imÁgenes compartidas
Afiche de Petete y Trapito (1975, Manuel García Ferré).
en “Calculín” aparecieron otros célebres personajes como el caballo Ovidio o Paco-Pum. García Ferré afirma que “una de las claves del éxito de esos personajes está en que definía muy bien su personalidad. Ovidio, por ejemplo, era un caballo que usaba mucho la fuerza bruta, tenía un gran corazón pero poca cabeza; la inteligencia la ponía Calculín y la valentía, el honor y la dignidad, los ponía Pi-Pío, y de esa mezcolanza surgía un trío que desafiaba a toda una pandilla de malos que en ese momento estaba encabezada por Paco-Pum, por Pepe el Largo y una serie de secuaces”10. Enseguida comenzó a trabajar en agencias de publicidad, mientras daba la equivalencia del bachillerato en España, lo que le permitió estudiar arquitectura durante tres años. A los 24 años fue contratado por Kurt Lowe para hacer dibujos animados comerciales. Uno de los más importantes emprendimientos de García Ferré fueron los llamados “convoys publicitarios”, tiras cómicas con publicidad interna que emitía Canal 9. Una empresa fabricante de lanas le encargó la realización de una película comercial en la que el humor y la ternura fueran el “gancho” que promocionara el productor: así nacieron los gatitos de Lanas San Andrés, la gallina Fanacoa y la banda de los Quesitos Adler. También de estos cortos surgieron sus personajes Anteojito y Antifaz. Aquel fue el origen de su primer éxito editorial, la revista Anteojito. “Con Anteojito logré lo que había estado esperando durante mucho tiempo. Inmediatamente se instaló entre los chicos que lo empezaron a ver como un personaje indispensable en sus juegos y fantasías. Por eso nació la revista que después comprendimos que debía presentar un material educativo que le sirviera a los chicos en el estudio. Ahí descubrí la importancia de estudiar al hombre de la calle, para luego llegar a una síntesis y establecer el arquetipo. Creo que ese fue el secreto de Anteojito”11, confesaba a la revista 7 días en 1980. El crecimiento de la empresa lo obligó a contratar varios dibujantes (llegó a tener 80 en su equipo), entre ellos algunos de los mejores artistas de nuestro medio, como José Luis Salinas, Arancio, Rapella y Oswall. No tardaron en aparecer otras revistas: Antifaz y luego, Hijitus y Larguirucho. Cuando el primer estudio de la calle Viamonte empezaba a quedar definitivamente chico, la productora se mudó a unas oficinas de 1.100 metros cuadrados sobre la Avenida Corrientes, el nuevo “hogar” de Hijitus, Larguirucho, Oaki, Cachavacha, Neurus, Pucho, el robot Trucu y Pichichus, la primera troupe de personajes. En los años siguientes se sumarían el Dragón Cantor, Petete, Don Ecológico, Trapito, Salapín, El Patriarca de los Pájaros y Chifuleta, entre tantos otros. “Siempre perseguimos en nuestros personajes una intención moralizadora y educadora. Pero no queremos ser serios. Queremos dar un film entretenido que a la vez enseñe algo y les deje cosas lindas a los chicos”12. En 1966, Goar Mestre, por entonces al frente de Canal 13, le ofreció hacer una tira animada. “Se me ocurrió hacer una tira diaria, encadenada en serie que vaya explicando un pequeño argumento que atrapara la atención del espectador”13, cuenta el dibujante. Hijitus llegó a la pantalla televisiva en 1967 y se mantuvo con su particular formato (emisiones diarias de un minuto) durante siete temporadas consecutivas hasta 1974. Aunque también conoció la estrechez de los 30 segundos y la opulencia de los seis minutos, el único modo –técnico y económico– era ese: el famoso “Minuto Hijitus” que al cabo de cuatro semanas completaba un episodio de 22 minutos, tal como fue presentado en su reposición en 1994. Siguiendo la tradición de los antiguos seriales cinematográficos, cada emisión terminaba con una línea argumental abierta que provocaba un innegable suspenso y la necesidad de volver a sintonizar ese micro al día siguiente. El origen de 10 Ibídem. 11 “Para los chicos el papá de Chifuleta”, Revista 7 días, 9 de enero de 1980, pág. 16. 12 Ibídem.
Afiche de Manuelita (1999, Manuel García Ferré).
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13 “Hijitus. Nacido para ser argento”, Suplemento Sí, Diario Clarín, 24 de marzo de 1995, pág. 4.