El proyecto nace como un gran volumen que se emplaza sobre el terreno y se divide para generar tres niveles, manteniendo una apertura importante al centro del nivel intermedio. El entorno hace su parte; el viento y la fuerte lluvia se interpretan en las notables rotaciones de las plantas, y a la vez definen el proyecto, provocando estabilidad y rigidez a través de los elementos que unen las aristas de estos volúmenes que aparentemente flotan debido a su movimiento. Esta rotación de los niveles permite distintas vistas y da una amplia entrada de luz, tanto a espacios bien definidos, como la recámara principal y la sala de estar en los niveles superiores, como a áreas con funciones cambiantes, como la biblioteca
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