ESTACIÓN EXPERIMENTAL El director de la Estación Experimental, Roberto García, con asistentes a la IV Semana Internacional de la Citricultura.
El
modelo agrícola
almeriense en Méjico
C
on motivo de la celebración de la IV Semana Internacional de la Citricultura celebrada en Martínez de la Torre (Veracruz-Méjico), la Fundación Cajamar fue invitada para exponer el modelo de desarrollo hortofrutícola del sureste español. Los aspectos más desatacados de la intervención versaron sobre la complementariedad y sinergias que se generan en los proyectos en los que participa la iniciativa pública y la privada, la importancia que siempre ha tenido la innovación tecnológica como factor clave en el desarrollo económico, y la necesidad de contar con instrumentos financieros que permitan a los agentes económicos realizar las inversiones necesarias. En el caso del modelo agrícola almeriense los factores que contribuyeron a su desarrollo fueron: 1. La inversión realizada a finales de los años 50 y principios de los años 60 por el Instituto Nacional de Colonización. Dicha inversión consistió, por un lado, en la construcción de la infraestructura necesaria de conducciones de riego y de red viaria de comunicación. Por otro lado, proporcionó una labor de asesoramiento técnico, a través del equipo de profesionales que llevaron a cabo el proyecto de colonización. 2. Dos innovaciones tecnológicas fueron clave para el cambio de orientación productiva que finalmente se implemento frente a los planes de cultivo iniciales. Nos referimos al enarenado y las estructuras cubiertas de plástico. Este nuevo sistema permitió alcanzar elevadas productivas en cultivos hortícolas fuera de temporada. De esta forma los rendimientos económicos de especies tan importantes como el tomate, el pimiento o el pepino se incrementaron hasta en un 1.500%, con el consi-
guiente efecto llamada y de emulación que tuvo para los agricultores de la zona y de otras regiones vecinas. 3. La construcción del sistema de enarenado y del invernadero exigía una inversión muy superior a las disponibilidades financieras de los primeros horticultores. Surge en ese contexto Cajamar, como una caja rural creada por un grupo de agentes económicos y sociales de la provincia de Almería con objeto de facilitar el acceso al crédito a esos primeros agricultores. La labor de apoyo al desarrollo agrícola por parte de la Caja Rural de Almería (a partir de 2000, Cajamar Caja Rural) se complementó en el año 1975 con la puesta en funcionamiento de la Estación Experimental, en el término municipal de El Ejido. Desde sus orígenes el objetivo de este centro de innovación fue contribuir a la mejora de la productividad de los invernaderos y de la rentabilidad de las explotaciones agrarias. Para ello se ha constituido, por un lado, como centro de experimentación y ensayo de todas aquellas tecnologías procedentes del exterior y que deben ser testadas antes de recomendar su transferencia a todo el sector. Por otro lado, la continua generación de conocimiento y formación de personal técnico cualificado ha permitido la generación de tecnologías propias que se adaptan a las particulares condiciones agroambientales de la zona, y que están siendo exportadas, en muchos casos, a otras regiones del planeta con condiciones similares, como es el caso de Méjico. El interés despertado por la exposición se ha materializado en una propuesta de convenio de colaboración realizada por el Banco de Méjico para que la Fundación Cajamar asesore y capacite a cuatro instituciones dependientes de dicho organismo y cuyo objetivo es fomentar el desarrollo agrario del país l
Navegando
9