CRÓNICA REGIONAL Suboficial Mayor José Rüth Plaza
Soberanía e integración
en la Antártica
Suboficial Mayor Rüth en el kilómetro 0 del territorio antártico chileno
Es el cuarto carabinero que ha viajado a prestar servicio en el continente blanco y, en su rol de auxiliar de meteorología, registra valiosa información para la navegación y los sobrevuelos en la zona.
E
l 24 de noviembre de 2011, el Suboficial Mayor José Rüth Plaza inició sus labores en la Base O’Higgins del territorio antártico chileno, viviendo en estos nueve meses una experiencia que sólo han tenido otros tres integrantes de Carabineros, invitados por el Ejército. Soberanía e integración son las principales labores que desarrolla en esa zona estratégica, contribuyendo a engrandecer el nombre de la Institución. Con 29 años de servicio, está casado con Gilda Mora Fuentes y tiene tres hijos: José, Yury y Pamela. Se desempeñaba en el Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) de la XIV Zona Los Ríos, hasta que fue seleccionado para ser uno de los 22 integrantes de la denominada Dotación Antártica. El Suboficial Mayor Rüth relata que la llegada al continente blanco fue una travesía maravillosa. El viaje desde Punta Arenas a
Villa Las Estrellas lo realizó a bordo de un avión Hércules y desde allí se embarcó en un buque rompehielos hasta arribar a la base.
El hombre del tiempo En su rol de auxiliar de meteorología, constantemente debe registrar la temperatura ambiente, así como medir la velocidad y la dirección del viento. También realiza observaciones de las condiciones climáticas y del mar. Estos datos son remitidos a la Dirección Meteorológica cada tres horas a fin de actualizar la información disponible para quienes navegan o vuelan por la zona. “Llegar a la Antártica fue un sueño que se hizo realidad y la dicha de estar en este paraíso blanco desarrollando estas tareas es inigualable. La sensación de paz y de tranquilidad que se siente al trabajar en este paraje es única”, confiesa. Revela que en esta época deben enfrentar vientos que superan los 120 kilómetros por
hora, los que provocan que la sensación térmica descienda hasta los 40 grados bajo cero. A ello se suman las pocas horas de luz que, por ejemplo, con ocasión del solsticio de invierno (21 de junio) se reducen a escasos 60 minutos de sol.
Profesionalismo y prestigio A pesar de la distancia y de las dificultades que impone la naturaleza, los miembros del equipo tienen la posibilidad de interactuar con sus familias a través de Internet y del teléfono. Además, pueden sintonizar el canal de televisión abierta que tiene señal en esas latitudes y, cuando el clima es piadoso, se reúnen para compartir con sus vecinos de la base alemana. El Suboficial Mayor Rüth se define un hombre tremendamente afortunado y enfatiza que es un gran orgullo representar a los más de 45 mil hombres y mujeres que visten su mismo uniforme: “me siento muy feliz y este privilegio que me brinda la Institución es una oportunidad única… un regalo que me entrega la vida. Ojalá que, al igual que mis antecesores, pueda dejar en lo más alto el prestigio y el profesionalismo que distinguen a Carabineros”, expresa AGOSTO 2012
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