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Paraguay digital: tecnología con alma y liderazgo humano

• Por Miryam Flecha

En plena revolución digital, Paraguay se proyecta con fuerza desde sus raíces más profundas. Emprendedores y líderes locales impulsan un cambio silencioso pero poderoso, demostrando que la inteligencia artificial no tiene por qué deshumanizar, sino que puede ayudarnos a reconectar con lo esencial: la sabiduría, la empatía y la construcción de un futuro con sentido.

Vivimos un nuevo tiempo, marcado por la vertiginosa dinámica de la era digital. Una era donde el conocimiento acumulado durante milenios comienza a liberarse y a fluir entre nosotros gracias a herramientas que, hasta hace poco, parecían ciencia ficción. Entre ellas, la inteligencia artificial se posiciona como catalizadora de una evolución que —si la elegimos bien— puede devolvernos lo más valioso: nuestra humanidad.

Desde Paraguay emergen voces silenciosas pero contundentes. Son emprendedores, soñadores, sabios del día a día que, desde el campo, los barrios o las ciudades, comparten saberes, productos, historias e ideas a través de las redes. Son niños que programan, madres que emprenden, jóvenes que trabajan de forma remota, adultos mayores que vuelven a enseñar. Son paraguayos y paraguayas que desafían al tiempo con dignidad y creatividad.

En este nuevo tiempo, la tecnología no debe alejarnos de lo humano. Al contrario: puede y debe ayudarnos a rehumanizar.

A conectarnos más allá de las etiquetas, los colores, las ideologías o los miedos. A descubrir que somos más parecidos de lo que creemos y que las soluciones más grandes comienzan con actos pequeños, sostenidos y con propósito.

La inteligencia artificial no siente ni odia. No discrimina. No carga con el peso de guerras, fanatismos ni prejuicios. Y quizás sea eso lo que la convierte, paradójicamente, en un espejo útil: nos devuelve una imagen sin distorsiones. Frente a ese reflejo, la pregunta es inevitable: ¿vamos a permitir que lo artificial nos enseñe a ser más humanos?

Como lo expresó el psiquiatra Viktor Frankl, incluso en la adversidad hay un sentido. El vacío, la desesperanza, el sin senti- do... no provienen del dolor en sí, sino de no saber para qué vivimos. Por eso, emprender, compartir, servir, crear y liderar con el ejemplo no son meras acciones económicas o sociales: son actos de sanación colectiva.

En Paraguay, entre mates, historias y esfuerzos silenciosos, miles de personas están rehumanizando la era digital sin saber que están haciendo historia. Transforman dolor en oportunidad, frío en abrigo, abandono en comunidad. Y eso, también, es liderazgo.

La comunicación —y quienes la ejercen— tiene un rol imperecedero: hacerse eco de esas voces que transmiten propósito y sentido a los quehaceres humanos, visibilizarlas y acompañarlas. Porque en tiempos en que el mundo se divide por ideologías, razas o banderas, quizás haya llegado el momento de unirnos por lo esencial: la dignidad de ser humanos.

El futuro no se espera, se construye. Y si lo hacemos juntos, con alma, hasta el invierno más frío puede ser llevadero. Así lo demuestra nuestro inspirador de “auto-emprendizaje”, Cayo Sebastián Acosta. Virtuanex Magazine, la revista digital de los emprendedores, se hace eco de estas voces, las visibiliza y las acompaña. Porque, en este nuevo tiempo, la humanidad vuelve a ser el centro.

• Periodista, Magíster en Comunicación para el Desarrollo con énfasis en Cambio Social.

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