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e l c o m b at e c o n l a p e l o ta
© Jim Sugar (1990) / Corbis Images
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continuidad, a decir de la supervivencia de los enfrentamientos con la pe- Fig. 14. Practicantes de de mazo en Culialota golpeada con las caderas. O alguna práctica similar en su expresión ulama cán, Sinaloa popular fue la que perduró, o bien, la de la élite pasó a los campesinos, quienes continuaron con ella.
k Tocante a las contiendas con pelotas arremetidas con palos, bates o bastones hay varias evidencias, a más de las ya mencionadas. En el sitio hoy denominado El Manatí —hará unos 3 200 años— los olmecas al parecer usaron bastones cortos tubulares elaborados con un tallo semejante a la caña, con la parte superior lanceolada y la punta roma, semejante a la cabeza de una serpiente. Pese a su apariencia endeble para soportar y golpear la pelota, dichos bastones fueron usados en momentos en los cuales no se requería fuerza, como al inicio, o bien como bastones emblemáticos o dadores de cierta posición o autoridad de algún mandón en el rito de inicio o de algún juez en el combate mismo.41 Por lo general, en la América media se usó algún tipo de garrote para golpear la pelota desde al menos hace unos 1 400 años.42 En