ciegos era algo que no se veía todos los días), políticos idealistas (de hecho muchos querían hacerle rey)… Por lo que sabemos Jesús debía reunir las características de una auténtica estrella del momento: Buen orador capaz de dirigirse a las masas; hacía milagros (no solo dar la vista a los ciegos, incluso resucitaba a los muertos); arrastró a mucha gente a Jerusalén en medio de una situación política delicada (un país ocupado por los romanos, en medio de una revuelta sangrienta que pretendía barrer del país al invasor)… En aquellos días Jerusalén era un hervidero de gente. Todos los judíos celebraban la liberación de la esclavitud. El cielo se oscurecía por el humo de los 18.000 corderos que se sacrificaban y se asaban en la ciudad para celebrar la fiesta. Desde luego el ambiente de esos días daba para esperar que Jesús desplegara de una vez por todas todo su poder y realmente fuera proclamado como el Mesías, como el Rey de Israel…

Si el grano de trigo no muere, no da fruto Pero ya sabemos lo que pasó. Nada de proclamación, nada de Mesías, más bien todo lo contrario. La aparición de Jesús en Jerusalén fue como la de uno de esos 18.000 corderos que se sacrificaban en aquellos días: silencioso, fue llevado al matadero. Detenido y


humillado, él se deja hacer de todo. Esa estrella que en un momento parecía que iba a brillar y a deslumbrar el cielo de Palestina, de repente se apaga y lo único que ilumina es una triste cruz en la que es clavado como un bandido, un malhechor, ante la vista de todos. Sus amigos huyeron, de los apóstoles no se tenía noticia, solamente uno andaba por allí cerca viendo lo que pasaba. Los que buscaban espectáculos, desaparecieron porque Jesús no les ofreció el mayor de ellos, bajarse de la cruz. Los políticos idealistas se dieron cuenta de que Jesús no iba a satisfacer sus ideales de poder y le juzgaron, le condenaron y le ejecutaron. Definitivamente, la estrella de Jesús se apagó en el Calvario. Pero resulta que no fue realmente así como pasó. Lejos de apagarse, la estrella de Jesús brilló y brilla cada vez más fuerte. Y es que de esa historia que parecía que se dirigía hacia el fracaso más absoluto (como suele pasar con los grandes campeones cuando están al final de su carrera) surgió la mayor comunidad religiosa del mundo que hoy reúne a casi 2.000 millones de personas, casi la cuarta parte de la población mundial hoy es cristiana. En el espacio de 30 años después de la muerte de Jesús, el Cristianismo naciente ya ocupaba casi todo el mundo conocido desde la India hasta el Finisterre (a orillas del Océano Atlántico) incluía la capital del mundo: Roma. ¿Qué había pasado? Solamente una cosa pudo hacer que eso fuera posible: La muerte de Cristo no fue el final de su historia. Cristo ha resucitado. Está vivo en medio de su comunidad. La expansión del cristianismo no fue fácil. A los primeros seguidores de Jesús los persiguieron, los capturaron y a muchos los mataron. Pero al igual que la muerte de Jesús no fue el final de su historia, la muerte de los cristianos no era el final del cristianismo, al contrario, como decía Tertuliano en torno al año 197: La sangre de los mártires, es semilla de nuevos cristianos y todo eso porque ellos tenían una esperanza que todavía hoy nos alienta: Si con Cristo morimos, con él volveremos a la vida

Escuchamos la Palabra de Dios Lee: 1Cor 15, 12 – 21 Responde: ¿Cuál es el fundamento de la esperanza del cristiano? ¿Por qué?

Hacemos En el próximo encuentro vamos a seguir hablando de la resurrección de Jesús y a tratar de aclarar algunas dudas que sobre la misma se han dado en la Iglesia desde los primeros tiempos. Pero hoy seguro que también existena algunas dudas sobre lo que realmente due la Resurrección de Cristo. Investiga a tu alrededor y pregunta a 5 personas que cómo y po qué resucitó Jesús.

OREMOS Nada te turbe, nada te espante, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta solo Dios basta. Sta. Teresa de Jesús


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