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La vacunación y su importancia

Luego de la pandemia, -que aunque aún persiste ya no tiene las condiciones de gravedad iniciales-, ha adquirido mayor relevancia un tema que ya venía escalando en la discusión pública y que creo debemos abordar como equipo de salud, que es la vacunación y su importancia.

Sin lugar a dudas, las vacunas han sido y son una de las medidas de Salud Pública más relevantes para mejorar la salud de las personas en todo el mundo.

Su uso masivo ha permitido prevenir enfermedad, secuelas graves y muertes, tanto en niños -donde se observa el mayor impacto-, como en adultos de todas las edades. Enfermedades que generaban grandes epidemias han dejado de ser una amenaza gracias a las inmunizaciones.

Las vacunas actúan tanto a nivel individual como a nivel poblacional; protegen a quien recibe la inmunización y, -si se alcanza una cobertura poblacional suficiente-, protegen también a la población susceptible al crear una “barrera” en la transmisión del agente infeccioso. Este hecho es muy relevante en el caso del personal de salud, ya que no debemos ser un factor de riesgo de transmisión al no estar vacunados.

Las vacunas han demostrado ser efectivas y seguras. Un ejemplo claro de su efectividad es la disminución de la mortalidad infantil por enfermedades inmunoprevenibles; recordemos que antes de esta y otras intervenciones, las familias veían morir o quedar con secuelas graves a parte de sus hijos sin poder evitarlo debido a la Viruela, Sarampión, Coqueluche, Difteria, Tétanos y Poliomielitis. También podemos mencionar el control de enfermedades como la Hepatitis B y la Meningitis meningocócica. E incluso el control del Cáncer asociado a causas infecciosas, como es el Cáncer Cervicouterino. Y como ejemplo más reciente tenemos la gran disminución de la letalidad asociada a la infección por COVID-19 gracias a la vacunación.

La seguridad de las vacunas también ha sido evaluada y demostrada por múltiples estudios. Sabemos que, como en todo medicamento o intervención sanitaria, siempre existe un riesgo de efectos secundarios, pero la aparición de eventos serios es muy baja y el riesgo de la enfermedad es mucho mayor. Los beneficios de prevenir enfermedades y sus consecuencias al recibir vacunas son mucho mayores que los posibles efectos secundarios. Las vacunas son los productos farmacéuticos a los que se les exigen los estándares de seguridad más altos.

A pesar de lo anterior, observamos con preocupación una disminución de cobertura de vacunas a nivel mundial, lo que ha llevado a la reaparición o aumento de enfermedades y daños que estaban controlados y que podemos volver a controlar si se recuperan las coberturas necesarias. Esta situación es alertada tanto desde los Ministerios de Salud de muchos países, como desde organizaciones transversales como la OMS, UNICEF y otras. La UNICEF a su vez declara que “por primera vez en 30 años, estamos asistiendo al mayor retroceso continuado de la vacunación infantil”.

Esta disminución obedece a múltiples factores, incluyendo condiciones económicas de los países y los efectos de la pandemia de COVID-19, pero quisiera centrarme en el rol de la desinformación y falsas creencias respecto de la necesidad y seguridad de las vacunas, porque es el factor en el que más podemos y debemos influir como equipo de salud entregando a nuestros pacientes y clientes información y orientación correcta sobre los beneficios de la vacunación.

Necesitamos el aporte de todos ustedes para seguir previniendo enfermedad, secuelas y muerte asegurando la adecuada cobertura de las vacunas incluidas en los programas nacionales y las vacunas recomendadas para grupos de riesgo, sin olvidar tampoco las vacunas del viajero, tan necesarias en nuestro mundo globalizado.

Así ayudaremos a las personas a tener vidas más largas, sanas y felices y crear un mundo mejor.

COMITÉ EDITORIAL

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