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EL MATE y EL KARATE KSN Renso Perez
LA TIRANIA DEL ESTATUS
“Creo que cuando se otorguen cinturones negros con rangos de Dan en karate, inevitablemente causará problemas. Este sistema de rangos creará discriminación dentro del karate y los karatekas serán juzgados por su rango y no por su carácter. Creará niveles superiores e inferiores dentro de la comunidad del karate, lo que llevará a la discriminación”. -Miyagi ChojunInnumerables veces veo a mi alrededor cierto desprecio por parte de Maestros de Karate hacia alumnos u otros Maestros. Normalmente es un desprecio disimulado y con cierta ironía, motivado por la idea de que aquello que se dice o aporta desde un estrato « inferior » debe ser aceptado por un estrato superior. Si no, no sirve. Recuerdo en particular una ocasión en la que un Karateca cinturón verde, reprochaba a un 6° Dan de Karate que determinada proyección que ejecutaba era errónea porque carecía de una base estable y su estructura corporal era biomecánicamente incorrecta. Éste respondió con ironía y desprecio sin siquiera cuestionarse si lo que aquel cinturón verde le decía. “Bueno, es que cuando se es novato, se requiere una técnica más pulida que cuando tenemos cierta experiencia. Yo cumplo con eso que dices, pero no se nota” reprochó. Yo, analizando la situación recuerdo haber pensado que aquel “novato” tenía razón y, sin embargo, lo dejé estar. Posteriormente, en los entrenamientos tocó hacer “combate libre” y rotábamos entre compañeros. El Cinturón verde llegó a estar frente a aquel 6° Dan y sucedió algo curioso. El experimentado Maestro, no era capaz de realizar una técnica bien. Todo le salía mal, a destiempo, no llegaba en sus ataques y los derribos que intentaba quedaban en algo ridículo. Eso sí, constantemente haciendo posturas entre acción y acción parecidas a las de una película de artes marciales. Y no pensemos mal, ante otros muchos compañeros, incluso cinturones altos y con cierta trayectoria competitiva importante, este maestro mostraba una clara superioridad. Pero aquel cinturón verde no lo dejaba estar tranquilo. Resultó al final del entrenamiento que aquel “novato” había hecho Muay Thai, Judo y Grappling durante muchos años. Sin embargo, había empezado a hacer Karate tan solo hacía un par de años. El “estatus” se había comido por completo la capacidad de aprender y mejorar del maestro. Era un ciego ante la realidad y diversidad técnica de el inmenso mundo de las artes marciales, solo habiéndose quedado conforme con lo que el karate le brindó. Pues la autoproclamación de "maestro" le habría impedido ver más allá de su propio ego y poderse dar cuenta de que siempre hay algo más que aprender; de que siempre se puede aprender, incluso el alumno más reciente puede ser nuestro nuevo gran maestro... Esta bonita historia nos enseña muchas cosas. Sin embargo, quiero destacar una concreta. Los títulos o cinturones que las organizaciones entregan, no siempre denotan un nivel específico. Muchas veces son otorgados por tiempo de entrenamiento, dedicación a la organización etc. Incluso, aunque determinen un nivel, suele ser un nivel en comparativa respecto a los mismos que en esa organización se encuentran.
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El “cinturón” o “titulo” de cada uno, no cuelga del karategi. Está en lo mas profundo de su cuerpo impregnado y sellado por su experiencia y sus años y tipos de prácticas. La célebre frase Socrática "Yo solo sé que no es nada", deja entrever lo que aquí cuenta. Los llamados Grandes Sabios, no se preocupaban por seguir aprendiendo, pues ya se les consideraba "grandes sabios"; sin embargo, el filósofo Sócrates se convierte en un verdadero sabio por creerse a si mismo un ignorante, dándole lugar a una búsqueda constante de respuestas y explicaciones que finalmente le otorgaron la luz suficiente para ser candil de su propio pensar y el de sus discípulos. Lo mismo pasa con el autoproclamado Maestro y el curioso alumno.