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El poder oculto del sentido del olfato en el marketing sensorial
Aunque es uno de los sentidos más potentes para evocar emociones, el olfato sigue siendo un terreno poco explorado en las estrategias de marketing. Descubrí cómo emprendedores están incorporando fragancias para conectar con sus audiencias y potenciar sus marcas.
En el campo del marketing sensorial, los cinco sentidos juegan roles claves para captar la atención del consumidor. La vista y el oído dominan la escena, seguidos por el tacto y el gusto en experiencias más cercanas al producto. Sin embargo, el olfato —el sentido más primitivo y emocional— continúa siendo uno de los menos explotados, a pesar de su extraordinaria capacidad para influir en las decisiones de compra y construir memorias de marca duraderas.
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CONEXIÓN DIRECTA CON LA EMOCIÓN
A diferencia de otros sentidos, el olfato tiene una conexión directa con el sistema límbico, la parte del cerebro responsable de las emociones y la memoria. Según estudios de la Universidad Rockefeller, las personas recuerdan un 35% de lo que huelen, frente al 5% de lo que ven y solo el 2% de lo que oyen. Este dato debería ser una señal de alerta para marcas que buscan diferenciarse en un mercado saturado.
Incorporar aromas en una estrategia comercial no es solo cuestión de estética o ambientación; es una herramienta emocional capaz de transformar una experiencia rutinaria en algo memorable. El marketing olfativo, correctamente aplicado, puede generar asociaciones positivas, aumentar el tiempo de permanencia en tiendas y elevar la percepción de calidad de un producto o servicio.
Casos Reales De Xito
Una de las empresas pioneras en marketing olfativo fue Abercrombie & Fitch, que durante años impregnó sus tiendas con una fragancia masculina que llegó a convertirse en una firma sensorial reconocible incluso sin ver el logo. De forma similar, Singapore Airlines desarrolló su propia fragancia corporativa, usada tanto en las cabinas como en los uniformes de las azafatas, fortaleciendo su identidad de marca.
En América Latina, algunas empresas como Aroma Paraguay (Paraguay) y Juan Valdez (Colombia) han comenzado a usar aromas específicos en sus tiendas para reforzar la experiencia de consumo. En el caso de los emprendimientos gastronómicos, la tendencia se amplifica: negocios pequeños que potencian el aroma del café recién molido, pan caliente o esencias naturales de vainilla logran generar un ambiente cálido que invita a quedarse… y comprar.
¿Y
EN EL MUNDO DIGITAL?
Aunque parezca contradictorio, incluso los negocios digitales están empezando a incorporar experiencias sensoriales físicas. Por ejemplo, marcas de cosmética natural o productos de bienestar que venden exclusivamente online envían sus pedidos con fragancias distin- tivas. Esto crea un vínculo emocional al momento de abrir el paquete y convierte a la marca en una experiencia completa, más allá de la pantalla.
Un estudio realizado por Mood Media reveló que el 75% de los consumidores permanecen más tiempo en un espacio que les resulta agradable olfativamente, y el 90% de ellos recuerda mejor una marca si está asociada a una fragancia particular.
CÓMO APLICAR
Implementar esta estrategia no requiere grandes inversiones. Aquí van algunas ideas prácticas para emprendimientos de cualquier tamaño:
1. Definí una identidad olfativa. Elegí una fragancia que represente tu marca. ¿Querés transmitir frescura, calidez, sofisticación, energía?
2. Aplicá en el punto de venta. Un difusor de aromas en tu local, stand o feria puede marcar la diferencia.
3. Personalizá el empaque. Añadir un toque de fragancia al papel de envoltorio o a las cajas de envío genera una impresión emocional inmediata.
4. Eventos y activaciones. Usar aromas en tus lanzamientos o ferias puede atraer visitantes y mantener su atención.
5. Coherencia multisensorial. Combiná el olfato con la música, el diseño visual y la atención al cliente para crear una experiencia 360°.
PRECAUCIONES Y CONSEJOS
No todos los aromas funcionan igual para todas las personas. Algunas fragancias pueden generar rechazo o incluso alergias. Por eso es fundamental realizar pruebas antes de implementarlas de manera masiva. Además, el aroma debe ser coherente con el mensaje y los valores de la marca. Una esencia floral no tiene sentido si tu propuesta se basa en lo industrial o lo tecnológico, por ejemplo.
También es importante que el aroma no sea invasivo ni excesivo. El objetivo es sugerir, no agobiar. El marketing olfativo efectivo es sutil pero persistente: como una firma invisible que permanece en la mente del cliente.
UN NUEVO TERRENO PARA DESTACAR
En un entorno donde todos los negocios compiten por atención visual en redes sociales y anuncios digitales, el olfato ofrece una vía alternativa, emocional y diferenciadora. Para los emprendedores que buscan destacarse, explorar este sentido puede abrir un universo de posibilidades.
En 2025, las marcas que logran tocar fibras profundas en sus públicos no solo informan o entretienen: despiertan emociones. Y el olfato, por su capacidad única de generar recuerdos duraderos, puede convertirse en un aliado inesperado pero poderoso.
En definitiva, no se trata solo de vender productos. Se trata de crear experiencias. Y pocas cosas marcan tanto como un aroma que queda grabado en la memoria, incluso mucho después de que el cliente se haya ido.
