MARTÍN UJÚKAM Su legado, vive en nuestra ciudad…
Relaciones Públicas CCE
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uchos hemos escuchado hablar sobre Martin Ujúkam, pero pocos sabemos la procedencia de este nombre tan legendario entre el pueblo shuar y los ciudadanos de Zamora Chinchipe. Cuenta la historia que Martín, o Markartin (que significa guerrero shuar), como era llamado por su pueblo, fue conocido por su enorme fortaleza, su don de mando que no admitía distorsiones en su condición de jefe y por sus triunfos en las batallas. Esto lo llevó a convertirse en uno de los más grandes y respetados guerreros del Yayamayu. Defendió con nankis y cerbatanas la dignidad del pueblo shuar del Yayamayu que por mucho tiempo había sido humillado por los invasores de Sepastiánk que azotaron sus dominios. Luego de la terrible barbarie en las aguas del Numbatakaime donde la selva y sus misterios fueron testigos de colosal masacre. Martín se estableció definitivamente en el sector norte de la cuidad de Zamora, en lo que hoy es el barrio La Chacra. “Su aureola se fue regando por todos los confi-
nes del sur de la amazonía ecuatoriana, hasta convertirse en una leyenda y en el referente del pueblo shuar”. Su vida transcurrió entre el murmullo de los vientos zamoranos, el rugir de las quebradas y los ríos, la inmensidad de la selva virgen, las lluvias inmisericordes y soles abrasadores, el nijiamanch y la carne de animales selváticos”. “Con el avance del siglo XX, los territorios shuar fueron ocupados por los colonos es busca de tierras y riquezas en los ríos y la selva. Así, paulatinamente fueron despojados de su legítima herencia por la llamada “civilización”. Esta tierra, estos ríos y quebradas con peces y estos valles ribereños con frutas, flores y espinas, fueron el escenario donde nuevos pies y designios cambiaron la historia. Estas selvas sólo sabían del gruñir del chaí y del canto de los chumpís, de las carcajadas de los saltos de agua y de las correntadas. Las agrias virginidades de la selva fueron tomando otros sabores”. 17
En la actualidad, un barrio de nuestra ciudad, ubicado a 10 minutos de la cuidad de Zamora, en la margen del río Jamboé, cerca de su confluencia con el río Zamora, lleva el nombre de este valeroso héroe. Este conglomerado a más de llevar su nombre, en su mayor parte está habitado por hermanos y hermanas de la nacionalidad shuar. “Aún es característico ver en los ancianos de su raza, cómo sus facciones se transforman y todo se paraliza a sus alrededor, para evocar emocionados las aventuras y heroicas acciones del héroe”. Quienes habitan en este barrio, presidido por Don Segundo Andrango, dicen que a pesar de la avasalladora máquina mercantilista, consumismo exacerbado que acompañan a los modelos civilizatorios actuales, aún mantienen muchas costumbres y tradiciones milenarias de este pueblo ancestral, es más, están empeñados por trasmitirlas a las nuevas generaciones y darlas a conocer a todo el que quiera saber más sobre el pueblo