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Deja de improvisar y empieza a construir tu merecido futuro

Improvisar puede ser útil en momentos puntuales, pero no puede convertirse en estilo de vida. Para los emprendedores del siglo XXI, planificar, anticipar y construir con propósito es la única vía para lograr el futuro que merecen.

Construir con propósito implica definir la misión del proyecto, entender el contexto, identificar oportunidades y desarrollar capacidades internas para enfrentarlas.

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En el mundo del emprendimiento, la capacidad de adaptarse es una cualidad muy valorada. Sin embargo, existe una delgada línea entre ser flexible y vivir improvisando. Muchos emprendedores, sobre todo en América Latina, comienzan sus proyectos "a pulmón", sin planes de negocio, sin estructura organizacional y, en algunos casos, sin una visión clara del futuro. Aunque esta actitud puede reflejar determinación y valentía, con el tiempo se convierte en una trampa que frena el crecimiento sostenible.

EL PRECIO DE LA IMPROVISACIÓN

Un estudio de la CEPAL (2023) revela que más del 60% de los em- prendimientos en Latinoamérica fracasan en los primeros tres años. Las causas más comunes son la falta de planificación estratégica, mala gestión financiera y ausencia de estudios de mercado. Esto refleja que improvisar no es solo arriesgado, sino que también es una receta para el estancamiento.

Para el economista y consultor Diego Gamarra, “improvisar es como remar en un bote con fugas: podés avanzar por un rato, pero tarde o temprano te vas a hundir. La planificación no garantiza el éxito, pero aumenta enormemente las probabilidades”.

CONSTRUIR CON PROPÓSITO

La planificación no significa rigidez. Al contrario, se trata de visualizar un rumbo claro, de establecer metas alcanzables, de anticipar escenarios y diseñar respuestas posibles. Construir con propósito implica definir la misión del proyecto, entender el contexto, identificar oportunidades y desarrollar capacidades internas para enfrentarlas.

Empresas como Tiendanube, que hoy lidera el e-commerce en Latinoamérica, nacieron con una idea sencilla pero sólida: ayudar a emprendedores a vender online.

Desde el inicio, sus fundadores trabajaron con metodologías ágiles, realizaron estudios de mercado y adaptaron su propuesta con base en datos. Hoy superan las 100.000 tiendas activas en la región.

HERRAMIENTAS PARA DEJAR DE IMPROVISAR

Dejar de improvisar no significa esperar a tener todos los recursos, sino hacer lo mejor con lo que se tiene. Algunas herramientas claves para comenzar a construir el futuro que mereces:

1. Canvas de Modelo de Negocios: Ideal para visualizar cómo crear, entregar y capturar valor.

2. OKRs (Objetivos y Resultados Clave): Permiten definir metas medibles y monitorear avances.

3. Presupuesto financiero básico: Para anticipar ingresos, egresos y detectar puntos críticos.

4. Agenda de actividades: Organiza tu tiempo con foco en objetivos semanales y mensuales.

5. Validación de idea:

Pregunta, testea, escucha. El mercado te dará pistas valiosas.

El Poder De Imaginar

Según el informe “Global Entrepreneurship Monitor 2023”, los emprendedores que proyectan su negocio a 5 años tienen una probabilidad 40% mayor de sobrevivir al tercer año. ¿Qué nos dice esto? Que imaginar, planificar y construir son actos profundamente estratégicos.

No se trata solo de hacer dinero. Se trata de construir un estilo de vida, una marca con identidad, un negocio con impacto. Y para eso, hace falta algo más que voluntad: hace falta dirección.

Testimonios Reales

Leticia Villalba, fundadora de una cafetería ecológica en Asunción, cuenta que su primer intento de negocio fue un fracaso por falta de estructura. “Abrimos sin plan. Era todo intuición. Pero cuando quise escalar, todo colapsó. Aprendí que no basta con pasión, necesitás una hoja de ruta”, confiesa.

En su segundo intento, realizó un curso de gestión, elaboró su propuesta de valor, organizó su plan financiero y estudió su nicho de mercado. Hoy, su cafetería no solo es rentable, sino que inspira a otros emprendedores a trabajar con propósito y sostenibilidad.

EL FUTURO NO SE ADIVINA, SE DISEÑA

El futuro que mereces no aparece por azar. Se construye con pequeños pasos, cada uno guiado por una visión más amplia. No se trata de tener certezas absolutas, sino de reducir la improvisación y aumentar la claridad.

Como dijo Peter Drucker: “La mejor manera de predecir el futuro es crearlo”. Esa frase es más vigente que nunca. Vivimos en un mundo donde las reglas cambian, los hábitos de consumo mutan y las tecnologías avanzan. Pero quienes logran anticiparse —quienes construyen, en vez de improvisar— llevan una ventaja competitiva. Dejar de improvisar no significa perder espontaneidad. Significa asumir el rol de arquitecto de tu propio destino. Significa abandonar el piloto automático y empezar a tomar decisiones conscientes, medibles y alineadas con un propósito mayor. Si sentís que estás viviendo al día, corriendo detrás de las urgencias, sin claridad ni dirección… este es el momento de hacer un alto y replantear tu camino. Porque merecés algo más que sobrevivir. Merezcás construir un futuro con sentido.

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