Don Octavio contento y dejándose llevar por sus nietos aprendió a disfrutar. Se volvió muchísimo más amable y alegre, y todas las Navidades regaló cosas a sus nietos y ellos le regalaron cosas a él. Así el abuelo Octavio vivió toda una Navidad de regalos, alegría y felicidad, lo que se dice una Navidad de verdad. Nazaret Jiménez Pérez. 2º de E.S.O