Arquitectura 268 - 2012

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INDICE Editorial - Arq. Duilio Amándola

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Bastante más que dos - Gustavo Scheps.

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Nunca más - William Rey Ashfield

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Los Concursos de arquitectura - Alejandro Baptista Vedia

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Concursos: una vista desde el llano - Conrado Pintos

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Juego de Concursos - Martín Cobas

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Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Sede Central

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Un paso trascendente hacia la ciudad del futuro Mariano Arana

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Concurso público a Nueva Sede del Banco de la República Oriental del Uruguay Andrés Mazzini

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BIT Centro de Bienvenida, Interpretación y Turismo del Uruguay Colonia

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Entre el río y el tiempo / Laura Aleman

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C.U.R.E. / Centro Universitario, Regional Este - UdelaR

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Notas de este tiempo - Juan Apolo

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Plaza Independencia

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C.A.F. / Corporación Andina de Fomento - Edificio Sede

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Concursos anteriores

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Homenaje a Wilson Ferreira Aldunate (2004)

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Peatonal Sarandí (Intervalo II: Ituzaingó-Alzaibar) (2004)

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Parque Lineal Arroyo Miguelete (Parque Andalucía) (2006)

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Rambla 25 de Agosto de 1825 (2006)

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Costa de Oro del departamento de Canelones (2007)

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Centro Formación de la Cooperación Española en Montevideo (2007)

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Protagonistas de la historia en Uruguay Cátedra de Historia de la Arquitectura Nacional Mary Méndez

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Comité Ejecutivo: Arq. Eneida de León – presidenta; Arq. Ana Bico Varaldi – secretaria general; Arq. Ana Fernández – 1ª vice presidenta; Arq. Lilián Moreira - 2ª vice presidenta; Arq. María de los Ángeles Villar – secretaria de actas; Arq. Alvar Álvarez – secretario administrativo. Consejo Deliberativo: Arq. Duilio Amándola; Arq. Carlos Etchegoimberry; Arq. Anahí Ricca; Arq. Martín Sorondo; Arq. Miguel Ángel Odriozola; Arq. Ramiro Chaer; Arq. Nora Piñon;

Arq. Alejandro Ferreiro; Arq. Héctor Dupuy; Arq. Cristina Colombo; Arq. Silvana Casali; Arq. Cecilia Olivera; Arq. Alicia Meliá; Arq. Gustavo Fernández.

Secretario Político: Arq. Walter Corbo - secpolitica@sau.org.uy Atención al socio y asesoría técnica: Arq. Germán Ducuing - consultas@sau.org.uy 14

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Sociedad de Arquitectos del Uruguay

ARQUITECTURA Número 268 - Año 2012 Órgano Oficial de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay Gonzalo Ramírez 2030 - CP11200 Montevideo, Uruguay Tel.fax: 2411 9556* www.sau.org.uy SAU integra la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA), el Consejo Iberoamericano de Asociaciones Nacionales de Arquitectos (CIANA) y la Agrupación Universitaria del Uruguay (AUDU). Responsable de Revista Arquitectura: Arq. Ana Bico Varaldi Edición y producción: Mario Bellón Asesor por SAU Arq. William Rey Ashfield Asesor en Difusión: Lic. Eduardo Dede Corrección: Cecilia Platero Puig Diseño Gráfico: D+B Comunicación Luis P. Ponce 1443A / (094) 616 697 Imprenta: Mastergraf D.L.:


Editorial Duilio Amándola

La iniciativa de retomar la publicación de la Revista Arquitectura por parte de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU), es el resultado del profundo compromiso que el gremio mantiene con la disciplina y sus actores. Compromiso que en buena medida surge del movilizador contacto con los primeros números de la Revista Arquitectura de SAU, con los documentos fundacionales del gremio, y con las notas destinadas a promover el primer Congreso Panamericano de Arquitectos, todos documentos iniciáticos, desbordantes de contenidos de sustantiva vigencia. Resulta particularmente ejemplarizante y motivante la potente convicción, energía y capacidad de materialización con la que actuaron aquellos precursores. En lo personal debo reconocer que además ha pesado el profundo respeto que siempre he prodigado por aquellos mayores que nos han legado tanta riqueza cultural, a pesar de las adversidades económicas y de la ausencia de recursos tecnológicos. Herencia que podemos encontrar en las obras Arquitectura, en las publicaciones y organizaciones sociales, que tantos aportes hacen diaria-

mente a nuestra formación y crecimiento. Un espacio importante para el registro de estos valores, que opera en sintonía con los aportes que realizan las propias obras de arquitectura, lo constituye esta Revista Arquitectura, que desde su primer número editado el 19 de setiembre de 1914, realiza su contribución como órgano oficial de la Sociedad de Arquitectos. Esta se constituye así en una publicación referente, no solo por ser la primera revista especializada de Iberoamérica editada por una entidad profesional, sino también por ser la primera entre las revistas comerciales, las publicaciones periodísticas, las de los centros de investigación, e incluso, dentro de las ediciones universitarias, como lo es nuestra prestigiosa Revista de la Facultad de Arquitectura (UdelaR) que salió a luz por primera vez recién en el año 1958. Para reafirmar la importancia de Arquitectura basta con observar que la publicación análoga más próxima en el tiempo que se ha encontrado data del año 1917, la revista Arquitectura Cuba editada por la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba, a la cual le sigue el Boletín del Seminario de ARQUITECTURA I 268

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Estudio de Arte y Arqueología, de la Universidad de Valladolid publicado en el año 1919, que contiene artículos monográficos.*

*“Bibliografía Iberoamericana de revistas de arquitectura y urbanismo” - Instituto Español de Arquitectura 1993 / Madrid España.

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Pero lo más increíble es que su primer número forma parte del proyecto fundacional de nuestra sociedad de arquitectos, y que son los mismos colegas los que simultáneamente toman la iniciativa de crear una organización de arquitectos a nivel de toda América, lo que queda registrado en la nota que cursan «a los rectores de las universidades de América, en las que se cursan estudios de arquitectura y a los directores de las escuelas especiales de arquitectura» participándolos de la fundación de la Sociedad de Arquitectos e invitándolos a estrechar vínculos en un gran congreso a celebrarse en Montevideo. Iniciativa que exitosamente culmina en el año 1917 con la creación de la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA) de la que Uruguay, en mérito a sus antecedentes, hoy no solo ejerce la secretaría sino que además se ha constituido en sede permanente. No tenemos excusas para no continuar con este proyecto, tampoco tenemos las dudas ni las incertidumbres propias del inicio, tampo-

co las dificultades tecnológicas de principios del siglo XX, ni las restricciones económicas que tuvieron los colegas, que heroicamente sacaron el número 267 en Diciembre de 2002. Por lo cual no solo nos hemos empeñado en la edición de este número, sino que además dejamos cerrados los compromisos para la publicación el próximo año y la edición de un número especial en el 2014, para el centenario de SAU. Abordamos esta empresa con el apoyo unánime de la Comisión Directiva, que ha comprendido la importancia que significa mantener esta publicación, y que la misma es un compromiso con nuestra disciplina, con nuestra excepcional historia, con la cultura, en definitiva con la sociedad. Solo resta agregar que compartimos la afirmación de Ramón Gutiérrez y Marcelo Martín: «En la revista Arquitectura es donde, sin duda, puede entenderse con mayor claridad las características de la evolución de la arquitectura del siglo XX en el Uruguay» nosotros esperamos que también pueda serlo para la arquitectura del siglo XXI. Esta es la historia particular que nos compromete con quienes hicieron posible la revista Arquitectura.


Bastante más que dos. Gustavo Scheps. Decano de la Facultad de Arquitectura - UdelaR.

Vivimos, felizmente, un año de venturosos reencuentros editoriales. Dos publicaciones ausentes por largo tiempo, han reinstalado su necesaria presencia en el ámbito cultural uruguayo: hablamos -por supuesto- de la Revista de la Facultad de Arquitectura (de la que recientemente publicamos su número 10, luego de un silencio de veintiséis años), y ahora podemos celebrar la reaparición de la Revista de la Sociedad de Arquitectos, una de las más antiguas del continente. Era hora de que la pareja volviera al ruedo. Es que ha transcurrido demasiado tiempo sin contar con revistas institucionales que se ocupen de la arquitectura y el diseño. Y ante su falta, el debate y la crítica menguan, la presencia disciplinar es más débil e incierta y, en consecuencia, la cultura toda se empobrece. Vienen seguramente estas publicaciones a anunciar una incipiente recuperación de la arquitectura en cuanto dimensión de la cultura. Desde ellas podrá impulsarse la difusión de los valores arquitectónicos y alimentar la discusión en

torno a temas de la arquitectura y el diseño. Pero seguramente un rol fundamental será el de presentar a la comunidad, con la mayor amplitud, los aportes específicos que desde nuestra disciplina se pueden realizar. Que son muchos más de los que en general se reconocen, y más originales y complejos, y más relevantes. Pero ¿por qué hablar tanto de estas dos revistas a la vez? ¿Por qué vincularlas? Seguramente cada una tiene su propia identidad. Cada una debe asumir sus propios cometidos y compromisos. Es que más allá de compartir un campo temático, debemos capitalizar creativamente la feliz circunstancia a que asistimos; es momento de asociar y combinar esfuerzos. Para generar sinergias positivas, la interacción debe surgir -precisamente- de reconocer, construir y preservar identidades fuertes; trabajadas con la mayor dedicación. La existencia de una reclama a la otra un esfuerzo extra para profundizar en su propia razón de ser. Es un bienvenido desafío adicional, agregado a los que de por sí impone una ARQUITECTURA I 268

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época de profundas transformaciones culturales, técnicas y académicas, de intercambios e internacionalización, de urgencias sociales y conciencia ambiental, que exige un permanente esfuerzo de actualización del saber, y de ajustes en los marcos del ejercicio profesional. Los retos son múltiples, y en consolidar espacios de donde asociarnos y sumar debemos esforzarnos la academia y la actividad gremial y profesional. Instituyendo el par que permita consolidar las respectivas comunidades (tan hermanas, tan superpuestas, con tanto por compartir) y sus interrelaciones. Asumiendo las responsabilidades de la formación de calidad -en el grado y el posgrado-, de velar por dar respaldo contención y apoyo a la práctica, de difundir y promover

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encuentros de la arquitectura con todos los estamentos de la comunidad; y, sobre todo, de impulsar y favorecer el aporte honesto y comprometido, a la sociedad. Disfrutando la fortuna de ejercer el fantástico doble rol de docente y arquitecto, es que escribo este saludo, tan breve como cálido. Con el más sincero deseo de que esta nueva/vieja Revista de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay tenga el mayor éxito en recuperar y actualizar su larga y honrosa tradición; desde la que, es sabido, habrán de desplegarse los mejores afanes en favor de la excelencia disciplinar, y de un sólido marco ético que la cobije. Con la mejor expectativa ansiedad, aguardamos los arquitectos disfrutarlas de ahora en más, sin pausas; como debe ser. ¡Salud!


Nunca más. William Rey Ashfield

El tiempo de la ausencia es, muchas veces, un tiempo perdido. Así interpreto a estos diez años que median entre la última publicación de la Revista Arquitectura –año 2002y la presente edición. No se trata de una simple sensación o de una vaga idea sin argumento, sino algo más firme. La comprensión y el reconocimiento de su rol fundamental como registro de la producción arquitectónica uruguaya -desde la segunda década siglo XX en adelante- me conduce, inevitablemente, a esa conclusión. Se trata pues, de diez largos años que conforman el período más extenso de interrupción editorial y, por lo tanto también, de mayor afectación a la difusión de proyectos y realizaciones, de ideas y debates, que son tan propios como necesarios en nuestra disciplina. Debemos recordar que Arquitectura fue concebida, tempranamente, en tiempos de dificultades técnicas, económicas y gremiales -el primer número de la misma se anticipó a la creación, en 1915, de nuestra propia casa de estudios, al tiempo que acompañó la separación de aguas entre arquitectos e ingenieros-, llegando a publicar más de nueve ejemplares al año,

durante su primera década de existencia. Comienzos removedores que resultan también pioneros, no solo para Uruguay sino también para América. Algunos trabajos de reflexión disciplinar han hecho referencia ya a la importancia de esta revista como estructura discursiva o relato, como espacio de selección de obras y como línea de expresión ideográfica. Pero quizá reste aun, plantear algunas preguntas cuyas respuestas permitan ponderarla en su más justo y verdadero alcance. Así por ejemplo: ¿cuánto debió pesar esta publicación en el posicionamiento regional e internacional de nuestra arquitectura y de los arquitectos uruguayos?, ¿cuánto incidió la misma en el hecho concreto de que Uruguay fuera sede del primero de los congresos panamericanos de arquitectos, en 1920?, ¿qué capacidad real tuvo como espacio consagratorio de nombres y ejemplos de obras construidas dentro de la historiografía nacional y latinoamericana? Desde un análisis más detenido: ¿se han verificado tendencias o modalidades doctrinarias específicas a partir de ciertas presencias dentro de su dirección editorial?, ¿se establecen correlatos claros o ARQUITECTURA I 268

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evidentes entre líneas renovadoras y de experimentación arquitectónica respecto de los ejemplos seleccionados para su difusión? Todas éstas son preguntas que buscan respuestas. Aun así, creo que es posible aventurar ciertas consideraciones, bastante evidentes. Arquitectura ha sido una publicación abierta, que ha permitido una real coexistencia de líneas diversas de producción y de adscripción a la modernidad arquitectónica. Este fenómeno no ha resultado tan claro, sin embargo, en ámbitos análogos, pertenecientes a otros países americanos. Tampoco lo fue en España, donde la experiencia moderna –me refiero a la de mayor compromiso vanguardista- debió esperar largos años para ser registrada dentro de muchas publicaciones gremiales. Esta capacidad inclusiva, incorporando lo diverso, nos habla de un espacio de libertad, de apertura al cambio, marcado siempre por un cierto eclecticismo cultural –fenómeno que caracterizó a diversas generaciones de arquitectos uruguayos- y que permitió también la consolidación de un medio libre de restricciones o limitaciones doctrinarias. Es verdad, sin embargo, que en ella se identifican, a lo largo de su historia, ciertos silencios y determinadas ausencias, que no son fácilmente explicables: ¿por qué fue tan acotada la información que Arquitectura nos brindó acerca del pasaje de Le Corbusier por Montevideo, siendo este una personalidad de referencia, además de un actor perteneciente a la cultura francesa y hegemónica?, ¿por qué algunas firmas –este es el caso del estudio de los arquitectos Isola y Armas- están tan escasamente representadas, aun cuando su producción es grande, además de 20

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interesante? Estas son incógnitas –a las que también interesaría dar explicación- pero que tienen algo de excepcionales dentro del amplio espacio de publicación y difusión que significó esta revista. Efectivamente, quizá sean excepciones que -como dice el refrán- confirman la regla. Quizá no. No lo sé. Posiblemente, esta larga y última recesión de una década exigirá una explicación en términos culturales o de estrategias de comunicación -o simplemente de la falta de dichas estrategias- pero sin caer en la torpe búsqueda de responsables con nombre propio. Creo que a todos nosotros, a todos quienes estamos vinculados a la Sociedad de Arquitectos, nos corresponde la responsabilidad de lo sucedido, al tiempo que nos exige asumir el compromiso de un “nunca más”. La temática de los concursos abre este nuevo número de Arquitectura. Creo que constituye un eje importante para repensar las múltiples experiencias y caminos elegidos por nuestros profesionales, en ese ámbito tan competitivo como estimulante a la creación que es el concurso de arquitectura. Ver los cambios de mirada y de ejercicio proyectual sucedidos en diez años ayuda a ver, también, la velocidad de los cambios producidos en nuestra disciplina. Finalmente, importa recordar que la reaparición de Arquitectura se produce a tan sólo dos años de su centenario fundacional, siendo esto un verdadero desafío para todos nosotros. Trabajemos entonces para estar a la altura de aquellos pioneros que nos precedieron, cumpliendo esa efeméride con un producto editorial tan valioso como nuevo.


Los Concursos de arquitectura Alejandro Baptista Vedia

¿Cómo hablar en forma objetiva de algo en lo cual me he involucrado durante tanto tiempo y que ha significado tanto en mi vida profesional y personal? Mucho se ha hablado y seguramente se hablará sobre las garantías que ofrece esta institución para la obtención de un producto de alta calidad; como democratizador de oportunidades para todos los colegas, más allá de las vinculaciones que se puedan tener, y para acceder en un mercado que ofrece escasas oportunidades a determinados programas arquitectónicos que rara vez se presentan en la vida profesional o están reservados a los equipos técnicos especializados. A veces se tiene la suerte de ganar y otras veces, también se tiene la suerte de que se construyan. He aquí una primera debilidad del mecanismo del concurso y la razón por la cual en ocasiones se duda en presentarse. La aspiración legítima de quien participa en un concurso es no solo ganarlo sino ver concretado en obra, el fruto de su trabajo. Era sin duda el principal atractivo de los concursos para estudiantes de la rifa de arquitectura, junto con el honor del reconocimiento de su

propuesta. No sé si esto tendrá vigencia todavía. Me gustaría creer que sí. Como creo que también sucede a nivel profesional el gremio debería extremar los esfuerzos para asegurarse de que ello se cumpliera o simplemente no alentar llamados cuando esas garantías no están dadas. Los arquitectos desean que su trabajo sea remunerado, lo que es lógico y legítimo, pero no es una preocupación secundaria que la obra se concrete o no. Relativicemos también el resultado. Si la secuencia de decisiones del proceso proyectual se toma en forma correcta y «los planetas se alinean» durante el proceso de deliberación del jurado, tal vez se gane o se este entre el grupo finalista. Un jurado esta constituido por un grupo de colegas que son gente de su tiempo y su circunstancia personal y colectiva. Su fallo, inapelable por definición de las bases, representa su convicción en ese tiempo y en esa circunstancia. El concurso de arquitectura es un desafío intelectual que permite medirse uno mismo y con sus pares. Desafío personal y profesional, en esa doble condición que todos poseemos. Es poner a punto, actuaARQUITECTURA I 268

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lizar o sistematizar pensamiento y reflexiones en torno a la disciplina y el sustento teórico que da soporte argumental al proyecto en cuestión. Afinar los procesos proyectuales, ajustarlos en función de los tiempos y características de la entrega solicitada. Desafío económico en tiempo y dinero, y desafío familiar al poner a prueba la resistencia de aquellos a los que postergamos durante el desarrollo del mismo. Pero por sobre todo, los concursos son una forma de crecer, y como en todo crecimiento, el proceso es doloroso y gratificante a la vez. Los concursos constituyen parte de mi biografía personal. He participado en ellos como estudiante y como profesional. Y esa participación supuso ser asesor, jurado y actor, en los dos órdenes. Desde mi condición docente, los he propuesto como ejercicio parcial de cursos de proyecto. He sido jurado designado por los participantes en concursos de estudiantes y de arquitectos y también he sido asesor y promotor, desde mi actuación en la Comisión de Concursos de la SAU. He participado en concursos públicos de anteproyectos y concursos privados por invitación. Conformando diferentes equipos, hemos 22

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participado en concursos nacionales e internacionales. Hemos ganado, hemos obtenido alguna otra distinción y también hemos perdido. Equipos que han variado en el tiempo, aunque últimamente una relación sustentada en la complementación de capacidades profesionales con alto grado de afinidad proyectual, y una entrañable relación familiar y de amistad, ha creado condiciones más estables para su conformación, consolidando una base permanente de trabajo, no exenta de libertades de asociación. Los concursos son instancias de alta densidad vital, que abren un vacío luego de los momentos vividos. Es necesario respirar un poco, volver al ritmo normal de trabajo y esperar al próximo. Porque aunque no pocas veces se piensa que «este» será el último, la tentación queda latente. Es muy difícil negarse a vivir intensamente.


Concursos: una vista desde el llano Conrado Pintos

Muchas cosas se han dicho y escrito en contra y a favor de los concursos. La mayor parte son ciertas. En contra: - que constituyen una forma elegante de (auto) explotación de un sector determinado de la profesión; - que con demasiada frecuencia el comitente (público o privado) se desentiende de sus responsabilidades y ni siquiera encarga el proyecto; - que alguna vez el comitente se ha sorprendido por la inadecuación a los fines o al presupuesto del producto seleccionado; - que las exigencias de presentación son desproporcionadas con su finalidad y desproporcionado también el sibaritismo funcional de los programas con la atención que a ellos prestan los jurados; - que abundan los jurados más preocupados por demostrar su afinidad con léxicos de proclamada vigencia en ciertos medios que por imaginar la vida que los proyectos proponen (o permiten); - que frecuentemente los fallos no explicitan argumentos disciplinares de peso que permitan inferir un criterio de selección y se transforman en la constancia de un talante, de una adhesión o un rechazo de índole subjetiva provocados por al-

gún aspecto parcial de las propuestas juzgadas; - que muchos integrantes de los Colegios (Asesores y Jurados) de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay no tienen la formación específica ni la trayectoria exigible para el ejercicio de esos roles. A favor: - que el mecanismo acerca la posibilidad de un encargo de importancia a arquitectos que, en ausencia de vínculos sociales, económicos, políticos, religiosos, etc. sólo disponen de su idoneidad profesional para acceder a esas oportunidades; - que el concurso permite, (teóricamente) al comitente elegir la respuesta más adecuada a sus necesidades. Esto es particularmente importante en el caso de jerarcas del sector público responsables del manejo de dineros de la sociedad; - que la multiplicidad de propuestas implica, casi siempre, desvelar una gama de potencialidades del tema y su emplazamiento sorprendentemente más amplia que la prevista; - que la concurrencia en torno a un problema de múltiples respuestas (muchas de ellas de calidad) genera un fértil campo de reflexión y polémica al interior de la disciplina. ARQUITECTURA I 268

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Se podría seguramente agregar ítems a estas listas, ser más exhaustivo, o más preciso y aun ceder a la tentación de aludir, citar o contestar y alejarse así de lo que realmente importa: preguntarse acerca de la vigencia y las potencialidades de una herramienta que desde los albores de la modernidad ha jalonado y dinamizado nuestra cultura disciplinar. El autor de estas líneas no alberga dudas al respecto: no solo debiera preservarse la figura del concurso, no sólo debieran eliminarse las distorsiones que recortan el universo de participantes o amenazan la calidad de las propuestas, sino que por el contrario debiéramos todos los actores aunar esfuerzos para potenciar y ampliar este mecanismo como una vía privilegiada para el reposicionamiento de la arquitectura en la cultura del país. Este objetivo –insoslayable e impostergable- precisa, a nuestro entender, de un aumento sustancial de la masa crítica de arquitectura de calidad reconocible. Los concursos, se sabe, no producen per se buena arquitectura, pero alientan su aparición. Y la buena arquitectura como es sabido y olvidado, es un ingrediente privilegiado e insoslayable de nuestra cultura. Ahora bien, para zafar del cómodo limbo de los diagnósticos y los buenos deseos es preciso tener conciencia de las posibilidades y obligaciones de los diferentes actores involucrados. En este universo podemos distinguir a aquellos vinculados a la promoción y concreción de la demanda de aquellos que intervienen en la producción de la respuesta. En el primer grupo, la Facultad de Arquitectura y la Sociedad de Arquitectos debieran, a nuestro entender, asumir un rol protagónico en la promoción de concursos. La Facultad ha contemplado, con des24

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esperante pasividad, cómo hasta la propia Universidad de la República ha resistido el mecanismo (desconociendo no sólo sus virtudes sino también la mejor historia de la Institución). Hoy, cuando nuestra Facultad ha emprendido una firme política de reposicionamiento de la disciplina en la cultura del país los concursos le alcanzan una herramienta de envidiable eficiencia. En lo que a la Sociedad de Arquitectos refiere, los números de las últimas dos décadas muestran un panorama de escasez preocupante. No ha existido, por razones que no es el caso analizar aquí, la voluntad política de promover concursos en el sentido de provocar su aparición, de mostrar las ventajas del procedimiento y actuar para disminuir sus debilidades. Lograr que una pequeña proporción de lo que los entes de vivienda, educación, salud, cultura, finanzas etc., deben construir en cumplimiento de sus obligaciones se concursara generaría una apertura y un clima de intercambio disciplinar que no puede más que beneficiar al colectivo. En lo que respecta a los comitentes -grandes beneficiarios de un esfuerzo desmesurado de la profesión- debieran tener claro, en el caso de los públicos que el deber de una autoridad, un jerarca, es obtener el mejor resultado a cambio del dinero de la sociedad que usa, y no el más fácil o el más obsecuente. Todos, públicos y privados, debieran asumir que la realización de un concurso implica un serio compromiso, no un evento promocional. El ejemplo del Banco República, impulsando y concretando una obra de magnitud en medio de climas no siempre favorables contrasta con la triste memoria de otros llamados cuyos comitentes se han desentendido sin sentir el mínimo


impulso de explicar razones (Club Banco República, Círculo de Tenis, Plaza Independencia, Agrupación UTE, Sector Rambla Sur/Escollera, Barrio Reus Sur, etc. etc.) Si miramos el universo de la producción de respuestas también allí nuestro gremio debiera revisar algunas prácticas: el reglamento de Concursos prevé ciertos mecanismos para el acceso a los Colegios (Asesores y Jurados) que han sido objeto de un uso frecuentemente abusivo o inapropiado. No todo lo que es legal está siempre bien. Para integrar estos colegios es necesario, como ya se dijo, tener una formación específica y una trayectoria que respalden la designación. La afinidad política no es necesaria ni, mucho menos, suficiente. La tarea de un Asesor implica responsabilidades en las dos direcciones: es el intérprete del comitente en la formulación del programa y debiera ser su garante en el fallo recordando al jurado que debe juzgar en referencia a las bases (ojalá esta afirmación fuera una perogrullada). En este sentido es también, o debiera ser, el garante de los concursantes (mismo comentario). Debiera también recordar a éstos al momento de exigir entregas que cumplan el rol de comunicar una propuesta a un grupo de gente técnicamente capacitada. Se concursa un edificio, no una exposición. De los jurados, ya se ha hablado. Y

además está muy claro: debe ser gente con una formación específica y exigente. No mejor que otras: específica, proyectual, para leer adecuadamente virtudes y carencias. Y hacerlo desde el programa, que es el punto de referencia común a todos los concursantes: es eso lo que se concursa y no lo que a un jurado se le ocurra que es mejor (para cambiar los aspectos insatisfactorios está la etapa del proyecto) Por último: debe explicar sus razones por escrito. Cuestiones de simetría. En lo que a los concursantes respecta (bando en el que suelo militar con cierta frecuencia) si todo lo anterior se cumple sólo tendremos que hacer lo que hay que hacer y hacerlo lo mejor posible si aspiramos a ganar. Eso sí, debiéramos empezar por renunciar a algunas cositas y a practicar otras. Renunciar a envolver nuestras propuestas para regalo (léase: con nieblas, lluvias, contraluces, brillos, “blurreados”, bandadas de pájaros y otros edulcorantes) ya que, lejos de colaborar a una mejor comprensión, estos recursos pueden leerse como una falta de confianza en la idoneidad técnica de los jurados. Debiéramos, eso sí, aprovechar estos eventos a partir de la riqueza que la diversidad de lecturas propone, para reflexionar y por qué no, polemizar. Esa es una gimnasia privilegiada para el intelecto y una inigualable puesta a prueba del pensamiento disciplinar propio. ARQUITECTURA I 268

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Juego de Concursos (nueve notas sobre concursos, juegos y contratos) Martín Cobas

01 Números (prólogo y epílogo) Una cuenta simple: para los últimos concursos de mayor importancia en el medio local se han presentado entre 50 y 85 proyectos. Tomemos un promedio de 70 trabajos. Supongamos, solo a modo de ejemplo y asumiendo la imprecisión de la simplificación, que en cada equipo trabajan 5 personas (arquitectos y colaboradores). También, digamos que esas 5 personas tienen una dedicación a tiempo parcial durante cuatro semanas de trabajo. Así, tenemos a 350 personas trabajando 4 horas por día durante 20 días. Es decir, 28.000 horas de trabajo; a $200 por hora trabajada, $5.600.000 o US$280.000. Los concursos no son un juego.

1 Robin Evans, “Figures Doors and Passages”, en Space Reader, Heterogeneous Space in Architecture, ed. Michael Hensel, Christopher Hight y Achim Menges (Londres: John Wiley & Sons, 2009). 73-96, 73. Trad. del autor. 2 Véase Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, Vigésimo segunda edición, 2001. 615.

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02 Figuras (del dibujo al mundo) Robin Evans, en un famoso artículo de 1978, Figuras, puertas y pasillos, sugiere que las plantas de arquitectura contienen la ausencia del individuo que las ocupa, sus desplazamientos, sus posibilidades y constricciones: «si algo es descrito por una planta de arquitectura, esto es la naturaleza de las relaciones humanas».1 La premisa no es nueva y ciertamente tampoco excluyente. Sin dudas el propio Evans conoce las complejidades de

este circuito, que lejos de ser unívoco y unidireccional, asume condiciones extravagantes. Sabemos, en cualquier caso, que la arquitectura no es un juego; que su impacto es grandísimo y duradero. Rossi también lo sabía. Y que los recientes efectos experimentales por conducir a una arquitectura reactiva, resiliente y operativamente transformable (¿orgánica entonces?) son emergentes y aun francamente insuficientes. Y tal vez nunca predominantes. Porque la arquitectura no es un juego. 03 Concursus (¿concurso?) Concurso, del latín concursus, quiere decir, ante todo, concurrencia. Es decir, también, «coincidencia, concurso simultáneo de varias circunstancias» (digamos aquí, de los participantes a un concurso); y finalmente, en la quinta acepción de la Real Academia, «competencia entre quienes aspiran a encargarse de ejecutar una obra o prestar un servicio bajo determinadas condiciones, a fin de elegir la propuesta que ofrezca mayores ventajas». 2 Por lo tanto, supone reunirse con un propósito común, un objetivo único. En el caso de la arquitectura, ese objetivo es el desarrollo de la mejor solución (en el plano de las


ideas, el anteproyecto o el proyecto, según el caso) para un problema arquitectónico dado. Claro está que la mejor solución es más bien un consenso entre partes en un lugar y circunstancias precisas antes que una mejor solución a secas, en abstracto. Ni unívocos ni francamente lineales, los procesos de la arquitectura resultan de un escenario de posibilidades. Aquí radica el doble agenciamiento del mecanismo: una reunión que luego es disecada, minuciosamente anatomizada para discernir. Este el trabajo del jurado; tampoco un juego. 04 Genealogía (¡tantos concursos!) Una rápida y parcial genealogía de los concursos de arquitectura podría comenzar con el ilustre ejemplo del duomo de Santa Maria del Fiore de Brunelleschi en 1418, siguiendo con el Parlamento Inglés de Charles Barry en 1835 y, más modernamente, la Ópera de Sydney de Utzon, el Centro Pompidou de Piano y Rogers, el parque de la Villette de Tschumi, la Biblioteca de Francia de Perrault, el puente del Milenio de Foster, Caro y Arup, la Terminal Marítima de Yokohama de Moussavi y Zaera-Polo, y hasta pequeñas y deliciosas incursiones museísticas como la de Libeskind en Osnabrück. En esta misma dirección apunta una de las políticas arquitectónico-urbanísticas más inteligentes de los últimos años: la experiencia de Medellín, Colombia, con una (por lo menos aparente) democratización radical del mecanismo. La lista es inmensa y está poblada de ejemplos que exceden los 500 proyectos participantes. Notablemente, lejos de ser una enumeración de valor únicamente cuantitativo, la lista incluye varias obras paradigmáticas de la historia de la arquitectura. Entre estas se cuentan no solamente productos de las modas rampantes de momentos históricos particulares sino también nuevos paradigmas, giros que permiten constatar que el binomio concurso-arquitectura, lejos de funcionar como un sistema de

homologación cultural ha permitido, en incontables situaciones, inducir cambios radicales. 05 Affaire (amor racional) (síntesis primera) El affaire concurso-arquitectura es enormemente ilustre y permite constatar tres cuestiones: primero, el recurso sistemático en la historia a la modalidad concurso (asociado natural y predominantemente a los sistemas democráticos desarrollados, como puede deducirse de la nota anterior); segundo, la significación sustancial que los resultados del modelo de concurso representan en la historia de la arquitectura y, particularmente, en el momento contemporáneo; y por último, más a modo de indagación que de constatación, las condiciones y posibilidades del modelo en situaciones que podríamos llamar de estrés cultural e inestabilidad político-económica. Aquí nuestro problema. 06 Triunfo (y fracaso) El concurso público (en sus diversas variantes) es, hasta hoy, el modelo más desarrollado y democrático de producir arquitectura (es decir, cultura material) en las sociedades modernas. Es ciertamente imperfecto, problemático, costoso; pero es el mejor. Uruguay goza de una (supuesta) feliz asociación entre la idea de democracia y el modelo de concursos públicos como procedimiento de selección en diversos ámbitos y escalas de la esfera pública (se concursan cargos, académicos y administrativos, se licitan obras, se presentan antecedentes, etc.). No obstante, la línea que separa el triunfo del modelo de su fracaso es tenue y ha sido infringida en más oportunidades que las deseables en la historia reciente del medio local. El ámbito: la arquitectura (que no es un juego). Concursos postergados hasta el absurdo (el de anteproyectos para el SODRE, 1986), concursos librados a la incertidumbre de coyunturas políticas y económicas (el de anteproyectos para el BROU, ARQUITECTURA I 268

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2009), o concursos sin efecto real (el de anteproyectos para la remodelación de la Plaza Independencia, 2010). Las razones esgrimidas en cada caso han sido múltiples y, a veces, pretendidamente elocuentes; pero hay dos elementos que suelen despuntar en todos los casos: los políticos y los económicos. ¿Es moral y éticamente legítimo el lanzamiento de concursos públicos sin el respaldo político y económico que garantice el cumplimiento efectivo en tiempo y forma de las bases? ¿Qué responsabilidad cabe a las instituciones que los auspician, más allá de las obvias que presentan los promotores? Porque, finalmente, nadie debiera querer ser la cara visible de una suerte de empresa fraudulenta. 07 Boomerang (¡tantos fracasos!) El concurso dejado sin efecto o aquel que se desarrolla en incumplimiento de las bases se transforma en un poderoso instrumento anti-democrático. Una suerte de boomerang: un dispositivo perverso que viste engañosamente con pretensión de democratización y que desplaza en ese movimiento una inusual cantidad de trabajo, dedicación y proyección. Opera como un engaño, imprimiendo atención en unos pocos (en algunos casos única explicación posible para su lanzamiento), e incalculables pérdidas, intelectuales y económicas, en mu-

Daniel Espósito, en entrevista, El Observador, 11 de agosto de 2012. 9. 4 Equipo: Fábrica de Paisaje. Autores, Arqs. Fabio Ayerra, Marcos Castaings, Martín Cobas, Federico Gastambide, Javier Lanza, Diego Pérez, y colaboradores. 5 Daniel Espósito, en entrevista, El Espectador, 31 de agosto de 2012. Archivo de audio digital. 6 Marcos Castaings, en conversación con el autor, 7 de noviembre de 2012. 7 No se pretende disimular aquí el carácter autorreferencial de estas anotaciones, pero en cualquier caso se cree estimable considerar que el Concurso de Anteproyectos para la remodelación de la Plaza Independencia es por demás ilustrativo de varios de los puntos mencionados en estas notas, y del característico desamparo que campea en relación a quienes ganan un concurso público de arquitectura. 3

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chos. Y estos “muchos” no son simplemente el colectivo de arquitectos, sino todo el cuerpo social, toda la esfera pública. Los concursos son costosos, y los concursos abandonados representan, de facto, un uso irresponsable de los dineros públicos. Y aquí se deja de lado la legítima suposición de que un concurso analizado y fallado supone un compromiso en la construcción de una ciudad mejor. Si las instituciones involucradas (en especial la SAU y la Facultad de Arquitectura de la UdelaR, habituales auspiciantes de los concursos públicos de arquitectura) no son capaces de articular los mecanismos y garantías suficientes, deberemos, como colectivo, asumir la banalización del mecanismo y su consecuente desvalorización intelectual y democrática. Porque el valor del concurso público no existe en el concurso per se, sino que surge del cumplimiento de sus bases, el más cabal respeto por sus resultados y la disposición de los mecanismos administrativos tendientes a su concreción. Sin ello, su sentido como práctica esencial en el modelaje de la cultura material de una sociedad democrática aparece sustancialmente debilitado. 08 Sospecha (y silencio) En entrevista realizada por El Observador de fecha 11 de agosto de 2012, el ex Director de Espacios Públicos de la IM, Sr. Daniel Espósito, refiriéndose a los reclamos realizados por el equipo ganador del concurso de anteproyectos para la remodelación de la Plaza Independencia en relación al cumplimiento de las bases, afirma que hay «intereses corporativos». 3 El comentario, que no pasó inadvertido para quien suscribe estas líneas por ser integrante del equipo premiado,4 sí parece haber pasado inadvertido para el público general y, de modo más preocupante, para las instituciones que involucran al colectivo de arquitectos. Posteriormente, en entrevista radial realizada al Sr. Espósito en El Espectador, este

afirma que se dejó a «librepensadores hacer lo que se les cante en el espacio público».5 Quisiera suponer, y efectivamente constatar, que estas son opiniones aisladas y no compartidas por las instituciones de referencia. Más aun, aspiraría a escuchar un rechazo franco y cabal a las mismas, en tanto claramente suponen una versión elocuente de la «deslegitimación política de la cultura».6 El silencio genera, sin embargo, una razonable cuota de duda. 7 Otra vez el boomerang. Aquí el juego lo gana la política. 09 Contrato (y juego) (síntesis segunda) Los arquitectos hemos olvidado sistemáticamente que las bases de un concurso público tienen, a todo efecto legal, el estatus de un contrato; es decir, son objeto de derecho, y su cumplimiento cabal es obligación legal del promotor. Los concursantes, se sabe, aceptan el contrato por el mero hecho de participar en el concurso. Pero ese contrato. Resulta penoso constatar cómo en varias oportunidades estos contratos han adolecido de innumerables imprecisiones, fundamentalmente en relación a los compromisos entre las partes y las responsabilidades implícitas que surgen de su propio lanzamiento. En sus diferentes formatos, los errores se han repetido una y otra vez, exponiendo territorios ambiguos sobre las responsabilidades de los promotores antes que las de los concursantes. Poco feliz, también, ha sido en algún caso el desempeño de las asesorías (baste recordar el impertinente e irrespetuoso bajo continuo “RAE” en las respuestas a las preguntas en el concurso de anteproyectos para la CAF), agregando una nota discordante a un ya debilitado modelo. Un contrato no es un juego. No juguemos más al concurso si el juego no se termina. 28.000 son muchas horas para no terminar el juego. Hay otros juegos más cortos, más banales. Y más autoritarios también. Y todos lo sabemos.


Banco de la Rep煤blica Oriental del Uruguay Nueva Sede Central

Arq. Gonzalo Balarini Presidente del Jurado en representaci贸n del BROU Arq. Justo Solsona Jurado Extranjero invitado por el BROU Arq. Mariano Arana Jurado de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay Arq. Ruben Otero Jurado Electo por los Concursantes Arq. William Rey Jurado por la Facultad de Arquitectura Arq. Angela Perdomo Asesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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Un paso trascendente hacia la ciudad del futuro Mariano Arana

Montevideo es una ciudad puerto; no un puerto con una ciudad a sus espaldas. Y sin embargo la bahía (el ámbito paisajístico más relevante y atractivo de nuestra capital), aparece cada día más cerrado al uso y goce de sus ciudadanos. Nadie puede discutir la enorme importancia que la actividad comercial tiene para el presente y el futuro de nuestro crecimiento. Pero crecimiento no es sinónimo de desarrollo. Y desarrollo supone una equilibrada y sensible postura, capaz de compatibilizar la riqueza económica con la riqueza estética y cultural. Resulta por lo mismo incompartible que el organismo estatal con competencia en el área portuaria, convalide la acumulación de contenedores y enormes galpones, impidiendo las visuales que desde las calles de la Ciudad Vieja, se convino en respetar. Por ello, me parece de estricta justicia aplaudir la contrastante decisión del Poder Ejecutivo, viabilizando la construcción de nuevas edificaciones promovidas por el Banco de la República, que habrán

de erigirse en la manzana limitada por las calles Zabala, Piedras, Solís y 25 de Agosto. El correspondiente proyecto (*) es el que resultó vencedor - por decisión unánime del jurado – en el Concurso Internacional al que se presentaron 67 trabajos de equipos uruguayos, argentinos, chilenos y europeos. En primer lugar, debe señalarse que no se trata, tal como equívocamente se ha afirmado, de una «torre», sino de una serie de servicios bancarios y oficinas para atender las crecientes demandas empresariales en el área; y debe destacarse que entre las exigencias promovidas por el Directorio del BROU, está la de mantener y recalificar el edificio de la Aduana Vieja y el de rescatar los vestigios de la antigua Atarazana de Montevideo, obras de origen colonial que habrán de albergar un museo y una biblioteca. La excelente propuesta que resultó ganadora en el mencionado concurso, propone además, una terraza elevada abierta al uso público, de cara al recinto portuario. Este proyecto permitirá, por otra parte, revertir la indecorosa situa-

(*) Los arquitectos uruguayos Alejandro Baptista Pereyra, Alejandro Baptista Acerenza y Horacio Flora son los autores del proyecto premiado.

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ción actual de una manzana convertida en mero estacionamiento a cielo abierto a la entrada misma de nuestra ciudad. Ejemplo emblemático, capaz de conjugar el respeto de un singular patrimonio histórico con una convincente y rotunda apuesta modernizadora. Por lo expuesto nos resulta mezquino, por decir lo menos, el cuestionamiento planteado acerca de una realización que, confío, habrá de enriquecer nuestra cultura urbana y consiguientemente, contribuir a una mejor calidad de vida para nuestra gente. Algunas razones para concretar su construcción: a) A nivel de gobierno se ha definido a Uruguay como país de turismo, con crecientes y muy buenos resultados económicos en los últimos años (se prevé un ingreso de unos 2.000 millones de dólares para el presente año 2012); b) Montevideo sigue siendo el principal destino turístico a nivel nacional; c) La Ciudad Vieja constituye la concentración patrimonial – arquitectónica, urbanística y paisajística - más relevante del país; d) La Ciudad Vieja ha sido declarada de interés prioritario y desde 1980 está particularmente tutelada por la IMM, la que ha venido realizando significativas inversiones y promoviendo numerosas coordinaciones público-privadas;

urbana resulta deprimente, precisamente en un área que es la que primero perciben los visitantes extranjeros que llegan, por vía marítima, en los numerosos cruceros que hacen escala en la capital. (Es de hacer notar que ese predio es el centro del «caminatour» preparado a nivel oficial para los turistas que llegan a Montevideo); f) En el año 2009 se convocó un Concurso Internacional de Anteproyectos para ampliar la sede central del BROU donde fueron 67 los trabajos presentados. El jurado constituido por 5 arquitectos (uno de los cuales – Justo Solsona – de prolongada y muy destacada actuación profesional y docente en la República Argentina) seleccionó por unanimidad el trabajo ganador; g) El anteproyecto triunfante atiende los múltiples requerimientos exigidos en las bases del concurso y consigue un convincente relacionamiento con las preexistencias arquitectónicas y con su entorno urbano proponiendo además una atractiva terraza-mirador con vistas al puerto y a la bahía. Complementariamente, logra una imagen de rotunda contemporaneidad que puede constituirse en un jalón cultural de inusual relieve para la región; h) Tal como sucedió con los edificios del Teatro Solís, del auditorio del Sodre, o de la sede del Poder Ejecutivo, la obra puede transformarse en un notorio factor de prestigio gubernamenta.

e) La manzana delimitada por las calles Piedras, Solís, 25 de Mayo y Zabala (detrás de la sede central del BROU) cuenta con dos edificios coloniales de valor testimonial relevante: la Aduana Vieja, de razonable mantenimiento y la Atarazana en estado semi ruinoso; manzana destinada para estacionamiento vehicular a cielo abierto. Como resultado de ello, la imagen ARQUITECTURA I 268

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Concurso público a Nueva Sede del Banco de la República Oriental del Uruguay Andrés Mazzini

A casi 100 años del concurso que dio lugar a la construcción de la vieja Sede del Banco de la República, este convoca nuevamente para seleccionar el anteproyecto destinado a dar forma a una nueva y actualizada sede, buscando concretar una respuesta ajustada a la demandas que plantea la actual dinámica de la actividad bancaria. La convocatoria no es un hecho aislado, sino que se inserta en un largo proceso de proyectos y gestiones orientados a mejorar las condiciones del entorno de la sede central, muy deteriorado por la sumatoria de operaciones que respondían a varios proyectos urbanos (todos ellos inconclusos) que buscaban dar mayor visibilidad al monumental edificio. Diversas actuaciones –impulsadas desde distintas administraciones departamentales- tuvieron como consecuencia la expropiación y demolición de numerosos edificios y en particular, la casi totalidad de los situados en la manzana situada al norte de la Sede Central, en la que solo quedaron en pie la vieja Aduana y la Atarazana, esta última casi en ruinas. A partir de la década de los 80 se producen numerosos llamados de 32

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atención sobre la situación de este sector y en los años sucesivos se realizan varias propuestas para revertir su estado de degradación urbana, siendo esta manzana objeto de preocupación tanto por parte de la Comisión Especial Permanente de Ciudad Vieja a nivel departamental, como por la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación y el Ministerio de Educación y Cultura. En los últimos años, el propio directorio del BROU ha invertido y promocionado la recuperación edilicia en edificios vecinos -como es el caso de la Iglesia de San Francisco-, y ha finalizado el proceso de adquisición de todos los predios de la manzana delimitada por la rambla 25 de Agosto, Solís, Zabala y Piedras. La realización del nuevo concurso para sede del BROU se inserta entonces en un proceso de años, que pretende mejorar las condiciones arquitectónicas, urbanísticas y ambientales de la Ciudad Vieja, partiendo de la recuperación y puesta en valor de su gran riqueza patrimonial en el entendido de que se trata de un beneficio para la ciudad toda.


La convocatoria estuvo precedida por una intensa coordinación entre las instituciones implicadas, que culminó en un importante dossier que acompañó las Bases, elaborado por un equipo de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, en el marco de un Convenio con el Banco de la República. En ese sentido el Concurso estuvo pautado por una serie de instancias previas que pueden señalarse como innovadoras y muy adecuadas en relación con la magnitud y complejidad de los diversos problemas a resolver. Entre ellos se señala: - la voluntad de conservar, recuperar y rehabilitar las edificaciones y ruinas pertenecientes a la Aduana y la Atarazana, ambas Monumentos Históricos Nacionales; - La generación de casi 30.000 metros cuadrados de nueva construcción destinada a resolver las distintas demandas planteadas por el funcionamiento bancario y todos sus servicios vinculados; - La consideración, puesta en valor y resignificación de la sede existente vinculada al nuevo complejo bancario; - La resolución de un adecuado vínculo entre el nuevo edificio, el entorno inmediato de la Ciudad Vieja, y la inserción en relación con el espacio público que genera la Rambla 25 de agosto; - La consideración de los aspectos vinculados al patrimonio arqueológico en toda la manzana en aten-

ción a los estudios previos que in- de oficinas, dispuestas a 90º (una dican la cautela arqueológica para sobre calle Piedras y la otra sobre el predio; Solís), configurando una nueva es- La necesidad de satisfacer la de- pacialidad que a su vez contribuye manda de estacionamientos. a generar mejores condiciones ambientales en la gran terraza. Al concurso, auspiciado también por la Sociedad de Arquitectos del Uru- La relación con la vieja sede se proguay, se presentaron 67 proyectos, pone a través de la transparencia los que fueron evaluados por un generada en la placa sobre Piedras, jurado de gran jerarquía que ana- totalmente vidriada en su parte lizó en profundidad las propuestas, central, y también por la comunidestacando aquellas sobresalien- cación a nivel del gran hall de la tes en cuanto a la resolución de los monumental construcción. desafíos planteados. Un planteo netamente contemporáneo, con un tratamiento integral El proyecto ganador, -que afortuna- que contempla condiciones amdamente se encuentra ya en proceso bientales, climáticas y de sustende licitación-perteneciente a los ar- tabilidad, respondiendo adecuadaquitectos Baptista, Baptista, Flora, mente a los aspectos patrimoniales es el que unánimemente el Jurado en lo arquitectónico-urbanístico, considera que mejor se ajusta a los a los requerimientos funcionales y requerimientos de las bases. que además aporta una nueva significación para el conjunto. El mismo señala la sencillez y calidad del planteo, la acertada opción Debe señalarse que los demás prode considerar una oportunidad la yectos premiados, plantean otras recuperación de la Aduana y la Ata- interesantes opciones que también razana a través de la generación de responden a los requerimientos un área cultural que, materializada exigidos, con propuestas de gran a la interna en un gran basamen- calidad. to, genera en su plano superior un En suma, un muy bienvenido conamplio espacio exterior-terraza- curso público, que confirma una vez mirador, que permite integrar vi- más las bondades del procedimiensualmente la Rambla y la bahía al to, ya sea por sus resultados como conjunto. Basamento y terraza se por el proceso que condujo a su relacionan entre sí por un patio cir- concreción, asegurando el aporte cular que rodea la Atarazana recu- de propuestas de excelencia para la perada. generación de edificios y espacios públicos de gran complejidad. Sobre el basamento se elevan dos pantallas destinadas a los sectores ARQUITECTURA I 268

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Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Sede Central PRIMER PREMIO 2009 - 2010 Baptista-Baptista-Flora

AUTORES Arq. Alejandro Baptista Vedia Arq. Alejandro Baptista Acerenza Arq. Horacio Flora Guerra ASESORES: Estructura Magnone - Pollio Ings. Acond. térmico y ventilación/Sostenibilidad/Seguridad Ing. Luis Lagomarsino Acondicionamiento natural Arq. Eliseo Cabrera Acondicionamiento sanitario Téc. Sanit. Pablo Richero y Asoc. Acondicionamiento acústico Arq. Alejandro Badanian y Asoc. Acondicionamiento eléctrico Barbot - Rocha Ingenieros Asoc. Iluminación Téc. Ilum. Carlos Galante Arq. Juan Carlos Fabra Arqueología Lic. Alfredo Casaravilla Nodar

El Banco de la República Oriental del Uruguay convocó en mayo del 2009 a un concurso público de anteproyectos de arquitectura para el desarrollo de un emprendimiento en la manzana contigua a la actual casa central, en la Ciudad Vieja de Montevideo (entre las calles Piedras, Zabala, Rambla 25 de Agosto y Solís). Se planteaba construir allí sus nuevas oficinas, que permitieran incorporar en ellas la tecnología más actual del accionar bancario contemporáneo. El llamado a concurso implicaba además, la recuperación de edificios coloniales de carácter patrimonial que se encuentran actualmente en el predio, como la Aduana Vieja y la Atarazana, hoy en ruinas. El proyecto propone la construcción de un complejo edilicio concebido bajo parámetros de sustentabilidad y esta constituido por dos edificios de oficinas, de ocho niveles, organizados en ele. Estos conformarán un espacio urbano donde las construcciones patrimoniales rehabilitadas y con nuevos usos se integrarán a un volumen más bajo que abarca la totalidad de la manzana,

y albergará un centro cultural que contará con una sala de eventos, biblioteca, museo, cafetería y centro de exposiciones. En el subsuelo se organizan dos niveles de estacionamiento para 400 automóviles. La cubierta superior del volumen que enfrenta a la Rambla 25 de Agosto, accesible desde el exterior por rampas, será a su vez, una plaza-mirador con vista a la bahía, en una reformulación en clave contemporánea de las viejas azoteas y miradores del lugar. Se asume la presencia de la Atarazana y la Aduana Vieja como oportunidad más que problema, y se lo transforma en tema para proponer un edificio de la historia y la cultura, que dialoga con los cuerpos de oficinas, completando así una idea urbano arquitectónica total. El complejo edilicio tendrá entre las construcciones nuevas y las recuperadas, un área aproximada de 30.000 m2.

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ANTECEDENTES | Apostadero naval - Atarazana | Las instalaciones del apostadero naval y la Atarazana con sus sucesivos cambios de destino a lo largo del tiempo, llegan a nuestros días encriptados como un fósil urbano «evidenciando sus muros el paso del tiempo, cargados de las cicatrices dejadas por cada generación que habitó en ellos.» Con su posición singular dentro del predio buscan un nuevo destino que los dignifique, un nuevo capítulo en su larga historia «con el objetivo de evocar “la tradición de la ciudad de Montevideo, Plaza Fuerte y Puerto de Mar” en el contexto de una visión urbanística renovada donde la incorporación de obras de nueva planta –en correspondencia con nuevos programas de uso– haga vibrar la tensión entre centenarias piedras y ladrillos y los novísimos escenarios de la arquitectura de nuestros días.» Azoteas y miradores Cuentan las crónicas de los viajeros de principio del siglo XX que la vista que se tenía desde el barco de la ciudad de Montevideo, era de una ciudad con balcones y azoteas llenas de flores. Las azoteas, herencia de la época de la colonia, eran observatorios de la bahía, un lugar desde donde contemplar el paisaje e intensificar las miradas, un lugar de disfrute. 36

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«Fue allá por la década de los años treinta del siglo XIX, recién constituida la república, cuando Montevideo vio extenderse la construcción de miradores y de balaustradas en las azoteas.» El proyecto busca retomar el carácter de la ciudad vieja y su relación con la bahía, contribuyendo a la transformación del borde norte. La construcción de la casa central del Banco República Un Uruguay pujante y optimista en las primeras décadas del siglo XX, una concepción arquitectónica basada en la solidez, una imagen de fortaleza y permanencia a través del tiempo, un banco para un país optimista. «El Banco República mantiene su solidez, tanto como el monumental edificio de su casa central aparece a los ojos de sus clientes y de la ciudadanía en general. La construcción, realizada en granito es un canto a esa solidez. Pero tanto las 32 columnas de mármol rosado, del imponente hall central como las 8 de granito gris de su frente parecen sostener el cielo. En realidad sostienen la confianza de los uruguayos que transformaron al Banco República en el banco país.» PAUTAS DE DISEÑO Transparencia Estructuras que permitan una lectura clara de sus funciones, la


transparencia como concepto aplicable a la gestión, aplicable a la trayectoria, aplicable a la arquitectura. Preexistencias Estructuras con valor patrimonial que han sobrevivido a sucesivas intervenciones y planificaciones. Encriptadas como fósiles en una resina han sobrevivido a nuestros días, en estado latente, esperando su nuevo destino. Accesibilidad Entendida en un sentido más amplio como: - Subsistemas de usos y circulaciones (para funcionarios y público); - Accesos claramente identificados; - Ausencia de barreras arquitectónicas. Flexibilidad Definición de módulos básicos que permiten configurar el espacio e interpretar las lógicas internas del programa; Responder adecuadamente a cada una de ellas; Diseño que permita ampliaciones o cambios futuros. Adaptabilidad A los nuevos usos y evolución de re-

cursos técnicos, una visión de largo plazo y sustentable. Sustentabilidad La confianza, la seguridad y la eficiencia son valores fundamentales de una institución bancaria. Estos valores se proyectan hacia el usuario aun en los detalles del edificio. El comportamiento sostenible se plantea como la preservación del crecimiento económico y de los procesos sociales y culturales que lo sustentan, y la conservación intergeneracional de los recursos naturales, energéticos y minerales que lo hacen posible. Materialidad En la búsqueda de materiales que cumplan con las normas de protección del medio ambiente, en el uso de sistemas modulares que optimicen el aprovechamiento de los elementos y minimicen la generación de residuos, en el uso de materiales de fabricación nacional. Coordinación modular Mediante el uso de un sistema modular, conformado por una grilla estructural de pilares, se busca optimizar los espacios como componentes y sistemas constructivos para reducir desperdicios. ARQUITECTURA I 268

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Envolventes Utilización de envolventes que cumplen diversas funciones de protección térmica, lumínica y ventilación, mediante el concepto de pieles o capas se logre una mejor eficiencia energética.

Su ubicación dentro del predio busca optimizar las vistas, la orientación de las oficinas y también permitir el asoleamiento sobre la plaza elevada.

COMPONENTES

El sistema envolvente de las oficinas esta constituido por una primera piel de carpintería practicable, con apertura desde el interior de los locales para permitir la ventilación cruzada cuando sea necesario. Será de aluminio anodizado o pintado, con perfilería que evita el puente térmico. Los cristales serán dobles tipo termopanel, de baja emisividad y con baja conductividad térmica en los elementos estructurales. Los elementos de protección frente a la irradiación solar directa durante el período caluroso se diseñarán de modo tal que permitan ingreso de calor en invierno y arrojen sombra en el verano según la orientación geográfica. Los planos que enfrentan la orientación norte poseen un sistema de vidriado paralelo a 60cm de distancia del plano de las aberturas, con vidrios de alta transparencia frente a una determinada longitud de onda en función de la composición de sus elementos y selectivos de baja emisividad (low E). De este modo se busca aprovechar las ganancias térmicas aportadas por la actividad interior y las del efecto invernadero que se produzca, y evitar las exteriores en verano. Esta fachada está diseñada para tener automatismos que permitan regular hacia donde dirigir los flujos de aire caliente que se generen. Durante el período frío, al aire caliente que circule por la fachada ventilada se lo deriva al espacio interior, hacia la toma de aire de renovación de los equipos de aire acondicionado. En el período caluroso se deja circular libremente el aire en el interior de la fachada ventilada. Entre ambas capas un sistema de parasoles horizontales compuestos por láminas de vidrio serigrafiados se

Se propone la construcción de un complejo edilicio que busca resolver aspectos funcionales, patrimoniales, simbólicos, y urbanos. Un edificio para la ciudad, un edificio que es casa bancaria, espacio público, plaza, un nuevo concepto de edificio paisaje. El complejo se estructura con dos elementos singulares, un basamento topográfico y un sistema de placas en altura. Basamento topográfico Se trata de un dispositivo pensado a escala urbana, de carácter esencialmente público, que integra el paseo existente sobre la Rambla 25 de Agosto y lo conecta con la calle Piedras, generando un recorrido ascendente que remata en una plaza mirador. Este dispositivo es edificio y paseo peatonal; en él se alojan los programas mas públicos, como el hall urbano sobre la Rambla 25 de Agosto, el auditorio, la biblioteca, sala de exposiciones, cafetería, el museo del sitio y un estacionamiento en el subsuelo. Sobre este edificio basamento se plantea la construcción de dos placas, que responden a las lógicas de la rambla como conector metropolitano y del skyline de la ciudad. Dos prismas vidriados que alojan las nuevas oficinas del banco, constituyen la parte privada con accesos controlados. Son identificatorias de un nuevo concepto de banco, donde la transparencia, eficiencia, flexibilidad y accesibilidad se hacen presentes a través de la arquitectura. Pensados como edificios inteligentes con eficacia operativa, flexibilidad y organización modular. 38

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ENVOLVENTES


tra la radiación solar y buena visión desde el interior hacia el exterior. El diseño de puntos (producto del cálculo) puede realizarse directamente sobre el brisesoleil de vidrio o en una película de poliéster serigrafiada entre dos capas de PVB al interior del vidrio laminado. La matriz de puntos opacos de color blanco hacia el exterior y grises o negros hacia el interior produce una imagen claramente visible desde el exterior y desaparece ópticamente cuando se mira desde el interior. El plano sur sobre la calle Piedras posee igual sistema de aberturas que el resto de las fachadas acondicionadas térmicamente colocando aberturas de doble cámara de aire en algunos sectores de la misma, pero sin espacio neutralizante para favorecer el reflejo de la fachada de la casa central del BROU. ACONDICIONAMIENTO NATURAL colocarán sobre soportes regulables. Los mismos estarán comandados por un sencillo sistema informático que mediante un mecanismo de motores eléctricos servo asistidos de bajísimo consumo permitirá ofrecer una cara blanca hacia el sol en verano y una cara oscura hacia el sol en invierno, potenciando así el efecto de captación /eliminación de calor (James Lovelock, Gaia theory). Dichos dispositivos podrán también comandarse manualmente mediante un sistema mecánico, en las instancias de reparación o mantenimiento de los mismos. El conjunto constituye a la vez un importante aislante acústico. El aprovechamiento de las ganancias y pérdidas del edificio para nivelar el salto térmico entre interior y exterior, permite ahorros de energía considerables y transforma a los espacios acristalados intermedios (muro neutralizante) en el lugar en que el medio exterior y el clima artificial adoptan posiciones congruentes e interactivas. El dispositivo tiene un rol activo al

incorporar movimientos selectivos a los estímulos del medio, ofrecer una cara del parasol clara u oscura según se necesite refrigerar o calefaccionar. Sensores superficiales permiten la lectura instantánea de las condiciones climáticas exteriores (sombras arrojadas, radiación solar directa controlada o aprovechada, temperatura superficial, etc.) particularizadas para cada área del cerramiento. El sistema de control ambiental evalúa la eficacia del cerramiento en cada punto y fragmenta la respuesta de la climatización por plantas y áreas. Las aberturas practicables facilitan la limpieza exterior y permiten mantener en buen estado de funcionamiento los mecanismos de control de la radiación solar directa. Los planos vidriados orientados al este y oeste se protegen con un sistema mixto de parasoles verticales fijos y parasoles móviles controlables desde cada piso, realizados en vidrio laminado serigrafiado con puntos cuyo tamaño y densidad permita un buen desempeño con-

En el análisis del efecto del viento en las construcciones proyectadas, se verifica que la propia ubicación del edificio en la ciudad permite asegurar que frente a los vientos más fuertes el conjunto propuesto se encuentra protegido para las velocidades superiores a los 75km/h. Colabora en ello la topografía de la ciudad vieja, sus edificaciones y el respaldo del edificio central del BROU. En las velocidades comprendidas entre 0 y 25km/h se evalúa como positivo, o neutro, el efecto del viento en los espacios abiertos del conjunto, ya que son velocidades que no ofrecen ni riesgo, ni mayores problemas para los exteriores. En las velocidades medias se detectan posibles problemas a nivel de la plaza y sobre la rampa que oficia de prolongación del paseo urbano. En rigor para un diseño afinado de estos temas, debería realizarse un estudio en túnel de viento que ratifique o rectifique las hipótesis de partida. De todos modos utilizando gráficos de referencia técnica de recorridos del aire es posible diseñar dispositivos para atenuar estos potenciales problemas. ARQUITECTURA I 268

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En esta línea se prevé la colocación de una baranda deflectora como coronación de la fachada que mira al puerto, lugar donde se espera recibir la mayor cantidad de horas de viento en velocidades promedio. ACONDICIONAMIENTO SANITARIO Se proyecta la utilización controlada del agua potable en el edificio limitando su uso al consumo e higiene humanos y restringiéndolo, aun para esos usos, mediante elementos mecánicos. Para los restantes usos se proyecta el aprovechamiento de aguas pluviales recogidas, subterráneas de los drenes de los subsuelos, y extraídas. La restricción del consumo de agua potable se realizará mediante la utilización de griferías temporizadas, descargas de inodoros controladas y minimización de presiones. Las aguas recogidas se utilizarán para descargas de inodoros, higiene ambiental, riego superficial, reposición de reserva para incendio. A fin de alcanzar los volúmenes necesarios para estos usos, se complementarán con agua extraída del subsuelo. Las aguas residuales de lavatorios o duchas se utilizarán para riego subsuperficial. Solo se verterán al saneamiento las aguas 40

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residuales de inodoros, cocinas y las excedentes de otras utilizaciones. El consumo medio diario de agua para los distintos usos en el edificio, en función de la cantidad de usuarios es: - 600 personas trabajando (60 lts/ persona/día) 36.000 lts/día; - 600 personas en tránsito (15 lts/ persona/día) 9.000 lts/día; Total consumo medio diario 45.000 lts/día. La distribución de este consumo diario estimada es: - Agua potable 15.000 lts/día; - Agua recogida o extraída 30.000 lts/día. El promedio de precipitaciones en Montevideo es de 1.100 lts/m2/año lo que equivale a 3 lts/m2/día. Considerando el predio de 5.600 m2, el promedio de agua recogida pluvial podrá ser de 15.000 lts/día, y por lo tanto se deberá complementar con igual promedio de agua recogida de drenajes o extraída. Los volúmenes de reserva de agua recomendables serán: - Agua potable para consumo e higiene humanos 20.000 lts; - Agua recogida o extraída para reserva de incendio 120.000 lts; - Agua recogida o extraída para

otros usos 900.000 lts. Este último volumen se calculó para la reserva de un mes procurando aprovechar al máximo las pluviales. Los dos últimos pueden mantenerse en un mismo depósito. Además del uso controlado del agua se proyecta la utilización de energía solar para el precalentamiento de agua y el empleo preferente de materiales no contaminantes y reciclables en las instalaciones. Las instalaciones se proyectan en función de un buen desempeño y simplicidad de mantenimiento. ACONDICIONAMIENTO TÉRMICO Sustentabilidad Complementariamente a las exigencias y recomendaciones estipuladas en las bases del concurso el proyecto ha tomado como referencia el Leadership in Energy and Environmental Design (LEED) y sin duda supera los niveles básicos de certificación. Acondicionamiento térmico y ventilación La de generación térmica del edificio consta de un sistema híbrido de enfriadores de líquido condensados por aire capaces de entregar simultáneamente agua helada y caliente.


Las unidades de enfriamiento dispondrán de sistemas de recuperación de calor de condensación de modo de complementar los generadores de ciclo reversible a cargo de las cargas de calefacción. La distribución a climatizadores serán de 4 tubos y del lado del aire se utilizarán sistemas de caudal constante o variable según los requerimiento de lo distintos locales y condicionantes arquitectónicas. Se aseguran niveles de ventilación iguales o superiores a los requeridos por la normativa nacional y ASHRAE 62.1 para lo cual se plantea la utilización de equipos de inyección de aire primario con recuperadores de eficiencias superiores al 70%. Las características del proyecto edilicio no invalidan el empleo con similar nivel de prestación de otras opciones alternativas de climatización como ser los sistemas de caudal de refrigerante variable que podrían ser implementados. Sistema solar El proyecto dispone de paneles fotovoltaicos para brindar un aporte de energía renovable en el sistema eléctrico. En primera instancia se plantea utilizar dicha energía en la iluminación nocturna de los espacios exteriores del conjunto edilicio. Asimismo cuenta con paneles solares térmicos sobre nivel de cubierta destinados a la generación de agua caliente sanitaria. Agua Se plantea la acumulación y uso del agua de lluvia para servicios y riego, dotando al edificio de un tanque propio que actúa además como buffer en caso de precipitaciones intensas disminuyendo la exigencia sobre los colectores de la red de la ciudad. Protección de incendios Se dispondrá de instalaciones de rociadores automáticos, detección y alarma de incendios diseñadas de acuerdo a la normativa NFPA. Las vías de escape y demás medidas

de protección de personas se diseñarán tomando como base el Life Safety Code de NFPA. ACONDICIONAMIENTO LUMÍNICO Hall urbano La iluminación se resolverá instalando luminarias con apantallamiento antideslumbrante de 40º de apertura para lámparas de descarga, en haluros metálicos de 150w, embutidas en el techo de acuerdo con un patrón de distribución regular, con luminarias ubicadas en el medio de las líneas que unen los pilares y en el cruce de las diagonales del módulo estructural de 6.60 x 7.20 Se realizará una iluminación general en base a luminarias adosadas al techo, de haz concentrado para lámparas de descarga en haluros metálicos de 50W a 250W insertos en una retícula similar a la del hall urbano. Los puentes (pasarelas) que comunican los dos sectores de oficinas llevarán una iluminación agregada mediante cintas continuas de leds ubicadas en el interior de los pasamanos. La conformación de las fachadas de los sectores de oficinas asegura un importante aporte de iluminación natural que, en combinación con los actuales sistemas de control de iluminación, permitirán que la iluminación artificial aporte automá-

ticamente el nivel de iluminación complementario para la obtención de la iluminancia prefijada, aumentando la eficiencia del sistema. En este espacio se prevén luminarias embutidas en las uniones del pavimento que constituye el empalomado del basamento topográfico. De aproximadamente 80 mm de diámetro y una altura de 36 mm, poseen incluidas células fotovoltaicas para la autonomía de sus equipos. Se busca marcar una retícula visible para quienes circulan indicando también los desniveles, y colocar elementos intermedios sobre el borde de la distribución, coincidiendo con la baranda perimetral de seguridad para obtener una iluminación rasante de borde. Además de la correspondiente iluminación utilitaria para los destinos asignados, se propone realizar una iluminación decorativa con luminarias embutidas de piso, de haz orientable, colocadas perimetralmente a las paredes de las edificaciones y en el alcorque del árbol del patio de la Atarazana. Como complemento a la iluminación del nuevo BROU sería deseable realizar una iluminación exterior de la casa central para poner en valor su calidad edilicia y aportar calidad al espacio urbano del conjunto.

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Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Casa Central SEGUNDO PREMIO 2009 - 2010 Cayón-Christoff-de Sierra

AUTORES: Arq. Álvaro Cayón Arq. Daniel Christoff Arq. Fernando de Sierra ESTUDIO ASOCIADO A2T Arq. Fernando Ayala Bach. Juan Altieri Arq. Pilar Muñoz Arq. Virginia Gómez COLABORADORES: Arq. Cecilia Azuaga Arq. Gonzalo Núñez Bach. Daniel Palermo Bach. Dani el Martinez Bach. José Marzaroli Bach. Osvaldo Sabaño Bach. Sara Brando COLABORACIÓN ESPECIAL: Estudio Territorio y Ciudad / Jerez de Frontera, Cádiz, España Arq. Pedro Górgolas Arq. Manuel González Fustegueras Dr. Sebastián Olmedo Apar. Andrés Luque Infografía: Estudio A2T ASESORES: Sanitaria y sostenibilidad: Arq. Eduardo Brenes Térmico, sostenibilidad y sistema de control: Ing. Luis Lagomarsino Eléctrico e iluminación: Ing. Ricardo Hofstadter Estructura: Arq. Marcos Lowestein Arqueología: Lic. Elizabeth Onega Vientos: Ing. Valeria Durañona

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La vocación histórica del sitio ha transitado recurrentemente entre los aparentemente contradictorios extremos del uso del suelo como ámbito de un nuevo edificio institucional a superficie liberada al uso público como espacio abierto. El proyecto asume esta doble condición histórica del sitio. Ubica lateralmente dos naves, conformando entre ellas un espacio abierto que fluye entre la Rambla y la calle Piedras. El espacio cubierto entre alas del viejo edificio institucional, soporte del intercambio con el público, deviene en espacio público a cielo abierto configurado entre naves. Este espacio abierto generado se incorporará al paseo urbano portuario, con servicios y ofertas culturales, que propone el Plan Espe-

cial de la Ciudad Vieja (PECV) para el proyecto de detalle AtarazanaPuerto. LAS NAVES Y LA CASA CENTRAL / 1 / El proyecto propone una fachada profunda desde la rambla, en la cual la imagen final se construye por la superposición de los volúmenes neutros de nueva generación y la vieja fachada de la casa central. Los cuerpos laterales enmarcan la imagen frontal del viejo edificio. ENTRE NAVES CUBIERTO _ ENTRE NAVES A CIELO ABIERTO / 2 / El proyecto contempla especialmente la relación del edificio con el conjunto urbano y los edificios del su entorno inmediato: la propia casa central del BROU, las manzanas linderas y la rambla 25 de Agosto.


LAS NAVES Y SU ENTORNO URBANO / 3 / La altura de las dos naves propuestas asume las alturas de las alas laterales del viejo edificio del Banco República, continuando visualmente su volumen y configurando de esta manera un proyecto que no violenta la pregnante construcción original y contribuye en su configuración volumétrica a resaltar los valores simbólicos institucionales del edificio precedente. LAS NAVES Y LA CASA CENTRAL / 4 / La articulación espacial entre la sede central y la nueva propuesta se configura por un espacio público, peatonal y de transito enlentecido, que activa los distintos usos ubicados en las plantas bajas, constituyéndose, de esta manera, en el corazón del conjunto edilicio. La unión funcional, resuelta subterráneamente, se hace aparente en el espacio público calle Piedras con un volumen vidriado transparente recostado sobre el zócalo macizo de la casa central y por el desnivel que sugiere la visión parcial de la Atarazana.

y calles con ampliación de veredas» incorporándola así al sistema tránsito peatonal. En este sentido se supone un «condicionamiento de circulación de vehículos a favor de la circulación peatonal por medio de la limitación de las sendas vehiculares; y la señalización, la pavimentación y el mojonado adecuado. Al mismo tiempo se piensa en la continuidad del nivel de pavimento» LAS NAVES PERMEABLES El PECV es la referencia para las actividades sugeridas para las construcciones, buscando un «adecuado nivel de actividades» y proponiendo diversos grados de accesibilidad por las cuatro fachadas del conjunto edilicio, formulando un adecuado orden jerárquico de accesos. En este sentido, varía el grado de permeabilidad de las distintas fachadas en acuerdo con el carácter e intensidad de los flujos de actividades que estructuran el proyecto. De esta manera no se generan perímetros ciegos y se activan diversos sectores del conjunto en horas de funcionamiento fuera del horario bancario.

En acuerdo con el PECV, se caracteriza este sector Piedras como «calle con coexistencia de tráficos ARQUITECTURA I 268

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Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Casa Central TERCER PREMIO 2009 - 2010 Kelbauskas-Lorieto-Pintos-Santellán

Equipo de proyecto Pablo Kelbauskas Victor Lorieto Conrado Pintos Luis Santellán

Un edificio materialmente responsable

Asesores

El costo de un edificio es una noción compleja, que integra al valor de construcción los costos de funcionamiento y manutención.

Estructura Magnone Pollio Ingenieros Civiles Acondicionamiento Térmico Ing. Luis Lagomarsino

CONSTRUCCIÓN La propuesta concibe su expresividad formal y espacial sin necesidad de estresar su estructura material.

Sustentabilidad Ambiental Arq. Javier Márquez Colaboradores Luis Ardanche Gabriela Clavelli Christian Rodriguez Gonzalo Salvo René Martinez Juan Viñar

FUNCIONAMIENTO El máximo aprovechamiento de la luz natural (80% del área de trabajo con un nivel igual o superior a 200 luxes), la racionalidad de la envolvente y el aprovechamiento del agua de lluvia para consumo no potable (utilizando el espejo de agua de la fachada N como reservorio) implican una importante compactación de los costos de funcionamiento del edificio. Una superficie de hasta 1500 m2 disponible para paneles fotovoltaicos y térmicos permite apoyar el suministro energético hasta donde la ecuación costo inicial/ahorro en el consumo lo aconseje. MANTENIMIENTO Se puso especial atención a una definición material que minimice es-

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tos costos, sea por la elección de los materiales de la envolvente (granito en paramentos y pisos, vidrio; y multilaminado de aluminio o chapa perforada del mismo material a las superficies blancas), sea por la fácil reposición parcial o total en los pavimentos interiores (pisos técnicos con revestimiento modular) o por la accesibilidad a la totalidad de las instalaciones sin necesidad de destruir cerramientos. Un edificio energéticamente eficiente La planta en U genera una gran superficie específica de la cual un tercio está en contacto con el atrio, un exterior acondicionado que disminuye las perdidas térmicas en los meses de baja temperatura. En verano el atrio actúa como chimenea evacuando el aire caliente generado en las plantas de oficinas. Las áreas de trabajo con profundidad de crujía moderada habilitan una iluminación natural profusa. El dispositivo de cierre del atrio central permite la entrada de sol directo y luz difusa a la vez. Las cinco fachadas cuentan con dispositivos específicos que permiten compatibilizar la demanda de luz


natural, las visuales desde y hacia el espacio interior, y un adecuado confort térmico con mínimo apoyo de equipamiento mecánico Cerramiento superior Su zona central es un gran lucernario que regula la entrada de sol directo permitiendo comportamientos diferenciales en el año. En todos los casos el dispositivo interior de planos colgantes transforma la luz incidente en reflejada, generando una iluminación intensa y difusa ideal para espacios de trabajo. Un edificio culturalmente sustentable El mantenimiento de la integridad de un edificio en el tiempo involucra además de su materialidad su vigencia cultural. La pérdida de capacidad significativa en estructuras materiales costosas configura un dispendio altamente censurable en términos sociales. Esta problemática, que Veltroni y Lerena Acevedo no tuvieron que enfrentar, apoyados en códigos de aceptación total en su ámbito civilizatorio; es de carácter álgido en tiempos de abierta pluralidad y sobre todo alta volatilidad de los lenguajes disciplinares.

Se trata entonces, de evitar el fácil camino de la seducción por el afinamiento con la más novedosa de las modas para plasmar un edificio que siga siendo contemporáneo en el futuro. En tan difícil empresa parece conveniente recordar que la sobriedad y la austeridad han sido siempre características de nuestros más valiosos productos culturales. En este caso la responsabilidad es doble ya que un fracaso comunicativo del nuevo edificio podría deteriorar también la presencia del histórico. Dicho esto, por la positiva, ambas construcciones debieran plasmar una relación sinérgica que se alimenta tanto de continuidades, afinidades y analogías como de contrastes, tensiones y mutuas resignificaciones. CONTINUIDAD EN LO URBANO.- El edificio propone una ocupación contundente de la manzana, con un prisma nítidamente definido afirmando la continuidad espacial de la trama indiana. La escala resultante de esta intervención de gesto único afirma, por contraste con la lógica de agregaARQUITECTURA I 268

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ción del tejido dominante, el carácter monumental de la obra y la coloca en posición de relacionarse con su mayor, el edificio histórico. EN LO FORMAL.- El nuevo volumen toma la altura de la cornisa de la sede central, última y definitoria referencia horizontal particularmente apreciable en la visión escorzada y elevada que las calles Zabala y Solís proponen a partir de Sarandí. En esta perspectiva aparece con protagonismo el carácter profundo, o espeso, de las fachadas laterales de ambos edificios. La búsqueda de esta continuidad no mimética termina apoyándose en el uso del mismo granito gris de acabado mate con carácter protagónico en muros y pavimentos. EN LO ESPACIAL.- Ambos edificios se estructuran en torno a un espacio de marcada centralidad que vincula todos sus componentes y define el carácter del edificio en su interior. CONTRASTES EN LO URBANO.- El nuevo edificio ofrece su interior como espectáculo que el ojo incorpora al paisaje ciudadano, operación que se afirma en la transparencia que en distinta modalidad y escala de percepción ofrece a las cuatro calles y en la dimensión de los espacios percibidos. EN LO FORMAL.- El prisma platónico que regla la composición contrasta con la vocación maciza del edificio histórico al presentarse como una caja definida por sus planos límites y habitada por una construcción leve, blanca y transparente. EN LO ESPACIAL.- La composición académica supone puntos de vista fijos y privilegiados en la percepción de la obra. El edificio propuesto se genera a partir de la concepción espacial moderna, con sus perceptores en movimiento, sus visiones diagonales, cruzadas, su gusto por la transición escalar y su vocación por el espectáculo variable de su 46

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propia actividad. De esta vocación es sintomática la concepción del puente que une los edificios proponiendo una resignificación del histórico a partir de una visión no prevista por su proximidad y ángulo forzado. En una escala más importante la incorporación de la vieja Atarazana como un objeto observable al interior (con su dimensión original recuperada) se resignifica por el contraste de escala, posición relativa y lenguaje obtenido. EN LO PROGRAMÁTICO.- La convivencia de diferentes programas, que supone la intersección de diferentes universos de usuarios, horarios, y modalidades de relacionamiento con el edificio redunda en una intensificación de la experiencia individual y en una apertura de posibilidades imposibles de prever en su totalidad. EN LO SIMBÓLICO.- La convivencia del programa bancario con el complejo cultural y sus expresiones físicas y de actividades, al igual que la incorporación de obras de arte a la imagen urbana del edificio expresan un nuevo tipo de articulación social complementaria y no sustitutiva o contradictoria con aquella que la estatuaria del acceso a la cede central propone.


BIT Centro de Bienvenida, Interpretación y Turismo del Uruguay COLONIA DEL SACRAMENTO, URUGUAY

Dr. Alvaro López En representación del Programa BID-MINTURD Lic. Benjamín Liberoff En representación del Ministerio de Turismo y Deporte Arq. Manuel Odriozola En representación de la Intendencia Municipal de Colonia Arq. Martín Gualano En representación de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay Arq. Alejandro Baptista En representación de los proponentes Arq. Miguel Angel Odriozola Asesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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ENTRE EL RÍO Y EL TIEMPO Laura Aleman

El volumen ocupa un espacio lineal, extenso, continuo: un filo entre la tierra y el agua, una larga cinta que discurre junto a la vía férrea y el río. Y allí, entre la ciudad y el puerto, se instala como umbral: es portal, comienzo, augurio. La intención es inducir la pausa: ofrecer un atrio de ingreso al visitante y un lugar de encuentro al ciudadano. Mostrar lo mejor de la ciudad y del país ante el mundo: el edificio quiere ser emblema o símbolo. Sobre esta base, la demanda se asume con autonomía: la propuesta independiza los servicios —gastronomía, información turística—, suma espacios imprevistos —terraza elevada, patio de esculturas, centro de emprendedores turísticos—, define una espacialidad rotunda. Crea un ambiente diáfano que se inunda de azul, de verde, de tonos rojizos: el juego de rampas que trepa en el hall permite apreciar los ceibos, el puerto, la piel vegetal del edificio. La fachada al río es abstracta y muda. Tiene la neutralidad del plano, la aescalaridad del agua, el poder de lo indiviso. En la noche se 48

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convierte en faro, foco, lámpara encendida; un cuerpo tendido y radiante en la penumbra. Por detrás se abre hacia el casco viejo, toma contacto con la grilla: se quiebra, se ahueca; se hace terraza, cuenco, vasija. Adquiere escala humana, acoge y recibe al lugareño. Pero este esquema bifronte se cose y anuda: el esqueleto metálico instaura la repetición; impone unidad y ritmo al conjunto. Y también lo hacen los nervios de acero que dan base al velo verde y orientan su curso: el manto vegetal reviste su versión geométrica, transita por su propio espectro, recorre su caricatura. Como si el Árbol Gris de Mondrian volviera a ser árbol y a ser verde en un regreso imprevisto. Nace así un jardín vertical que modera el sol y el viento y proyecta el incierto color de la sombra en el recinto. Afuera, la plaza de acceso conduce al edificio. Lo precede y anuncia. Es preludio, prólogo, vestíbulo. Un breve trayecto flanqueado por la vieja sede ferroviaria y rodeado de ceibos, jazmines y cipreses altivos. El suelo teje allí un diálogo ances-


tral, revela la tensión que late en el proyecto y le da impulso: el verde y el gris, la piedra y el vidrio, naturaleza y artificio. Así, el césped brota en diagonal y corta el pavimento duro, y el dibujo resultante invoca de algún modo la piel del edificio. Más lejos está el parque envolvente, la faja que media entre la trama urbana y el lecho del río. La pieza se instala allí con humildad, sin hacer ruido; asume el talante del espacio que le da cobijo. Y hay aquí una gran modestia: los gestos son cautos, discretos, medidos; el

sitio los absorbe de tal modo que parecen sucumbir bajo su influjo. Se conserva la vegetación exótica y nativa, se rescata un tramo de vía férrea, se incorpora equipamiento mínimo. Hay aquí un hacer fundado, una apuesta precisa. Porque lo que parece tan fácil esconde un reto difícil; implica recato, reserva, renuncia. Porque esta virtual moderación supone una genuina opción de proyecto: el recurso a una acción débil que se sabe fuerte, el manejo de una idea que habla en voz muy baja y atiende a lo que dice el sitio.

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BIT - Centro de bienvenida, interpretación y turismo del Uruguay COLONIA DEL SACRAMENTO Testimonio de encuentros ESTUDIO ZIP

Autores del Proyecto ESTUDIO ZIP Arq. Luis Andrés Zino Arq. Guillermo Probst Arq. Diego Ferrando Arq. Daniela Freiberg Arq. Juan Pedro Giordano Ing. Agr. Rafael Dodera Bach. Sebastián Pérez Colaboradores: Ingenieros Civiles Magnone-Pollio Arqueóloga Elizabeth Onega Ingeniero Sanitario Alejandro Curcio Ingeniero Lumínico y Eléctrico Ricardo Hofstadter Gestora Cultural Licenciada Silvana Bergson Diseño Gráfico I+D Audiovisual Álvaro Zinno

Históricamente este lugar ha sido escenario de encuentros. Imperios, culturas y voluntades políticas, dejaron testimonio silencioso de su existencia, que hoy puede leerse configurando una impronta particular. El proyecto acepta esas preexistencias e intenta incorporarse con una vocación integradora, propulsora de un nuevo espíritu, como portal de entrada a un país que se recalifica como destino. El espacio público configura así un elemento principal de la propuesta, desarrollado a diversas escalas, transformándose en vinculador de las preexistencias y brindando a la ciudad nuevos espacios de uso: la plaza de los Ceibos -como prólogo a la experiencia del Centro- la recalificación del carácter autóctono del parque costero y la nueva terraza. El espacio se construye para ser vivido como una inmersión a lo natural antes de entrar al centro, un prólogo necesario para vivir la experiencia Uruguay. La Plaza de los Ceibos como espacio de recepción a nivel del parque,

el Centro con su piel verde, la remesa y el agrupamiento de ceibos -flor nacional- sobre un solado de hormigón cruzado por nervaduras cubiertas con césped. El edificio se posiciona dentro de linealidad espacial configurada por la implantación de instalaciones que testimonian el pasado ferroviario del predio. A la vez busca marcar fuerte presencia desde el agua como llamador, en la aproximación del barco hacia la costa. Por otro lado propone una fachada de escala más urbana hacia la calle Odriozola, posibilitando su apropiación a través de intervenciones artísticas, la cual se va desmaterializando hasta convertirse en una terraza en el sector de visuales más despejadas hacia el río, brindando un espacio soporte para actividades culturales de la ciudad. El edificio se transforma así en un condensador de actividades donde interactúan locales y visitantes. La piel vegetal, considerada como recurso estético y compositivo de la cultura de la sostenibilidad, entendida como parte fundamental de la vivencia del espacio y de la imagen de un país: Uruguay Natural. ARQUITECTURA I 268

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Esta fachada incide sobre la calidad medioambiental dentro y fuera del edificio. Protege al interior del sol y los vientos, según su orientación. El velo vegetal de bignonias rosadas, genera tamices de luz provocando texturas y reflejos diversos al interior, y transforman a la naturaleza en una obra de arquitectura. Funciona como jardín vertical, que permite la proximidad a flores, perfumes, mariposas y denota el pasaje del tiempo por variaciones fenológicas y estacionales de la especie seleccionada. Otros elementos generadores del edificio son la estructura de pórticos en diálogo con las preexistencias ferroviarias, minimizando 52

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su mantenimiento con el uso de acero corten. Una trama dispuesta geométricamente inspirada en el estudio de nervaduras de hojas de árboles nativos, sobre las cuales crecerán las enredaderas. El sistema de rampas, vincula el nivel de calle y parque a través de recorridos múltiples generando un eje de acceso único al edificio. Las áreas técnicas y de servicios se concentran liberando el resto del volumen a las exigencias programáticas del edificio. Al interior, se generan visuales que proponen la percepción global del lugar; el acceso por la rampa principal interior dentro del hall lineal en doble altura invita a percibir durante su recorrido el


espacio global del edificio, el velo verde, la plaza de los ceibos y el puerto. La propuesta responde a las exigencias programáticas con flexibilidad posibilitando el uso de los

distintos espacios como el área gastronómica y el de consulta turística de forma independiente. Se agregan espacios no exigidos por el programa que consolidan al edificio como polo atractor.

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C.U.R.E. CENTRO UNIVERSITARIO, REGIONAL ESTE. SEDE MALDONADO UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA

Dr. Gregory Randall En representación de la Universidad de la República Arq. Salvador Schelotto En representación de la Universidad de la República Arq. Juan Pedro Venturini En representación de la Intendencia Municipal de Maldonado Arq. Marcelo Payssé Álvarez En representación de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay Arq. Gustavo Scheps En representación de los concursantes Arq. Hugo Pérez Asesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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Notas de este tiempo Comentarios dispersos sobre la arquitectura de los premios del concurso del CURE, en Maldonado, 2009. Juan Apolo

Suelen ser los concursos una oportunidad de expresión y difusión de las cosas que venimos pensando, diciendo y haciendo. Fruto de su condición, cada concurso despierta debates, polémicas, y expone en su conjunto y especialmente en sus fallos, una fotografía del momento, donde cada uno y todos formamos parte de algún cuerpo de opiniones, sin consensos y de variadas posiciones. Se sabe que el concurso no constituye el advenimiento de verdad alguna, pero los proyectos serán ponderados según sus virtudes y seleccionados los mejores en función de ciertos criterios. Esto, de alguna forma, se constituye en una relativa validación y es manifestación para pares y extraños de cómo viene la mano. (O más o menos). Pero los concursos están hechos para competir y de ellos surge un ganador, sin retórica: el mejor. Sin sorna alguna, ya que los concursos suelen ser caldo de confrontaciones de todo tipo, corresponde decir que los concursos los ganan los mejores o, al menos, algunos tipos de mejores. Tal vez aquellos que, enfocando su creatividad, su experimentación, transiten “justo” en las aguas inciertas de los acuer56

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dos, en los aspectos que cautiven el mayor porcentaje de positivos, en jurados que actúan como moderadores y resultan verdaderos ecualizadores entre novedad y certeza, experimentación y riesgo. Como reflexión concreta, deduciendo de ello cómo viene la mano (disculpas por la jerga) , estas notas descubren tópicos en las lecturas de los ganadores y en particular en el Primer premio. (O digamos mejor, la mejor opción de una densa convergencia de variables). Dosis inspirada de algunas variables: Materia dura. Diría un sommelier: “objeto único, rústico, obtuso (lento en discurrir), con cierto paladar de lo tectónico con toques de graciosa tozudez”. Se manifiesta como un objeto denso, en su condición material, pero más aun en su tectónica, la que transita en mecanismos de austera definición. La materia se cristaliza en una cascara que responde directamente con su demanda interior pero con mecanismos de “cierro y abro” tos-


camente definidos. El resultado: un artefacto sólido, de poca gestualidad en su instrumental y de una definición directa. Su interior, no exento del mismo aura, discurre con mayor distención detrás de la geometría de los patios y crujías y la sobria mezcla entre la carpintería de vidrieras y las pieles metálicas que tamizan la insolación. Elude hábilmente la definición figurativa, y lentamente transforma las soluciones en sus propias figuraciones en lugares menos concurridos de la semántica tradicional pero en pleno metalenguaje plástico heredero de su materia plástica y su forma. Luego nada más ejerce manifestación arquitectónica determinante, ni sus objetos de equipamiento, sus planos de paramentos o el escaso verde de sus patios. He ahí el objeto, pleno de solidez genética y discurso llano, directo. Binomio entre hostilidad y simpleza. En el caso, el proyecto transita en esa factura concreta, la economía de recursos lingüísticos y espaciales (lo que llena de virtud al planteo e introduce al resultado en esa cuestión de derivación plástico-es-

tética). El laconismo de la expresión emite una señal de mutismo en el código de su lectura, y expone momentos de incómodo silencio que pueden interpretarse de dos modos en la expresión cotidiana: la hostilidad por lo sofisticado o lo críptico de la simpleza rústica. Aún así, cabe con incuestionable precisión, describirlo como: fácil, directo, certero. Objeto en contraposición a disperso e integrado. La opción del “objeto” de arquitectura es la opción de la mayor parte de los concursantes. Es un claro síntoma de esta época. Los rasgos “sociales” y urbanos de la arquitectura se confinan a su propia condición, aun en las declaraciones de urbanidad que acompañan las ideas. Claro, esa urbanidad está hecha de una dosis alta de ensimismamiento, de la ciudad tal como “yo la interpreto” y no en la esencia de ella misma, en la conformación de sus partes y fundamentalmente en su concepción de lo público. La respuesta objetual encierra sus propios exteriores, sus nexos y jerarquías. En concreto este primer premio manifiesta sus fronteras de ARQUITECTURA I 268

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un modo tajante y no expresa empatía en código urbano. La arquitectura urbana, aquella que incorpora y hace ciudad en la dimensión de los espacios, su materialización y su uso, está ausente en casi todos los trabajos presentados. Sistemas de sumisiones. (De la sobria presencia del objeto a la determinación tajante del sistema de sumisiones). Como mecanismo de orden e inteligencia topológica, el artefacto ganador genera la mecánica de las crujías que se separan por espacios abiertos y se introduce el conector longitudinal a la serie, en una operación simple de vínculos y servicios que distribuye los flujos en esa seriación. En el Primer Premio, el orden estricto y la acertada configuración de cada parte, aproximan las cualidades, curiosamente, a un sinsabor paradójico. Quiero decir: la detallada expresión del sistema como declaración de procedimiento proyectual (acertado y efectivo), en tanto “maquinista”, torna las soluciones en un proceso fractal más que en un algoritmo. Cada conse58

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cuencia del sistema se configura como “más de lo mismo”. El edificio se dedica a cultivar su propia virtud y la atmósfera deviene en un autismo leve que disfruta de su propia consistencia a cubierto de la energía externa que irradia semejante mole. Es consecuencia de ello la afable imagen de “nave nodriza” que le cabe desde un principio. Tal vez sea éste el primer cuestionamiento que pudiera hacérsele al edificio, que ha inventado su forma de supervivencia, una suerte de avatar de su propio universo. Pero no faltan razones generales para tal actitud: su posición urbana, su llamado a ser signo del conocimiento de este nuevo siglo y todos los argumentos que relativizan la megalomanía inmanente de estos edificios exponiendo sus obsesiones como pruebas de un modo concreto de observar las cosas pero, definitivamente, a la sombra de los tiempos que corren (…). La cautivante hipnosis del número tres. Si alguna característica de este artefacto fuera derivada de aspectos menos fácticos, y si ella pudiera hablarnos más de sus virtudes, con


el afán de encontrar razones más allá de los órdenes establecidos, las geometrías dominantes y las invenciones sistémicas que la propuesta maneja, sería interesante recostarnos a entender la fuente de valoración que introduce la constante presencia del número tres en los rasgos compositivos y proyectuales. En series de tres (y juegos de tercios) se resume gran parte de las reglas que aquí imperan. Las tres crujías que someten patios de cuestionables proporciones, los tres niveles con que se responde a las demandas dimensionales y topológicas, el tercio de su boca de acceso, los paños tripartitos del hormigón rústico de sus fachadas (consecuencia de los tres niveles) que le permiten dibujar la “guarda griega” de sus fachadas. Las seis aulas, los nueves estudios, las tres aulas mayores, los dos tercios del auditorio Comentemos (solo por espíritu ludens, que en numerología, el número tres implica algunas características. Simboliza el movimiento continuo y la perfección de lo acabado. El numero tres como manifiesto de serie y de distancia empática. El

tres rehúye a la simetría, a la lógica empática, al quehacer de partes, remite al orden y nunca al revés. El tres es la manifestación básica de seriación, de letanía y jerarquía Le recae el estadio inicial de la confabulación y desconoce la energía del diálogo. Luego expone el orden como sentido vital. Su constancia en la propuesta le aporta un grado de rigidez al conjunto de elementos componentes e instrumentos, casi permanentemente. El proyecto es tomado desde su génesis en el valor del encantamiento, y lo consigna a su fortaleza formal y las hábiles decisiones materiales internas que relatan su constricción a la tectónica como baluarte indiscutible de sus virtudes.PD: Volviendo a leer estas notas producidas de un modo disperso, me he permitido subrayar lo que parece estar signando el espíritu de estos tiempos. En esa selección de frases tal vez esté el resumen de algún todo de muchos adeptos, parte de un decir implícito del conjunto de proyectos. Y tal vez sea un rasgo de cómo viene la mano.

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C.U.R.E. Centro Universitario, Regional Este. Universidad de la República PRIMER PREMIO Lenzi-Toledo

Autores del Proyecto Arq. Santiago Lenzi Batto Arq. Álvaro Toledo Martínez Colaboradores: Florencia Lambert Santiago Martínez Javier Minassian Juan Martín Minassian Estructura Arq. Marcos Lowenstein Acondicionamiento térmico, eficiencia energética, seguridad e incendio Ing. Luis Lagomarsino Acondicionamiento sanitario Tec. Inst. Pablo Richero Acondicionamiento eléctrico Tec. Carlos Sosa Acondicionamiento acústico Arq. Gonzalo Fernández

Lo urbano arquitectónico - las múltiples lecturas La presencia de un nuevo edificio de la Universidad fuera del área metropolitana, supone un reto a la hora de establecer su carácter de edificio institucional, buscando en paralelo una intervención no impositiva con el entorno inmediato y sinérgica con los usuarios potenciales. El nuevo concepto de plataforma desarrollado por la UdelaR para la planificación de los nuevos centros en las diferentes regiones del país, implica el proyecto de edificios que incorporen un sistema operativo de manera de propiciar distintas modalidades de uso y apropiación, reuniendo y contemplando las diversas aristas del quehacer universitario: la formación, la investigación, el cogobierno, los encuentros casuales, el solaz de las horas libres, todo se nuclea bajo el mismo cobijo y tiende redes a su vez a la ciudad y mediante ella a la sociedad toda. Una de las ideas principales de la propuesta descansa en la generación de múltiples lecturas que de alguna forma a través de sucesivas

aproximaciones puedan reflejar el carácter de la plataforma imaginada. Podemos hablar de lecturas escalares que reflejan en una primera mirada el carácter objetual, contundente, del edificio universitario de carácter institucional (3000m2) emplazado en el verde, identificable en lo inmediato como punto, forma, plataforma. Primer dato en la inflexión de la trama urbana de la ciudad de Maldonado y el verde hípico de Punta del Este. El CURE de Maldonado es mesurable, un mono volumen de 40 x 50 m de planta, 9.50 m de altura estructurado básicamente en planta baja + 2 niveles. Una vez asumida esa primera visión, el análisis mas detallado de la propuesta revela una organización mediante el uso del esquema de bandas que facilitan desde su génesis la concepción evolutiva, etapabilizable y modular, conceptos desarrollados más adelante. A su vez este sistema, tan esquemático como flexible, propicia las secuencias espaciales apropiadas para este tipo de edificios, pasando de la previsibilidad generada por la reiteración a la perturbación provocada por la sorpresa.

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En otra aproximación al edificio se pueden reconocer la convivencia dentro de las bandas, de locales de diversa índole plausibles de transformación mediante la asociación, la superposición, la conexión entre otras acciones posibles. Estas características intrínsecas del sistema posibilitan la aparición de sectores espacialmente complejos, reconocibles por propiciar actividades reunitivas y gregarias, (hall de acceso, sala Magna, sala Magistral, biblioteca), mientras otras se construyen a partir de secuencias espaciales que generan un ámbito de carácter más reservado que inducen a la concentración y a la calma (investigación, laboratorios especiales).

gundo nivel contiene el sector de aulas comunes comunicándose directamente con la biblioteca y su sala exterior de sombra.

Bajo esos criterios se plantean tres sectores o bases que albergan una serie de funciones específicas, estructuradas en diferentes niveles según el caso:

Los vacíos interbases, se estructuran como patios, espacios reunitivos y de intercambios por excelencia.

Dentro de la Base 1 relacionada directamente con el acceso principal, se ubican los locales comunes a todos los usuarios, con alta concurrencia en determinados momentos de la jornada. En planta baja, hall de acceso, sala Magna, una triple altura vincula al primer nivel de administración y cogobierno, ubicándose la biblioteca e informática en el segundo nivel; nivel que incluye la expansión de sala de lectura de verano, sala de sombra. En la Base 2, dentro de la secuencia de acceso desde Aparicio Saravia, se ubica la agrupación del sector aulario propiamente dicho. En planta baja la cantina, espacio colectivo y reunitivo, estratégicamente ubicado para lograr los vínculos inter bases a nivel de planta baja. El aula magistral y las aulas talleres se estructuran en doble altura vinculándose francamente con los patios; se logra otro espacio vinculante, mirador, que oficia de antesala del aula Magistral, el que se comunica aéreamente con la Base 1. El se-

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Por último en la Base 3, se ubican en planta baja las aulas laboratorio con directa vinculación con el patio inter base, se ubica en el primer nivel el área de investigación y en el intento de restringir la accesibilidad directa, manteniendo la secuencia espacial en el segundo nivel, los laboratorios. Perpendiculares a esta trilogía se proyectan espacios conectores y de servicios que nutren al resto de los locales y preanuncian un crecimiento futuro en ese sentido.

Estos espacios vinculantes y de apropiación directa, establecen contactos directos e indirectos con las circulaciones horizontales y verticales, y a su vez permiten las proyecciones visuales del resto de los locales. El espacio exterior próximo restringe el entorno inmediato: lo encuadra, lo enmarca, lo controla. Desde esa postura el edificio se posiciona dentro del predio, replegándose, lateralizándose hacia los límites menos sugerentes, pero estratégicamente ubicados desde el punto de vista de la conectividad y relación con las principales vías de comunicación. Las acciones sobre el predio resultan mínimas, necesarias dado el carácter del edificio implantado: accesos, estacionamientos, áreas de maniobra. El curso de agua y el plano verde se mantienen en todos sus términos, aguardando que el tiempo y los usuarios se encarguen de realizar los trazos necesarios.


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El edificio _economía y construcción El sistema operativo inherente al diseño de la plataforma, incorpora además aspectos constructivos que se entienden pertinentes a las características del tipo de edificio a proyectar. A partir del sistema constructivo a utilizar se trabaja sobre una grilla, cuyo módulo básico es 186 cms. Se estructura en base a una serie de pilares con un paso de 5.6 mts, y la luz libre a salvar por los entrepisos es de 11.20 mts. La estructura de los entrepisos se resuelve con losetas de hormigón prefabricado, favoreciendo la capacidad de intercambio en vertical; con la suspensión de las mismas se logra la aparición de huecos y múltiples alturas (hall de exposiciones, acceso principal). En los extremos de las bandas se proyecta un muro técnico que canaliza las instalaciones en vertical desde la cubierta a la planta baja. Sobre dicho muro se recuestan los servicios en general. A su vez en horizontal son trasladables las instalaciones sobre un cielorraso móvil, 64

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permitiendo su inspeccionabilidad. Se genera el desarrollo de plantas libres, flexibles, en las que el contenido es intercambiable dada la versatilidad del sistema. Los materiales usados se remiten a la tradición de durabilidad y permanencia reconocida en obras públicas y se prioriza una construcción seca que agilite los procesos constructivos con la obvia respuesta en la economía general de la obra. Se tiene en cuenta el ambiente salino de Maldonado a la hora de elegir los materiales por su alta durabilidad y mínimo mantenimiento. Todos los componentes y procesos constructivos son de rápida y segura puesta en obra, dado que se obtienen dentro del territorio nacional y poseen un comprobado uso a través del tiempo. La propuesta a nivel de materiales se puede sintetizar de acuerdo a los siguientes puntos: Hormigón: resuelve la estructura portante y la solidez y contundencia de la imagen en fachadas. En estas últimas se proyecta una terminación vista con la previsión de


los recubrimientos necesarios para el óptimo confort térmico. Aluminio: utilizado en cerramientos en general. Fundamental en la resolución de las fachadas tanto en aberturas como elementos de protección solar (parasoles) Tabiquería interna: se minimiza el uso de muros y tabiques convencionales de mampostería, priorizando la utilización de tabiques simples y dobles de roca de yeso, con su correspondiente aislación acústica. Pavimentos: durables y de fácil mantenimiento. Por su capacidad de resistencia al alto tránsito se considera el uso de monolíticos en interiores y alisados cementicios en exteriores. En terrazas accesibles al público se proyectan pavimentos tipo deck de maderas tratadas. Cielorrasos técnicos: inspeccionables y desmontables en todo su desarrollo. Se colocan cielorrasos conformados por estructura de aluminio y placas modulares. Instalaciones: serán inspeccionables en todo su recorrido. La presencia combinada del muro técnico, los cielorrasos desmontables y la tabiquería de yeso, facilitan el con-

trol, la sustitución eventual de piezas y los cambios de recorridos sin la rotura y alteración del edificio. La plataforma - confort El posicionamiento estratégico del edificio y la propia toma de partido se realiza a favor del acondicionamiento natural, con el objetivo de optimizar las pérdidas y ganancias energéticas. El paisaje, asoleamiento, la luz, vientos, ventilación natural y artificial, son contempladas en el desarrollo del anteproyecto. Todos los locales donde se dictan clases en forma directa se orientan de modo de no recibir el sol sobre el plano de trabajo. Aquellas fachadas con mayor incidencia solar son protegidas en una primera línea por parasoles adecuados a las horas y ocurrencia. En segunda instancia las circulaciones horizontales ofician de aleros naturales. Los vientos dominantes son controlados en primera línea por barreras vegetales; en el caso de los accesos y vacios propios del edificio se controlan por medio de vidriado corta vientos a los efectos de prolongar el uso estacional y el confort. ARQUITECTURA I 268

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El sonido determina también la toma de partido general y la ubicación relativa de los componentes programáticos dentro del sistema. Las áreas ruidosas separadas por los vacíos generan un circuito formado por las estructuras circulatorias y aquellos locales favorables para la relación y encuentros. Un ejemplo claro es el circuito creado por las aulas en vinculación directa con el aula Magna, la administración y cogobierno, y la cantina, desvinculado del área destinada a la investigación. Los laboratorios en especial son objeto de estudio pormenorizado a los efectos de dotarlos de los requerimientos básicos para la investigación científica. Se los ubica en 66

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la planta superior a los efectos de la renovación directa del aire y de la evacuación de gases producto de procesos reactivos u otros. Se consideran todos los aspectos a nivel de seguridad (dos vías de acceso, escalera de incendio, ducha y piletas de emergencia en zona exterior del laboratorio) así como los que tienen que ver con la incorporación de esclusas de cierre entre áreas limpias y sucias. Las instalaciones se prevén dentro del esquema de flexibilidad general del edificio e incluyen, red de desagüe y abastecimiento, gas, aire comprimido, energía eléctrica trifásica y corrientes débiles. Los tabiques interiores de placa de roca de yeso, pensados para dotar al edificio de la máxima flexibi-


lidad incorporan en su diseño las aislaciones acústicas necesarias para un adecuado confort. La regional accesible Independientemente de la capacidad física, intelectual o sensorial del usuario, la propuesta edilicia pretende ser accesible en cada uno de sus locales. Los circuitos conformados por circulaciones horizontales, rampas y ascensor permiten el desplazamiento total a través del edificio. Se ubican servicios higiénicos para discapacitados en cada nivel, además de la incorporación de un código puntual rugoso en las circulaciones para no videntes. El análisis de los desplazamientos en silla de ruedas se puede ver reflejado en círculos de 120 cm que recorren todas las plantas. A nivel urbano y de arribos el estacionamiento a nivel establece un contacto cercano con la entrada principal del centro. Se proyecta además un acceso vehicular paralelo a los usuarios discapacitados.

de la implantación del objeto en el predio respecto al sol y al control de las pérdidas y ganancias energéticas, maximizando las medidas de protección pasivas, a fin de evitar el impacto de instalaciones mecánicas y su coincidente costo operativo. Se proyecta que las azoteas sean capturadoras de energía solar a través de paneles que generen el abastecimiento lumínico artificial de emergencia y el suministro de agua caliente sanitaria. El uso del predio con volúmenes edificados se restringe a la banda oeste, liberando el resto como territorio libre, verde y natural, sumando zonas verdes interiores y propiciando en algunos casos la aparición de azoteas vegetales. Se propone minimizar las áreas pavimentadas, utilizando materiales de baja reflectividad térmica, colocando bloques alveolados permitiendo crecer el viernes. En definitiva se considera que buena parte de la eficiencia se logra a través del no gasto exhaustivo energético.

La regional eficiente La eficiencia es lograda a partir ARQUITECTURA I 268

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C.U.R.E. Centro Universitario, Regional Este. Universidad de la República SEGUNDO PREMIO Kelbauskas-Lorieto-Pintos-Santellán

Autores del Proyecto Pablo Kelbauskas Victor Lorieto Conrado Pintos Luis Santellán Colaboradores: Federico Bergamino Santiago Hernandez Elvis Marrero Salvo René Martinez Juan Viñar Estructura Ing. C. M. Scosería Acondicionamiento Térmico Ing. Luis Lagomarsino

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Estrategia Frente a un área extensa de dominante natural, el edificio se implanta afirmando su carácter de hecho artificial, creado, aislando una porción dimensionalmente controlada para albergar y propiciar el relacionamiento de los miembros de la comunidad académica. Programa Se agrupan claramente las actividades de enseñanza y de investigación a los lados del espacio de relación y los servicios centrales, afirmando las características propias de cada área: investigación_ ámbito del trabajo individual o en grupos reducidos, del aislamiento y el silencio, de la reflexión y el estudio. enseñanza_ ámbito de la actividad grupal, del intercambio permanente, del relacionamiento abierto, del bullicio y el dinamismo.

Los espacios comunes materializan y propician la comunidad académica, tanto en las actividades formativas y deliberativas (biblioteca, aula magna, aula de videoconferencias, etc.) como en las de ocio y recreativas (cantina, terrazas y circulaciones, etc.) Las circulaciones se conciben como lugares de encuentro provistas de un equipamiento implícito y materiales que propician el estar además del pasar. Es el espacio central del edificio, lugar de encuentro, de ocio, objeto de contemplación y separación entre los sectores de enseñanza e investigación. El estanque permite que sus dimensiones sean generosas, propiciando un espectáculo a los espacios interiores y exteriores y evitando la sensación de espacio vacío cuando no se usa. Confluyen en él las pluviales de todo el edificio, y oficia además de regulador


térmico, reserva de incendio, y proveedor para el riego y cisternas. La estructura mixta de pilares de hormigón armado, muros de bloques termocret y vigas metálicas, se complementa con losetas prefabricadas de hormigón pretensado y una cubierta de paneles térmicos, permitiendo una rápida ejecución, bajos costos y flexibilidad.

da de circulaciones e instalaciones en el sector de servicios generales, los que pasan a tener una ubicación central; simultáneamente se termina de conformar un segundo patio de características distintas y complementarias a las del patio del agua. En la alternativa graficada se supone un 50% de crecimiento del área de aulas y laboratorios, pudiendo llegar a ser del 100% dentro del predio inicial.

El crecimiento se habilita con la previsión de una doble acometi-

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C.U.R.E. Centro Universitario, Regional Este. Universidad de la República TERCER PREMIO Báez-Durán

Autores del Proyecto MBAD ARQUITECTOS Mario Báez Adrian Durán Colaboradores: Matias Pereira Victoria López Marcelo Benvenutto Presupuesto Claudio Rittorni

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CONCEPTO | EL TODO Y LAS PARTES El edificio universitario impacta potencialmente en la memoria de quienes transitoriamente lo usan o pasan por él, llegando a ser un punto de referencia en sus vidas. La magnitud del programa supone y exige cuasi una condición urbana como estrategia de aproximación. Esa condición se relaciona directamente con una extrema funcionalidad y eficiencia. Y esa extrema funcionalidad con la necesidad de crear un ámbito intenso, un espacio intenso, público, privado, tranquilo y de intercambio a la vez, rápido y lento, de dispersión y concentración, etc.; todo esto debe coexistir y ser resuelto en un único ámbito, potente, coherente, funcional. Un lugar que debe funcionar y a la vez proponer relaciones, intercambios, vínculos; un ámbito que debe propiciar un fuerte sentido de pertenencia. Es por eso que el proyecto trata de ser simple, austero y eficiente, relacionado con la necesidad de generar una arquitectura sumamente eficiente, prolija, básica pero potente, fuerte, capaz de generar y transmi-

tir esa necesidad de recordar o entender que este es un ámbito donde el usuario pasa una gran parte de su vida, usándolo, trabajando, estudiando, divirtiéndose, etc. LO URBANO Del punto de vista urbano, la propuesta trata de explorar e interpretar la situación existente hoy en el área donde se ubican los predios, considerando como punto alto de la misma las posibles sucesivas etapas que plantea el concurso. La propuesta nace prácticamente de esta interpretación ya que se considera una situación muy favorable para el futuro de la universidad, el posible crecimiento de la misma, incorporando el predio anexo, transformando la situación actual de único frente a una de doble frente con todo lo que significa, pensando en temas como la accesibilidad, tan importantes en un programa como este. Es en este marco que la propuesta considera esa posible doble accesibilidad, considerando en una situación primaria o inmediata un único acceso directo al predio ad-


judicado por la calle Tacuarembó, único acceso peatonal, para vehículos, birrodados, bicicletas, etc.; de esta manera se plantea ese acceso atravesando una zona existente de fuerte presencia de vegetación, cruzando la cañada existente, lateralizando el mismo en el límite NE. Inmediatamente de cruzar esta situación se propone la presencia del parking. Este punto es clave ya que como se indicó al principio la posible situación futura resulta muy atractiva y favorable de pensar desde el inicio, para la cual se propone un circuito vehicular, trasladando el inicial propuesto hacia el borde NE nuevo que se correspondería con la situación final. El mismo se propone como un paseo natural, paisajístico, bordeando los accidentes naturales existentes como la cañada, e implementando un circuito que atravesaría todo el predio futuro de calle a calle, con un carácter fuertemente más natural, un trazado orgánico, donde el concepto de accesibilidad y paseo se funden, alejándose en parte de la propuesta arquitectónica por momentos, acercándose en otros, disfrutando del paisaje, y o solo accediendo al complejo universitario. Otra consideración importante en este punto es el estudio y reestructuración del futuro límite del nuevo predio hacia el club hípico y hasta llegar a la calle Honorato de

Balzac. Como parte del circuito paisajístico descrito con anterioridad y respaldo del mismo, y a su vez como estudio y reacondicionamiento de un límite hoy inexistente pero necesario de futuro. Para el mismo se propone acondicionar dicho espacio como parque natural, incluyendo el trazado de la cañada como atractor y elemento natural a potenciar como situación paisajística. Se propone para dicho espacio la posible creación de lugares estancos, posibles paradas (stop & go), lugares de estar, tipo plazas, a definir más adelante, y en caso de crecimiento de la estructura edilicia se propone destinar parte de esa zona a el aparcamiento de vehículos, bajo el verde. Un parking acondicionado, un buen lugar para llegar, pasear, recorrer, y volver. Del punto de vista urbano la propuesta básicamente propone potenciar la situación existente, considerando que el predio es parte y será parte aun mayor, de una gran área verde; creemos que una situación favorable como esta simplemente hay que terminar de concretarla y aprovecharla como tal. FORMA-FUNCIÓN 01 ANALISIS El programa se presenta desplegado o formado por claros y simples paARQUITECTURA I 268

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tanto a la investigación como la enseñanza, por la tanto y en respuesta directa, y casi literal se propone un nexo fuerte, que se corresponde con el llamado servicio de apoyo: biblioteca y central informática.

quetes programáticos, asociados a diferentes funciones, como ser: administración y gobierno, enseñanza, investigación, servicios de apoyo, servicios complementarios, servicios generales, y espacios estructurales. 02 DECISION A partir de un básico análisis de estos paquetes se observa dos de ellos con actividades específicas y otro paquete formado por el resto de las áreas programáticas. Esos dos paquetes más autosuficientes y específicos se corresponden con la investigación y la enseñanza. 03 PROPUESTA Se plantea entonces como primera decisión un funcionamiento en bandas programáticas que permitan resolver autónomamente estos requisitos. Esas bandas programáticas se separan por una banda en este caso sin programa, simplemente espacio, ya que se observa que ambas actividades, la de enseñanza y la de la investigación, son sumamente específicas en cuanto a sus contenidos, requisitos y necesidades. El sector de enseñanza requiere y genera un ambiente de mayor interacción, y el área de investigación propone un ambiente de mayor concentración. Ambas bandas programáticas son capaces de funcionar independientemente, por eso se propone básicamente separarlas, propiciando esa independencia. A su vez existen dentro del programa áreas capaces de generar un nexo fuerte entre estas dos bandas. Esa área programática funciona como servicio de apoyo 72

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04 RESULTADO De esta manera se genera la propuesta, básicamente en respuesta directa a los planteos y necesidades funcionales. El resto de las áreas del programa completan la misma, y potencian la vida común y la interacción del edificio. Un programa como este vive de una vida social potente, de un interacción fuerte entre las partes, entre las bandas; de esta manera se cierra el diseño de la misma propiciando en planta baja y a partir de la banda verde, de espacio vacío, entre la enseñanza y la investigación, dicha interacción, marcada fuertemente por la presencia de las áreas comunes, como ser el hall principal, la cafetería, etc. El edificio propone a partir de ese espacio introducir al usuario universitario; introducir a dicho usuario a un nuevo y potente mundo de actividad social, educación, enseñanza, intercambio, etc. Esa banda de espacio verde propone hacia un lado, generar el acceso principal, por el que todos deben pasar, absorbiendo al público naturalmente, y hacia el otro lado, propone absorber vegetación existente en el predio, e introducirla de esta manera, completando el ciclo, equipando dicho espacio, acondicionando dicho espacio. 05 CRECIMIENTO Por último, y como parte de este razonamiento cuasi obvio, transformado en arquitectura, se plantea el tema del posible crecimiento. Dicho esquema, el de las bandas, se aplica para el programa hoy planteado, pero resulta abierto. Es capaz de incorporar mas bandas programáticas, y conectarlas entre sí con espacios y áreas programáticas comunes. Se trata entonces de un esquema hecho edificio, completo e incompleto a la vez. La arquitectura como sistema abierto, como soporte, en proceso.


Plaza Independencia

Arq. Mercedes Medina Jurado de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay Arq. Laura Cesio Jurado por la Comisión Especial Permanente de la Ciudad Vieja Arq. Alejandro Veneziano Jurado por la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación Arq. Thomas Sprechmann Jurado Electo por los Concursantes Arq. Reneé Fernández Jurado por Ministerio de Transportes y Obras Públicas Arq. Juan Articardi Asesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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Plaza Independencia PRIMER PREMIO Ayerra-Castaings-Cobas-Gastambide-Lanza-Pérez

Autores del Proyecto Fábrica de Paisaje Equipo de Proyecto: Arq. Fabio Ayerra Arq. Marcos Castaings Arq. Martín Cobas Arq. Federico Gastambide Arq. Javier Lanza Arq. Diego Pérez Colaboradores: Bach. Facundo García Bach. Martín Larroza Bach. Luciano Machín Asesor en Arqueología: Lic. Elizabeth Onega

La reformulación de la Plaza Independencia no puede plantearse como una simple estrategia de design, fruto de una selección de esteticismos à la mode. Por el contrario, parece fundamental la construcción de un relato, un sistema narrativo que cumpla con una sistematización de comunicaciones y representaciones más general. Una línea argumental que le dé sentido al cambio material que se propone, y a la vez, sea fácilmente comprensible y apropiable. Se ha hurgado aquí en las condicionantes que podrían estructurar este relato, estableciendo un conjunto básico (y no exhaustivo) de siete claves inductivas. En las siguientes líneas se explicitan estas claves, articulándolas por medio de cualidades y razonamientos más generales, que provienen de la observación de la situación actual y pasada del citado espacio urbano, de su comparación y referencia con otros espacios globales de gran representatividad, y del ensayo de sus posibilidades de futuro. Cada una de estas siete claves se proponen como articuladores conceptuales de las definiciones específicas del proyecto, las que se indican asociadas a cada una de ellas. Las siete

claves intentan asimismo reconstruir un proceso iterativo según el cual se pretendió dar respuesta a la mayor cantidad posible de construcciones conceptuales con el menor número de acciones. De este modo, el proyecto se construye a partir de una serie mínima y controlada de piezas de gran efecto y capacidad de inducción, siendo este mismo proceso el que permite establecer un modelo abierto y adaptable, configurando más un escenario de posibles acciones que una orquestación de elementos predeterminados. Entonces, las 7 claves se organizan a partir de tres acciones/construcciones primarias: la colina, el edificio, y el jardín. Cada una de las claves consta asimismo de una breve introducción tópica y una pregunta que se propone responder con la acción, descrita a continuación en cada caso. Parte 1: La colina Pre-historia de un espacio público; historia de un paisaje de soporte La geografía de soporte es siempre determinante en la fundación y evolución de un asentamiento urbano. Así, en la ciudad de MonteARQUITECTURA I 268

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video, esta influiría de manera estratégica definiendo su localización peninsular, pero también en la ubicación de su puerto y en el surgimiento de las vías de aproximación por tierra a la ciudad fortificada (en especial el eje de las avenidas 8 de Octubre – 18 de Julio) sobre las estribaciones de la Cuchilla Grande. La condición geográfico-paisajística original fue también determinante para la construcción histórica de este espacio plaza. Inicialmente, su posición era estratégica, ya que garantizaba un punto de máxima visibilidad, de máxima altura, para la defensa de la ciudad. Este fue el por qué de la ubicación de la Ciudadela de Montevideo en dicho lugar. Demolidas las murallas, y en virtud de su articulación con la ciudad nueva, este lugar adquirió su valor representativo. Lo que fuera la especificidad del paisaje, la altimetría, transforma entonces sus funciones, manteniendo su significación. El lugar ha sido, por tanto, el depositario de las distintas ideas de poder y representación, desde la defensa armada colonial al ámbito donde descansan los restos de Artigas y recientemente, sede del ejecutivo de gobierno.

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Sin embargo, esta preeminencia paisajística originaria se ha perdido. La topografía natural del espacio fue, en la versión más reciente de la plaza, escondida por una serie de escalones que reconstruyen una superficie horizontal artificial y, a la vez, dificultan el acceso y la apropiación desde tres de sus lados. ¿Es posible reconfigurar el espacio topográfico de la plaza según su geografía original? Clave 1: Topografía. La clave número uno de este proyecto es, entonces, recuperar la visibilidad de este paisaje perdido: la Plaza Independencia es el lomo de la Cuchilla Grande. Se recuperará esta condición original del espacio como base de la operación de recalificación. La determinante estético-simbólica de la concavidad-convexidad de los espacios públicos configura una situación para nada novedosa. Así, con diferentes sentidos, con diferentes énfasis de significación, lo poseen las plazas más disímiles: desde la concavidad que enaltece el poder municipal del ayuntamiento en la Plaza del Campo de Siena, hasta la Plaza del Capitolio


en Roma, en la que la convexidad adquiere un carácter casi metafísico. Más allá de estos ejemplos extremos, son incontables los casos en que el manejo de la altimetría constituye un instrumento de generación poética y significante, de intensificación de perspectivas, y clarificación de usos. En este caso, la propuesta es devolver la sutil convexidad del paisaje natural, no forzando un modelado violento, sino haciendo visible la contundencia de la situación original y su capacidad de generar perspectivas. Pero a la vez, y sumada a las pasadas reflexiones generales, esta operación posee otras dos racionalidades conexas, muy importantes, y de carácter bien diferente. Primeramente, una simbólica. Desde comienzos del siglo pasado la plaza ha ido reforzando su carácter monumental: el cambio al formato de organización central, la inclusión del monumento ecuestre y, finalmente, la construcción del Mausoleo durante la dictadura militar y el alejamiento definitivo del prócer mediante las escalinatas de acceso. La convexidad pretende, junto con la reformulación de accesos que se detalla más adelante, aproximar la figura de Artigas, a la vez que democratizar el uso de la plaza en su conjunto. Por otro, una pragmática: pensar el proceso de obra como un ciclo cerrado en el sitio, equilibrando los movimientos de tierra dentro del terreno, y solucionando la disposición final de los desechos de construcción generados, al interior mismo del espacio. Se intenta, de esta manera, responder parcialmente a los criterios de sustentabilidad indicados en las bases. Clave 2: Vacío. Definición de un carácter Luego de varias décadas de ser únicamente un lugar de atravesamiento entre 18 de Julio y la Ciudad Vieja, rodeada de edificios abandonados y con usos muy eventuales,

la Plaza Independencia hoy parece querer redefinirse como un espacio de representación y conmemoración. La presencia de la nueva sede del Poder Ejecutivo es sin dudas el elemento desencadenante de este proceso. Este cambio funcional parece requerir su contraparte espacial. Pero esta, a su vez, debe ser pensada como la oportunidad para diversificar sus usos posibles. El actual modelo de espacio centralizado con parterres parece apropiado para una plaza barrial o para la plaza central de un pueblo o ciudad pequeña, con actividades domésticas, propias del día a día. El carácter de plaza representativaconmemorativa debe permitir distintos eventos con diferentes organizaciones espaciales, distintas cantidades de público y participantes, distintos equipamientos. Para ello, debe contar con un espacio más neutro, abierto y flexible. El modelo deben ser las plazas cargadas de actividad: las plazas que albergan mercados, actos civiles, militares y religiosos (recuérdense ejemplos como la Place des Vosgues, la Plaza Roja, la Plaza San Marco en Venecia, la Plaza del Mercado de Madrid o la Plaza San Pedro en Roma), y en menor medida las plazas de paseo. ¿Cómo dotar de sentido a la plaza y a la vez conservar su carácter conmemorativo y necesariamente flexible? La segunda cualidad que adopta la colina es la neutralidad. Entendiendo la importancia de la dimensión simbólica de la plaza, parecería inexcusable la acumulación de hechos banales o la colonización de la plaza por elementos que la distorsionen estética o simbólicamente. Se entiende la importancia de dotar de sentido a la plaza, pero nunca a través de la multiplicación ad infinitum de actividades o hechos programables y definidos a priori, sino a través de la construcción de los usos eventuales, simbólicos o cotidianos, que la misma deberá ARQUITECTURA I 268

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ser capaz de absorber. Entonces, el mecanismo es más la inducción de usos posibles que el abarrotamiento programático. Así, se conforma una plaza programable. Clave 3: Expansión. Reformulación de los límites; las plazas concéntricas La Plaza Independencia ha variado en tamaño y escala a lo largo del tiempo, configurando un proceso siempre decreciente. Las primeras imágenes muestran una plaza más amplia, más extensa, más abierta. Este proceso tiene una doble lectura, la de lo métrico y la de lo proporcional. Por un lado, el tamaño real de la plaza ha disminuido, con el aumento en el ancho de las calles de circunvalación, pero también la sensación de escala, con el progresivo crecimiento en altura de los edificios circundantes. Pensando en el cambio de carácter propuesto nos preguntamos: ¿se puede agrandar la plaza pensando un lugar en donde, como operación simbólica, quepan todos los montevideanos? Mediante algunas operaciones muy sencillas la plaza puede ser mucho más grande de lo que es hoy. Ordenando los flujos circulatorios, y anexando algunas vías y espacios 78

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contiguos a la plaza actual, esta puede crecer hasta casi el doble de sus dimensiones actuales. En su versión menos ambiciosa esta puede abarcar las vías de circunvalación y las pasivas, pero incluso podría tomar las bocacalles circundantes (hasta aquí se indica en la propuesta), y hasta un poco más, los espacios y equipamientos culturales aledaños. Pensando así el problema, muchos de los inconvenientes del espacio actual se pueden solucionar en una plaza ampliada. Por ejemplo, los efectos del viento que arriba desde la costa, en especial la sudestada, se pueden controlar mediante el arbolado de los espacios al sur de la Torre Ejecutiva. Mediante esta ampliación también se puede potenciar el efecto de la primera de las claves, aumentando el efecto perspectivo aun a partir de una mínima variación altimétrica. Clave4: Continuidad (física y escalar). Materialidad única; homogeneidad histórica como soporte material Como expresa la genealogía presente en las bases, la historia de la Plaza Independencia es la historia de la búsqueda de una cierta


homogeneidad; no obstante, esta homogeneidad siempre se ha buscado exteriormente a ella, en los edificios que le hacen de límite. ¿No debería encontrarse la respuesta final a esta búsqueda en el interior mismo de la plaza? La única respuesta eficaz parece ser el trabajo sobre la superficie que estructura la plaza. Para ello se propone un único material, que permita dar continuidad y homogeneidad al espacio, a la vez de generar un soporte continuo, neutro y flexible, permitiendo diferentes usos y apropiaciones. Partiendo de esta premisa y de las comentadas anteriormente, la decisión acerca del material es relativamente delicada. Este debe ser un material de cierta nobleza, pero a la vez, dadas las dimensiones del espacio, debe poseer un costo accesible. Pero la continuidad no es obstáculo a la posibilidad de variación, a la utilización de una definición material que permita, a través del estudio de la textura como una construcción tectónica, la construcción de una imagen: textura para el peatón, imagen para el diletante aéreo o tecnológico. Imagen y textura coexisten en la definición

material de la plaza, construyendo de este modo un relato, y narrando una historia (palimpsesto) apenas sugerida para el paseante desprevenido. Ejercicio parte conceptual parte pragmático (evita la incomodidad proverbial de la arbitrariedad a la hora de configurar una superficie con variaciones), deviene real un su articulación con condiciones contextuales pertinentes: véase sólo la altura de edificios adyacentes como el Palacio Salvo, la Torre Ejecutiva, o el Hotel Radisson, que permiten una mirada aérea capaz de activar la mirada lejana necesaria para construir la imagen. Clave 5: Índices. Palimpsesto activo; manejo y selección de referencias históricas Desde el libro de André Corboz, la metáfora del palimpsesto aplicada al territorio ha sido una feliz repetición, que pone énfasis en la importancia del rastreo de los distintos sucesos históricos para la construcción de los ámbitos territoriales. Sin embargo, esta idea de palimpsesto refiere, casi exclusivamente, a algo enfocado en el pasado, en un pasado múltiple y pasado al fin. Pensar en un nuevo palimpsesto activo, como algo ARQUITECTURA I 268

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que todavía esta reescribiéndose, nos parece más apropiado. ¿Cómo introducir una selección de referencias históricas utilizándolas de manera que, estando presentes, no obstaculicen la construcción de futuros posibles para la nueva plaza? Índices refiere a la capacidad de la plaza de marcarse con huellas históricas. Surcos débiles, iluminaciones fugaces, trazas de diversos pasados; pero también de posibles futuros. Y el desafío es precisamente que todas estas trazas se reconstruyan sin convertirse en obstáculos de lo que aun esta por ser, atendiendo al sentido del vacío antes mencionado. Así, se han determinado, en la definición material de la superficie de la plaza, una serie de pequeñas hendiduras, a modo de pequeñas depresiones, siguiendo la traza de la muralla, para permitir que el agua de lluvia se deposite reconstruyendo, fugazmente, dicha traza. La reconstrucción fugaz y eventual remite a una mirada activa de la historia, itinerante, variable, y en construcción. También la definición de la colina es índice, como se desarrolló en la primera de estas claves, de una geografía preexistente. Parte 2: El edificio Clave 06: Evento (mausoleo, atrio, centro cultural). Incorporación de actividades Se ha insistido sobre el carácter eminentemente simbólico que posee la Plaza Independencia. No obstante, hoy es soporte de diversas actividades, algunas de las cuales lejos están de cualquier narrativa trascendente, y que, en su devenir cotidiano, también definen intrínsecamente los valores del espacio. Asimismo, se ha notado la importancia de concebir la plaza como un espacio abierto y flexible, mínimamente jalonado, evitando un condicionamiento activo de usos y minimizando interferencias en 80

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relación a los usos posibles. Pero concomitantemente se entiende esta oportunidad como una instancia fundamental para el posible replanteo de actividades a ser incorporadas, al tiempo que abrir posibilidades de refuncionalización y re-caracterización de la importante infraestructura subterránea. ¿Cómo infiltrar un cuerpo programático sólido en la Plaza y al mismo tiempo no abandonar su condición abierta y flexible? La propuesta opta por concentrar un núcleo programático duro subterráneamente con el doble propósito de liberar la cota urbana de la plaza y revalorar, ampliando y refuncionalizando, la pieza subterránea existente. En este sentido parece fundamental e inexorable considerar la construcción del estacionamiento, hacia el sector este de la plaza, como una oportunidad que obliga al máximo aprovechamiento de tal operación además de como operación vial, como ampliación del Mausoleo. Esta ampliación, que tiene un propósito funcional y simbólico (dotar de actividades socioculturales a la plaza y revalorar el sentido del Mausoleo construyendo una infraestructura abierta y pública), es resuelta como un nuevo acceso al espacio subterráneo, amplio, confortable, y dispuesto lateralmente en la plaza, que se abre a una pequeña plaza descendida, y a los espacios que en secuencia anteceden al Mausoleo. De este modo se retarda el ingreso al mismo a través de una serie de estrategias concatenadas de espacio cultural (posible Centro Cultural del Bicentenario) y lo que podríamos llamar atrio, espacio didáctico y democrático, iluminado, que sirve de contrapunto a la solemne austeridad del Mausoleo original, que concluye el recorrido. Antes que negar el mausoleo, el mismo se complejiza a través de esta secuencia narrativa/ cinemática.


El espacio resultante permite la articulación de diversos programas, desde los eventuales e informales (visitas, compras, búsqueda de información turística), hasta la realización de actos conmemorativos, para lo cual el espacio protegido y vidriado debajo del monumento ecuestre sirve de dramática escenografía.

diodías de semana, también obstáculos en la circulación y deflexiones topográficas que impiden un uso neutro y genérico de la plaza. ¿Cómo restaurar la presencia vegetal en la plaza acordando las hipótesis sugeridas en las claves anteriores, especialmente de significación e indeterminación/apertura funcional?

Parte 3: El jardín

Plaza Plus* propone la sustitución de las actuales ecologías desagregadas por un sistema conjunto y sistémico en la plaza, conformando un jardín o ecología itinerante, en tanto variable y conformable en el tiempo y en las estaciones. Este jardín, pequeño pulso verde en el magma seco de la colina adoquinada, pretende no sólo articular la necesaria presencia del vegetal como constructo simbólico y contemporáneo, sino también como articulador visual y programático entre la plaza y la peatonal que la despliega hacia la Ciudad Vieja a través de la Puerta de la Ciudadela. Así, el jardín es marco natural para la figura de Artigas en la aproximación axial desde 18 de Julio, y espacio de estancia anexo a la zona comercial peatonal. Conformado como un breve oasis de palmeras, desplazando las palmeras existen-

Clave 07: Jardín; ecologías itinerantes La actual Plaza Independencia, como se narró en las primeras líneas de este texto, cuenta con una serie de elementos conformados históricamente, a modo de capas sucesivas. Uno de ellos, y que ejerce una fuerte caracterización de la plaza, tanto estética como funcionalmente, es la presencia de los cuatro grandes parterres con sus correspondientes fuentes y vegetación en altura (palmeras). A excepción del mausoleo, más por su contenido simbólico que presencia física, nada determina más la estructura de funcionamiento y aprehensión de la plaza que estos elementos vegetales: espacio de descanso, incluso picnic en los me-

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tes en las otras zonas de la plaza y manteniendo las existentes en los dos parterres próximos a Juncal, agregando algunas vegetaciones bajas complementarias y un controlado sistema de banquetas, también es espacio de contemplación hacia la Puerta de la Ciudadela y hacia las visuales que se abren al Teatro Solís. Complementariamente, y atendiendo a una intención claramente didáctica en su formulación, el jardín es habitado por los denominados ecoambientadores, dispositivos verticales que contienen diversas funciones ecológicas: aerogeneradores de eje vertical, iluminación, aspersores para construir un clima húmedo cuando la temperatura lo requiera, sonido ambiente, y conectividad digital. En síntesis, la emergencia del jardín, espacio históricamente comprendido como locus del pensamiento, articula la presencia de elementos cotidianos, permitiendo un depurado uso social de la plaza, 82

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de otro modo claudicado, y dispone conjuntamente de una serie de mecanismos que actúan hacia una deliberada lectura sostenible de la plaza. Sin abundar en un discurso ecologista que creemos inadecuado en función de los valores predominantemente simbólicos de la plaza, tampoco parece adecuado comprender que el verde o la presencia de naturaleza es inconsistente con esas premisas; por el contrario, la copresencia dinámica y compleja de ambos garantiza una concepción altamente democrática, es decir, ecológica.


Plaza Independencia SEGUNDO PREMIO Lecuna-Moreira-Roux-Detomasi-Goyos

Autores del Proyecto Verifica! Arquitectos Equipo de Proyecto: Carolina Lecuna Nicolás Moreira Marcelo Roux Gabriela Detomasi Fernanda Goyos Colaboradores: Karina Lens Catalina Radi Claudio Spalvier Arqueología: Lic. Laura Brum Lic. Gustavo Casanova Lic. Eugenia Villarmarzo Botánica: Ing. Agr. Clara Villalba

másplaza! másplaza! es una mirada actual, abierta e integradora al espacio de la Plaza Independencia de la ciudad de Montevideo. Un recinto que busca celebrar y habilitar la convivencia. másplaza! se concibe como un ámbito biaxial de ligeros y cuidados contrastes, cuyo baricentro es el monumento ecuestre al prócer Gral. José Artigas; un despojado recinto democrático, representativo y republicano; solemne, cotidiano y vivencial, flanqueado por espesores verdes de nuevos parterres y nativa vegetación que reconocen de un modo nada inocente el eje que le dio razón y orden.

másplaza! es una reflexión contemporánea a los registros de la historia, la enfática asunción patrimonial del valor escénico de su entorno, de las visuales y de los objetos referenciales que tensionan su organización; un gesto simple de tácticas múltiples que sugieren y/o revelan sensibilidades y poéticas esenciales de otro tiempo.

másplaza! amplifica el espacio plaza como gran recinto vacío en la morfología urbana, un recurso simple, a fin de dotarlo de cualidades para el desarrollo de las actividades representativas, vivenciales, democráticas y culturales que le son inherentes.

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másplaza! integra a partir de una perspectiva contemporánea la densidad histórica, fundante y referencial del espacio. másplaza! construye un soporte plural capaz de habilitar tanto el desarrollo de actividades y eventos de perfiles ceremoniales y solemnes así como aquellos cotidianos, lúdicos, resistentes y los múltiples atravesamientos que componen la dinámica diaria de la Plaza. másplaza! atiende a la representación del espacio desde su escala cenital y lejana en tanto recinto representativo de la ciudad de Montevideo hasta la microescala de sus prácticas espaciales habituales y populares. másplaza! facilita la convivencia de las distintas plaza habilitando inimaginables posibilidades de ser, entendiendo que en ello anida la verdadera nueva imagen de plaza, la verdadera nueva imagen de ciudad y de país.

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Plaza Independencia TERCER PREMIO Gentini-Arana-García-Reimundi-Terán

Autores del Proyecto Oficina de proyectos Equipo de Proyecto: Arq. Alvaro Gentini Bach. Juan Arana Bach. José García Bach. Leandro Reimundi Bach. Miguel Terán Arqueólogo: Roberto Bracco

Generalidades La propuesta reafirma y potencia su característica fundamental entendida como el recinto plaza, conservando y acentuando la axialidad de su espacio. Se diseña y reformula el espacio basado en las características de su plano principal de uso, su cota 0, que prioriza y jerarquiza el espacio con uso público y peatonal como articulador de las diferentes morfologías adyacentes. Esencialmente se unifican los niveles y pavimentos actuales conformados hoy por la secuencia acera-calle-plaza, diseñando la percepción de un único plano horizontal caracterizado y definido en sus texturas y colores, en una dosificada combinación de elementos naturales y artificiales. Esta transición entre los espacios actuales pasiva plaza, se realiza con una sucesión de elementos verticales que oficien en su conformación espacial como pasivas de transición entre las pasivas existentes y el gran espacio ceremonial institucional plaza reconocido por la memoria colectiva de nuestra sociedad. Este espacio acogedor de transición entre las diferentes situaciones espaciales y de escala, basado en especies arbóreas autóctonas de

nuestro país, genera en el perímetro del recinto un microclima que potencia en la plaza un uso hoy no propiciado redefiniendo las pasivas actuales y uniformizándolas en favor de las diferentes necesidades de asoleamiento y confort de las diferentes estaciones del año para el recinto plaza. Particularidades Para potenciar las características de las diferentes escalas, espacialidades y usos propuestos es de vital importancia la drástica atenuación de tráfico vehicular. La propuesta otorga a la ciudad de un atravesamiento norte – sur, geográfica e históricamente reconocido, bajo su cota 0 en el eje de la actual calle Florida. La propuesta sugiere impedir el acceso del transporte colectivo urbano en la cota 0, desplazando este tránsito y sus paradas al subsuelo de este atravesamiento. La modulación, distribución y equipamiento del área verde de transición posibilita la circunvalación total a la plaza por parte de los vehículos que esten eventualmente autorizados a acceder a los edificios de los predios con frente a la plaza. Este vaciamiento bajo la cota 0, que propicia una oportunidad arqueológica única y sin precedentes, ARQUITECTURA I 268

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posibilita descongestionar más el tránsito en la ciudad vieja y ordenar y alojar las plazas de estacionamiento vehicular necesarias que la actualidad requiere. Respecto de la historia y memoria del lugar no se pretende ocultar ni revertir las características que nos llevaron a ser la única ciudad de América que no conserva restos de sus recintos amurallados y ha sido ferozmente irrespetuosa con el patrimonio legado de la época. Es intención clara mantener el esquema de orden y rigor clásico que determina las características morfológicas del recinto y liberar de esta lógica al diseño de los espacios nuevos que ahora la redefinen. Se mantienen similares las principales perspectivas del recinto y se reubican las especies vegetales existentes como forma de mantener las imágenes sugeridas y presentes en la memoria colectiva de los usuarios. Semántica del proyecto Dentro de esta zona de detenimiento perimetral a la plaza se conforma una verdadera plaza de los sentidos pues al combinar distintas especies arbóreas autócto86

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nas emplazadas conjuntamente se prevé la radicación de fauna aviaria autóctona la cual hará notar su presencia a nivel auditivo junto con el movimiento de las hojas en las distintas épocas del año. Aportan a esto el agua en movimiento, el alejamiento de los distintos tipos de polución actuales (sonora, de gases, visual, auditiva) y el microclima que intencional e inevitablemente se genera. Se genera un borde arbolado combinando especies caducas y perennes que generan recintos espaciales frente a cada edificio de la plaza y conforman una barrera de atenuación de viento en las zonas abiertas y reguladores de la temperatura ambiente. Se agrega de forma simbólica y conformando el espacio un gran ibirapitá detrás del Monumento al General Artigas, como respaldo de su imagen y reafirmando su presencia cercana al mausoleo.


C.A.F. Corporaci贸n Andina de Fomento Edificio Sede

Arq. Rogelio Mayorca Presidente del Jurado Msc. Arq. Elisa Silva Jurado por la Corporaci贸n Andina de Fomento Arq. Fco. Bonilla Jurado por la Intendencia de Montevideo Arq. Hugo Gilmet Jurado de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay Arq. Luis Zino Jurado por los concursantes Arq. Roberto Villarmarzo Asesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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C.A.F. Corporación Andina de Fomento Edificio Sede PRIMER PREMIO Labat-Porta-Scioscia

Autores del Proyecto LAPS Carlos Labat Pierino Porta Nicolás Scioscia Colaborador: Fernando Romero

1. Contexto urbano - propuesta urbana El edificio del ExMercado Central se ubica en un contexto urbano privilegiado, articulador potencial de los diferentes circuitos peatonales y vehiculares de la zona y desde un punto de vista representativo, juega un rol importante como remate del circuito Bartolomé Mitre y como puerta de entrada a Ciudad Vieja desde la Rambla.

En contrapartida, los espacios públicos adyacentes están escasamente calificados, hecho que se acentúa por el estado de abandono del edificio. La concreción del proyecto CAF representa una oportunidad de dar identidad y dinamismo a los mismos. A partir del reconocimiento de la profunda vocación urbana del proyecto, la propuesta genera una nueva trama de recorridos y espa-

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cios públicos que potencian el volumen construido. Se configura una plataforma de actividades públicas que incorpora al Teatro Solís, el Complejo Cinematográfico, bar Fun Fun y las actividades públicas de la CAF que ofician de remate del circuito peatonal Bacacay-Sarandí-Bartolomé Mitre e integra los espacios públicos actualmente disgregados. Se propone un edificio que difumina sus límites, generando accesos, vínculos visuales y recorridos. 2. Mercado central - transformación de una preexistencia Adicionalmente a la concepción histórica de patrimonio, se adopta una visión contemporánea desde

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el punto de vista de lo construido. En ese sentido, la renovación del patrimonio construido en nuestras ciudades sería una estrategia sustentable de actuación. Proponemos seguir esa línea y conservar la estructura existente, basándonos en la valoración de los siguientes puntos: - El buen estado de conservación de la estructura del edificio; - La capacidad de recibir las actividades propuestas en el programa. Altura suficiente, espacio definido por losas y pilares; - La potencialidad para reforzar el carácter de la estructura o paisaje urbano en el que se inserta. El desafío es concretar, con una propuesta arquitectónica, la relación entre permanencia y transformación.


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3. Análisis programático-organización A partir de reconocer los diferentes requerimientos espaciales y de uso entre los distintos sectores del programa; este se concibe en dos partes independientes. En el edificio existente se ubicarán las oficinas y espacios públicos de la CAF, mientras que el complejo cultural y el bar Fun Fun ocuparan un volumen sobre la calle Reconquista. Ambos elementos conformarán un patio urbano de carácter público. La articulación volumétrica del programa se ve potenciada con un único gesto unificador buscando así una imagen simple pero contundente a la vez. Un patio al centro del segundo nivel aportará iluminación y ventilación natural a todas las áreas del edificio, mientras que el sector de oficinas de directorio se liberará por sobre el resto de las construcciones, buscando así su independencia frente al resto del programa.

4. Patio urbano Se propone el vacío como articulador entre la existencia y lo nuevo. Un concepto distinto de espacio público, el cual se nutre de las actividades que lo rodean y propone continuidad en el sustrato de planta baja. Ese patio urbano adquiere identidad asociado a la institución CAF y se posiciona en el espectro de los espacios públicos de la zona. 5. Materialidad-la piel velada Se propone una piel velada que permita el diálogo del edificio con su entorno. La fachada podrá así jugar con la luz, evidenciar y ocultar el interior en el transcurso del día. La piel será protección solar diurna y control de iluminación interior nocturna.

El volumen de servicios y estacionamientos se ubica en subsuelos.

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C.A.F. Corporación Andina de Fomento Edificio Sede SEGUNDO PREMIO MAAM Arquitectos

Autores: MAAM Arquitectos Equipo del Proyecto: Mauricio López Matías Carballal Andrés Gobba Pablo Courreges Martín Pronczuk Santiago Saettone Alexis Arbelo Emiliano Etchegaray Pamela Davyt Ken Sei Fong Aldo Lanzi Guillermo Acosta Luciano Andrades Silvio Lagranha Rochelle Castro Asesores: Estructura Magnonge & Pollio Ingenieros Acondicionamiento Térmico / Eléctrico / Datos Cousillas & Asociados

Complejidad estimulante Pocas son las oportunidades de crear verdaderos marcos urbanos en nuestras ciudades; generar espacios significativos que tengan capacidad de transformar el ambiente urbano. El proyecto e implantación del nuevo edificio sede de la CAF en Montevideo es, sin dudas, una de esas gratas coyunturas que no deben plantearse desde un simple reto de design, donde prevalezca lo meramente estético. Se trata, ante todo, de un desafío de escala urbana. Las actividades y eventos previstos para este proyecto tanto como sus entidades promotoras, tienen un peso fundamental en la capacidad transformadora de esta intervención en la ciudad. Se trata de actividades políticas, comerciales, culturales y de ocio. Este carácter híbrido se entiende como una de las plataformas programáticas más significativas de la metrópolis contemporánea. Estamos frente a un paisaje, entendido en su sentido más amplio, de pasado denso, de topografía marcante en plena transformación y futuro promisorio. Se trata de un sitio de encuentro de tramas y rehén de múltiples reconfiguracio-

nes morfológicas que lo presentan, como un evidente palimpsesto. La discusión académica sobre la trama, las alineaciones con la Ciudad Vieja o la nueva es suplantada por una discusión de carácter espacial, poniendo en valor la experiencia del ciudadano metropolitano. En definitiva, el proyecto es formulado a partir de un conjunto abierto e híbrido de claves proyectuales atentas a potenciar la hipótesis del proyecto como complejidad estimulante. 01. TRANSVERSALIDADES Y CRUCES: La hipótesis de lo relacional. De condición topográfica determinante y ubicación estratégica, el sitio devela su capacidad de transversalidad, conectando dos estratos de ciudad a diferente altimetría. Por un lado, el alto de la Cuchilla Grande -nivel donde se manifiesta la condición política, cívica e histórica de la ciudad (en su nodo representativo más preciado como la plaza Independencia)- hasta el horizonte del Río de la Plata, contenido por la Rambla, nivel de ocio por excelencia de los montevideanos. En este escenario, se plantea un proyecto como un cruce, expandiendo la oferta de espacio público de alta calidad para la ciudad, ensamblando ambos niveles medianARQUITECTURA I 268

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te una concatenación de espacios, dando continuidad al sistema de peatonales y plazas existentes desde el alto hasta el horizonte austral. El proyecto explora su mayor potencial en su condición urbana, estableciendo conexiones inclusivas con la ciudad, expandiendo usos para la recalificación del entorno inmediato. Se trata de una propuesta que, más allá de atender a lecturas históricas alertas a lo coyuntural intenta subrayar otro tipo de abordaje, uno menos objetual, y más relacional por su capacidad de generar transversalidades y cruces, combinaciones y transferencias con los propios procesos dinámicos del lugar. 02. ESPACIO PÚBLICO INDUCIDO: El patio-plaza-calle. El tramo de ciudad en el que nos encontramos ha sido definido históricamente desde el diagrama vacío-lleno, con espacio privado saturando el cuerpo disponible de la manzana y lo público definiéndose por contraste. Manifestando su condición contemporánea, mucho más heterogénea y diversa, el proyecto plantea una posición vinculante, donde la valoración del lleno o el vacío no se torne evidente. El proyecto propone, en su centro, un espacio relacional de escala urbana, un corazón de manzana que se despliega en forma centrífuga, con usos múltiples y progresivamente simultáneos, de carácter interior-exterior. El antiguo espacio dicotómico público-privado será complementado por un nuevo tipo de espacio de relación, abierto

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a nuevas y futuras configuraciones, intenso y diverso. Un escenario percibido como manifestación múltiple y heterogénea del espacio colectivo. Se trata de un patio-plaza-calle que se presenta como un nuevo acontecimiento urbano de uso público estableciendo una continuidad espacial desde el alto de la Cuchilla Grande hasta un nuevo balcón al paisaje del Río de la Plata. Es pasaje, cruce, plaza, lugar de encuentro, de exposiciones y espectáculos al aire libre, pero ante todo es un espacio que integra las actividades y accesos de los programas más importantes de esta intervención y califica todos los niveles de la propuesta. Una infiltración de espacio colectivo que explora la dualidad de conectarse con el sistema de peatonales existente y estar ligado a la estructura vial del entorno. La nueva Bartolomé Mitre, de carácter semipeatonal, en conjunto con el nuevo tramo de tránsito reducido de la calle Reconquista, forma parte de la expansión de este patio-plaza-calle y su conexión inmediata a la ciudad. En la esquina que contacta el flujo peatonal del Teatro Solís y la Plaza Independencia, una ausencia de masa se presenta como atrio de acceso al programa de ocio orientando al peatón al interior de la manzana: un espacio colectivo controlado, una calle al abrigo de la lluvia, el sol y el viento, que concentra los accesos a los cines, al bar Fun Fun y la cafetería. Hacia sus márgenes Este y Oeste, el patio-plaza-calle se expande y se vuelve más público, con la capacidad de recibir los flujos peatonales


del entorno a través de sus galerías, espacios techados que operan como antesala al gran vacío interior. 03. VOLUNTAD REACTIVADORA: La oportunidad en lo existente. Lo que en aquel fuera incierto en este es funcional (el programa); lo antes figurativo ahora es estructural (el esqueleto); lo que compacto aquí permeable (la ciudad). Se establecen operaciones que permiten generar nuevas condiciones de uso; horadar, excavar, vaciar, desvelar. Estas definen superficies, espacios libres, donde se aprovecha al máximo el área existente del antiguo edificio reutilizándose casi en su totalidad la estructura. La nueva volumetría necesaria que por sus especificidades programáticas exige un sistema estructural diferente, encuentra su mejor posición en el espacio vacante, combinándose de manera sutil con el edificio reactivado. 04. SEGREGACION ESTRATÉGICA: El programa como origen. Atento a la posible gestión diferenciada de los programas de la CAF y la IMM el proyecto establece límites que separan el programa de ambas instituciones, anticipando

posibles conflictos de gestión, uso y control. La CAF toma cuenta del hemisferio Sur del Complejo habitando la estructura existente con el programa solicitado. La torre alberga al programa privado (oficinas) y el anillo al programa semipúblico (salas de reuniones, biblioteca, comedor, etc.). Por el contrario, el sistema de salas de cine toma la cara Norte, se coloca y permanece allí como una masa cerrada que levita. Las salas flotan en la parte superior, mientras que a nivel plaza, el foyer y hall de estas se abre y se devela, tanto con el patio del complejo como con la ciudad toda. Los estacionamientos también son parte de esta estrategia, se dividen en 2, quedando uno asociado a la CAF y otro asociado a la IMM, cada uno próximo a sus actividades y sin interferencias entre ellos. El patio, con su isla de agua, acción evocadora, desinhibida, es el pulmón del complejo que permite el atravesamiento total sin interferencia entre sus partes.

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C.A.F. Corporación Andina de Fomento Edificio Sede TERCER PREMIO Bergamino-Bergamino-Campos-Hernandez-Mariño-Marrero-Viola

Autores del Proyecto Jorge Bergamino Federico Bergamino Natalia Campos Santiago Hernandez Ignacio Mariño Elvis Marrero Rodrigo Viola Colaborador: Diego Míguez.

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Sustracción 0.01.1_sustracción de lo sólido y hermético para incluir elementos naturales, luz y aire, acondicionando espacios habitables cómodos y estimulantes. Potenciar el disfrute del tiempo y las estaciones climáticas, a la vez que se acondiciona lumínica y térmicamente los espacios habitables con recursos naturales (reducción de la crujía a través de la incorporación de una plaza interna). 0.01.2_sustracción estratégica. Se ubican los elementos programáticos que requieren grandes dimensiones libres de pilares en coincidencia con la ubicación de la nueva plaza, resolviendo así la incompatibilidad con la grilla estructural existente. 0.01.3_ sustracción de cierres y fronteras visuales, que permiten hacer un edificio inclusivo. Edificio que permita su recorrido y uso público en las áreas de mayor rozamiento; que con su programa incluya intensidad y variedad de usos, que oficie de nexo tanto entre la trama urbana y la rambla costera como entre la trama de la ciudad nueva y la ciudad vieja; que construya ciudad.

Adición 0.02.1_ adición de elementos de protección y relacionamiento con el contexto natural, climático y urbano. Techo. Protección solar horizontal regulable que oficia de alero y protección de cerramientos horizontales sobre la plaza Golda Meir y la plaza interna. Elemento que da escala urbana y destaque a la intervención, jerarquizando tanto el nuevo edificio sede de la CAF cómo el espacio público que lo rodea. Se transforma así en un edificio ícono y de adecuada escala urbana mediante un único gesto que contribuye a la calidad espacial del entorno y oficia de acondicionamiento natural del edificio y del mencionado espacio publico. Se construye un edificio, se construye ciudad. Cerramiento vivo. Recalificar la imagen del edificio, manteniendo su característica objetual unitaria e incorporando dinamismo y variabilidad a sus fachadas. Un cerramiento de protección climática y visual que permite acondicionar con comodidad y simpleza el área de trabajo según las condiciones externas y de uso interno lo re-


quieran y que permite cambiar esta relación cuando dichas condiciones cambien. 0.02.2_ adición estratégica. Núcleos de circulación vertical concentrados son ubicados en el sector de plaza interna, evitando así tener que intervenir con nuevos ahuecamientos en la estructura existente. 0.02.3_ adición práctica de área útil necesaria para uso de oficinas. Inclusión de un nuevo nivel, respetando la grilla estructural existente con el fin de aumentar el área de uso. Uso de azotea cubierta para disfrute visual y de ocio (plaza elevada y contendida, de visuales extendidas), cómo área de reserva para crecimiento interno, como piso técnico para incorporación de servicios. 0.03_intervención sustentable 0.03.1_iluminación natural. La creación de una plaza interior acondicionada permite la multiplicación de fachadas, haciendo que todos los locales cuenten con adecuada iluminación natural, siendo la distancia máxima desde cualquier punto al vano más próximo igual a un módulo estructural.

La reducción de la crujía por medio de este recurso se torna fundamental para el acondicionamiento natural del área de oficinas. La presencia tanto de los parasoles móviles sobre la plaza Golda Meir, así como las membranas enrollables permiten el control de la intensidad lumínica en los diferentes períodos del día / estación, actuando como difusores y generando una iluminación difusa intensa. 0.03.2_ventilación natural. Se trata de un edificio de cuatro fachadas y una plaza interna cuyos cerramientos móviles permiten regular los flujos de ventilación cruzada. La plaza interior oficia además cómo chimenea que permite evacuar el aire caliente proveniente de las oficinas en el período cálido o cerrarse en invierno conservando el mencionado calor y propiciando el efecto trampa, con lo que se reduce la necesidad de acondicionamiento mecánico de los ambientes. El cerramiento perimetral exterior propuesto permite controlar la intensidad de los vientos predominantes y eventuales y su presión sobre el cerramiento vidriado; esto permite reducir la influencia sobre la fachada de los flujos intensos (sudestadas) o graduar la velocidad ARQUITECTURA I 268

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de la brisa sostenida. Este doble cerramiento permite, además de controlar la radiación solar directa sobre el plano vidriado y su consiguiente efecto trampa, la circulación ascendente por convección de aire que colabora en la evacuación del aire caliente del sector de trabajo (fachada ventilada). Un estanque colabora en el enfriamiento y convección de aire sobre la fachada norte cuya inercia térmica disminuye el efecto isla de calor.

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0.03.3_eficiencia energética. Los lineamientos anteriormente mencionados serán el factor determinante en el ahorro energético del edificio, reduciendo la necesidad de acondicionamiento mecánico. Techo sensible. La fachada horizontal del edificio es utilizada para acondicionar los espacios por ella cubiertos (edificio y plaza) así como complemento energético, por la incorporación de paneles solares.


CONCURSOS ANTERIORES Homenaje a Wilson Ferreira Aldunate (2004) Peatonal Sarandí (Intervalo II: Ituzaingó-Alzaibar) (2004) Parque Lineal Arroyo Miguelete (Parque Andalucía) (2006) Rambla 25 de Agosto de 1825 (2006) Costa de Oro del departamento de Canelones (2007) Centro Formación de la Cooperación Española en Montevideo (2007)

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Concurso Público para el Proyecto y Construcción de la Propuesta de Homenaje a Wilson Ferreira Aldunate (Montevideo, Uruguay, 2004)

Autores del Proyecto BAPTISTA + BAPTISTA arquitectos Arq. Alejandro Baptista Vedia Arq. Alejandro Baptista Acerenza Colaboradores: Luciano Benítez Diego Guichón Juan Manuel Pérez Asesores: Tec. Iluminación Carlos Galante Ing. Agr. Peter Baptista

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En el año 2004, una comisión nacional convoca a un concurso público para el Proyecto y construcción de la propuesta de homenaje a Wilson Ferreira Aldunate. Estadista de destacada labor política y acérrimo enemigo de las dictaduras que se instalaron en Latinoamérica en el último tercio del siglo XX, regresa a nuestro país tras once años de ausencia. Al ser detenido, levanta simbólicamente sus brazos en V, conformando una imagen que es parte de la memoria colectiva de nuestro país.

La propuesta debía considerar tres escalas de intervención: la resolución concreta del homenaje, su área de influencia y el reordenamiento de toda la explanada municipal. Se propone una estructuración en bandas de actividades paralelas a la Avenida 18 de julio, recalificando sectores, reordenando programas que allí se desarrollaban e incorporando mobiliario urbano. El área de influencia queda definida por un banco perimetral, una acacia blanca que marca y da escala al lugar, y una cinta de pavi-


mento de hormigón que nace en el sector calificado y se eleva en una placa maciza de 4.50 m. de altura. El elemento de homenaje constituido por la imagen deconstruida en tres placas de hierro y vidrio, caladas y pixeladas, se recompone

según una visual que sigue la traza del piso de hormigón pulido; esta varía en función de su iluminación y en relación a la posición y el recorrido de las personas, haciendo participe al observador de la imagen que construye.

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Concurso-licitación para el proyecto y construcción de la Peatonal Sarandí (Intervalo II: Ituzaingó-Alzaibar) (Montevideo, Uruguay, 2004)

Autores del Proyecto Leonardo Elizalde Mercedes Espasandín Nguyen Gomensoro Carolina Grisi Javier Prieto Mariana Rodríguez Matilde Suárez

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La peatonalización de cuatro cuadras de la calle Sarandí -eje del casco histórico de la ciudad de Montevideo- es el resultado de un concurso de arquitectura donde intervienen un estudio proyectista junto con una empresa constructora que se compromete a realizar las obras con un presupuesto prefijado en la convocatoria. La propuesta ganadora apuesta a la consolidación de un espacio público donde los movimientos de la ciudad y sus actividades se desarrollan, no ya definidos por los objetos materiales que posan sobre el suelo, sino por las situaciones que el espacio sugiere y sus posibles combinaciones.

La fuerte direccionalidad establecida por los planos de fachada edificados, dibujan el dominio de lo público definiendo un espacio tubo -más que un plano-, que es el campo de acción de este proyecto: las líneas divisorias de padrones a ambos lados de la peatonal, traspasan el plano definido por las fachadas edificadas, atraviesan el ancho de la calle, e impactan en el plano edificado opuesto. A partir de la acción de estos vectores apoyados en la división catastral como dato de la estructura urbana, se obtiene una sucesión de bandas a nivel de suelo que configura una alfombra pública, como interfase que habilita y promueve la libre apropiación del espacio urbano.


Estas bandas de amplitud y materialidad variable se expresan a través de la inclusión y síntesis de diez pavimentos diferentes que componen un ciclo cromático. A partir de la repetición de este ciclo a lo largo de las cuatro cuadras se articula espacialmente el sentido longitudinal ciudad-mar (manifiesto a través de los íconos Puerta/Catedral/Escollera) con su percepción transversal, favoreciendo la acción en este último.

relación alfombra/elementos que la estructuran, aparecen rugosidades y fricciones diversas a lo largo del trayecto que habilitan a su vez velocidades y aproximaciones distintas para el peatón/usuario favoreciendo la circulación, reunión, pausa, consumo, trabajo, ocio. Así, la alfombra puede aprehenderse simultáneamente como espacio unitario-neutro, como ambientes diversos, o como circuitos alternativos de usos.

La fijación de elementos estructurales, útiles a la alfombra confirma por un lado y desafía por otro la composición de bandas resultante. El sistema transversal de desagüe se acopla a la composición de bandas a través de las regueras; mientras que los elementos vegetales – palmeras Pindó-, así como los sistemas de iluminación -troquelado y puntos de luz- no responden al orden esperable, balizando, entrecortando las fugantes, redefiniendo o superponiendo atributos a las bandas ya establecidas. En esta

La diversidad de la materialidad propuesta se mantiene dentro de parámetros conocidos y ensayados en la ciudad, pero apoyada en una sintaxis que les otorga una expresividad alternativa. Ámbito e instrumento; definen un sistema complejo y abierto capaz de accionar dispositivos que actúan como nueva oferta de espacio urbano. El espacio a través de su uso continúa su construcción, nos informa, nos aproxima en la manera de conocer y actuar en el territorio. ARQUITECTURA I 268

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Concurso-licitación para el anteproyecto, proyecto y ejecución de obra de los espacios públicos de la Parque Lineal Arroyo Miguelete (Parque Andalucía) (Montevideo, Uruguay, 2006)

Autores del Proyecto: Arq. Virginia Davies Arq. Pablo Hakas Bach. Jaime Hakas Colaboradora: Fabiana Berhouet Asesores: Acondicionamiento lumínico: Carlos Galante Paisajismo: Ing. Agrónomo Daniel Bayce

Antecedentes | La Cuenca del Arroyo Miguelete forma parte de las áreas identificadas por el Plan Montevideo (Plan de Ordenamiento Territorial) por su valor estratégico y por su gran potencial para estructurar el territorio. Uno de los objetivos del Plan Especial Arroyo Miguelete es la creación de un parque lineal que promueva la recalificación urbana de los espacios públicos asociados al curso del agua, habilitando recorridos públicos parquizados y equipados en las márgenes del arroyo en toda su longitud con ramblas vehiculares, ciclovías y sendas peatonales. En este marco es que se han proyectado y ejecutado algunos tramos del Parque Lineal. El Parque Andalucía comprende el tramo

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comprendido por la Av. Batlle y Ordoñez y la Av. Millán, una extensa área en donde se ubicaba el asentamiento 25 de Agosto, el más antiguo de la ciudad, donde vivían alrededor de 300 familias. Se trata pues, de un enorme esfuerzo implementado por la Intendencia de Montevideo de recuperación del espacio público, que se materializa en dos hechos de suma importancia para el barrio: el realojo del asentamiento en el año 2005 y la inauguración del Parque Andalucía en el año 2008. Para la concreción de este parque, la Intendencia de Montevideo, con la cooperación de la Junta de Andalucía y el auspicio de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, dentro de la planificación derivada del Plan


Especial Arroyo Miguelete, convoca en el año 2006 a un Concurso de Anteproyecto del Parque Lineal Arroyo Miguelete y ejecución de su primera etapa de obra, con un monto total de $ 8:460.000 (alrededor de US$ 350.000). Síntesis de la Memoria del Concurso | Se propone una intervención que valorice las características del lugar, preservando los espacios verdes y su vegetación y la configuración topográfica existentes. Se pretende, con un mínimo de intervenciones, crear espacios flexibles con diversas posibilidades de uso, que permitan una interacción directa entre el parque y la ciudad. Las intervenciones que se proponen son fundamentalmente infraestructura, mobiliario y forestación, ya que los elementos principales se encuentran presentes en el lugar: arroyo, barranco, prado. El proyecto adopta la geometría del lugar, marcada por el arroyo, como forma de relacionarse con el paisaje. Se busca minimizar las áreas pavimentadas y el uso de distintos tipos de materiales, con el objetivo de realzar los elementos naturales del lugar.

Síntesis del acta del fallo del jurado | Se valora esta propuesta como la que contempla con mayor equilibrio, economía de recursos y calidad arquitectónica los requerimientos programáticos y del sitio, constituyéndose en un aporte al desarrollo total del parque lineal Arroyo Miguelete con una importante coherencia y continuidad urbana. La articulación entre las escalas metropolitana, zonal y barrial se resuelve mediante recursos que se consideran muy válidos y ajustados al lugar, entre los que se resalta la distribución de los árboles (bosque) y la utilización del atajo. La propuesta resuelve el espacio del parque a través de una adecuada interpretación de las condiciones del lugar, sacando partido de ellas para generar una sucesión de bandas paralelas al curso del arroyo, que la propuesta califica de forma diferenciada y que lo ayudan a diferenciar espacios de gran calidad y potencialidad de uso. En particular, la incorporación y el manejo del vegetal en el proyecto evidencian un cabal conocimiento del mismo y una solvente utilización de las diferentes especies en función de las características y potencialidades. ARQUITECTURA I 268

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Concurso-licitación para el anteproyecto, proyecto y ejecución de obra de los espacios públicos de la Rambla 25 de Agosto de 1825 (Montevideo, Uruguay, 2006)

Autores del Proyecto: Ulises Torrado Dieguez Marcelo Bednarik Soares Federico Mirabal Pietra Alejandra Bruzzone Colaboradores: Fiorella Bellora Gastón Carcavallo Ernesto Lungo Patricia Miranda Alfredo Pelaez Fiorella Romani Victoria Rucks. Asesores: Acondicionamiento lumínico: Téc. Il. Carlos Galante Parquización: Fabián Bautes

Arquitectura urbana | Se busca implantar un proyecto-proceso, incorporando el tiempo como parámetro programático, como respuesta a las condiciones del llamado de operar en mayor área en etapas/ sectores. No se trata de proponer espacios de la incertidumbre sino de introducirse en estos intersticios urbanos en estado de emergencia urbana, para, en un proceso de estenosis continua, transformarlos violenta y radicalmente: desierto en vergel, ruido en silencio, descampado en lugares, vacío en abrigos, sol en sombra, suelo inerte en patios, trazas en memoria. En concreto, una redescripción del lugar/lugares en clave topográfica, en diálogo sinérgico de transformación de la naturaleza ausente en parque: el Parque Portuario; una operación ecotopográfica de

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anclaje fenomenológico y contexto estructuralista de rescate de la memoria y del espacio urbano como sostén y referente físico, en términos didáctico arqueológicos, de ocio y relación, de encuentro. El parque como espacio cultural, como estructura productora de imágenes, sensaciones y entornos. La estrategia: Una arquitectura urbana de incisiones o filtraciones topográficas: los patios urbanos: Patio de Garibaldi; Patio del medio; Patio de Las Bóvedas, creando una nueva escena urbana que influya en la conducta del sujeto usuario, basado en la percepción en como la biología humana determina el modo en que percibimos y aprovechamos un espacio urbano. El concepto de parque jardín ligado a un recorrido y a actividades, refuerza el sentido del territorio como escenario capaz de albergar situa-


ciones diferentes; recuperando la escala de 5km/h, donde el suelo, el plano por el que caminamos cobra una nueva importancia e invite a utilizarlo. El rescate arqueológico no como monumento sino como un hito de paisaje urbano integrado de memoria, didáctica y uso, las bóvedas existentes transformadas en un centro de orientación y didáctica arqueológica, creando un centro de interpretación del casco histórico en clave educativo-turística. La lógica del territorio como soporte y del suelo como material de proyecto. Es suelo/sombra, jugando la formación aleatoria de las sombras sobre ese suelo, y el techo verde, como estructuración espacio-arquitectónica, continuum de sombra filtrada por las hojas, por los colores de la variación estacionaria, soporte de relaciones atmosféricas y que se solapa sobre el viario, articulado por la estructuración del suelo. El equipamiento urbano, bancos, decks, monumentos, área de juegos de niños, la futura afloración de las fundaciones de las bóvedas como resultado de exploraciones arqueológicas futuras, los muros de bor-

de: como marcadores territoriales, puntos singulares, las únicas distorsiones de la trama base. Una arquitectura de cambio violento de situación urbana que redefine el entorno, lo revela en su nueva escala y le cambia el sentido, a pesar que su tectónica es permanente, casi invariante; lo que sí es cambiante, es el espacio público, al que la arboleda del parque, por su número, condición y extensión, incorpora los diferenciales que valorizan el escenario urbano propuesto, marcando esa mancha urbana en sintonía con las variaciones estacionales. El andamiaje arbóreo que se propone se extiende a la totalidad de la propuesta, de lo contrario resultaría incompleta. Como potente identificador, de baja complejidad, como difuminador de la frontera norte de la Ciudad Vieja, a la que incorpora imágenes que se alimentan y enriquecen mutuamente, resultando en la creación de un nuevo centro de identidad.

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Concurso internacional de ideas urbanísticas para la Costa de Oro del departamento de Canelones (Canelones, Uruguay, 2007)

Autores del Proyecto: Arq. Patricia Abreu Arq. Sergio Acosta y Lara Ing. Agr. Jimena Pérez Rocha Arq. Salvador Schelotto Arq. Raúl Vallés. Colaboradores: Arq. Mariana Marchesano Bach. Lucía Anzalone Asesores: Ing. H/S Nicolás Failache Ing. Agr. Carlos Pérez Arrarte

La propuesta se estructura en torno a la idea de Parque Litoral, apoyada en los rasgos genéticos y geomorfológicos del área litoral involucrada, y de los procesos de ocupación de la misma inicialmente con fines turísticos a través de urbanizaciones balnearias. Con un enfoque sistémico, que recurre al concepto de paisaje cultural para estructurar el argumento vertebrador de la propuesta en el Parque del Litoral Turístico Canario, se efectuó un ejercicio prospectivo proyectando diferentes variables a los horizontes temporales 2015, 2025 y 2050 la transformación proyectada. La complejidad sistémica del territorio es abordada desde una lectura transescalar, apoyada una fuerte toma de partido por la protección y conservación ambiental, en la que intervienen los territorios metropolitanos y los territorios turísticos del este del país, así como la inci-

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dencia de las diferentes cuencas hidrográficas que vierten sus aguas en el Plata. El patrimonio natural y el patrimonio cultural son incorporados en una visión en la que conforman un subsistema que remite a las condiciones originales de ocupación en las primeras décadas del siglo XX y a su proyección en el siglo XXI. La postulación de una ruralidad multifuncional para los ámbitos no urbanizados propone valorizar los aspectos productivos integrándolos con la residencia de nuevo tipo, la recreación agroturística y la prestación de servicios ecosistémicos. Realizado el reconocimiento del territorio en cuestión, se propone un conjunto de estrategias para fortalecer las localidades aisladas en entornos rurales y dinamizar los mismos, generando atracción y centros de interés alejados del borde marítimo. De igual forma se


reformula el sistema de conectividad y se propone una accesibilidad a la misma perpendicular a la línea de costa, manteniendo la condición de enclaves de algunos ámbitos y reconstruyendo una estructura de peine colgada de las rutas nacionales nos. 8 y 9 reconvertidas en autopistas de vinculación con los territorios turísticos del este. De esta manera se reduce la presión sobre los ecosistemas costeros y se propende a una utilización más racional del territorio. La propuesta de ordenación estructural del territorio a través de franjas trasversales con diferentes intensidades de usos urbanos y rurales, de bandejas transversales paralelas a la línea costera, y de los consecuentes compartimentos, unidades territoriales caracterizadas que se visualizan al mismo tiempo de programación e intervención, se suma a la idea de proyecto-gestión. Esta última se organiza a través de los diez programas de gestión que unifican la comprensión y la actuación sobre el territorio. La generación de instrumentos de monitoreo y gestión asociados con los referidos programas es una de las consecuencias

de aplicar esa visión sistémica: la generación de la herramienta de los “ecualizadores territoriales”, aplicados a diferentes escalas de intervención, permite visualizar y graficar las gradaciones de intensidades de uso aplicadas a los ámbitos territoriales. Entre los programas referidos destacamos el de gestión del fuego como respuesta a una situación endémica que afecta al área ocupada en una alta proporción por bosques urbanos o plantaciones forestales industriales, el de gestión integrada de los recursos hídricos e infraestructuras del agua, apunta a una mejora ambiental general como a la mejora de las condiciones de prestación de servicios a áreas urbanizadas y a un control de las afectaciones a los ámbitos costeros. La cuestión social es abordada desde el encare integral de las áreas de pobreza y precariedad habitacional y urbana y las acciones de creación de empleo y desarrollo económico local. Finalmente, la gestión de los aspectos ecológicos y ambientales apunta a la preservación de áreas naturales con diferentes figuras de protección.

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Concurso de anteproyecto por invitación especial Centro Formación de la Cooperación Española en Montevideo (Montevideo, Uruguay, 2007)

Autor del Proyecto: Arq. Francesco Ranieri Comerci Bonavota Colaboradores: Asesor anteproyecto Arq. Bernardo Inzenga Asesor proyecto ejecutivo Estudio MV+ (barreto-navarro) Arquitecto residente Arq. Ricardo Pereyra Administracion general de contrato, mediciones y certificación Arq. Luis Rodríguez Tellado Estructura Ing. Carlos Scocería Eléctrica y acondicionamiento lumínico Ing. Ricardo Hofstadter Sanitaria Arq. Eduardo Brenes Acondicionamiento térmico y ventilación Ing. Jorge Cousillas Acondícionamiento acústico Arq. Gonzalo Fernández

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El objetivo del proyecto es poner en valor el edificio existente, elaborar herramientas que hagan compatible la nueva función demandada y valorar la preexistencia. Tomar lo construido como un material del nuevo proyecto. Con esta intención proponemos penetrar con el nuevo programa el edificio de la vieja casona, una operación de inyección de los nuevos usos, que utiliza tres recursos básicos, el vacío de la planta baja, el primer piso de la

construcción original sin alterar sus características, pero cambiando su uso y el conjunto de torres de servicio y patio que se encuentran en el fondo del edificio. De este modo, el grueso de la intervención espacio funcional se concentra en la planta baja y en las torres de servicio. Esto implica tensionar el espacio de la planta baja introduciendo una caja de cristal suspendida para alojar la sala/aula y por debajo de ésta la cafetería. Las torres son despojadas


de construcciones banales acumuladas en el tiempo y reconvertidas en verdaderas torres de servicios alojando en una de ellas el núcleo de circulaciones verticales y servicios accesorios a los nuevos requerimientos en la otra. Por otra parte se libera el patio de construcciones obsoletas para recuperar su vocación de proporcionar aire y luz al conjunto, función que se confirma por el muro cortina propuesto en su perímetro. Recuperación de la preexistencia | En el resto del edificio la intervención está dirigida a la recuperación, la restauración de los elementos constructivos y ornamentales que caracterizan al edificio. Sin embargo eso no significa la devolución de un carácter correspondiente al momento en que fue realizado el edificio. El paso del tiempo en los materiales y su apariencia son el resultado de los procesos que le han dado forma, reparar lo deteriorado será la tónica, pero sin deformar la nobleza que caracteriza los materiales y su apariencia.

liza, si bien el edificio presenta un estado aceptable de preservación, seguramente operar en él develará el tiempo transcurrido y las intervenciones que ha sufrido. Operar adecuadamente, reconociéndole, comprendiendo las lógicas implícitas en su naturaleza serán requisitos fundamentales para guiar las intervenciones. La intervención aspira a construir un nuevo edificio que es el resultado del encuentro de dos tiempos diferentes, dos programas que en su diferencia encuentran la estrategia de la operación, una nueva identidad que no menoscaba la anterior, sino que se construye a partir de la primera. Un nuevo tiempo que no degrada, transforma y encuentra nuevo sentido.

La restauración no es solamente técnica, debe ser sensible a la arquitectura que el edificio materia-

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PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA EN URUGUAY Cátedra de Historia de la Arquitectura Nacional Mary Méndez

Las entrevistas a Surraco, Scasso, De los Campos, Aubriot y Rius fueron publicadas en la revista como “Documentos para una historia de la arquitectura nacional”entre 1986 y 1992 2 La actividad tiene como responsables de los contenidos académicos a los profesores William Rey y Mary Méndez, a cargo de las fotografías, videos y edición están Silvia Montero y Ariel Blumstein del SMA. 1

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Hacia fines de los años ochenta los profesores Arana, Garabelli y Livni realizaron una serie de entrevistas a los arquitectos activos entre 1930 y 1950 que fueron publicadas en la revista Arquitectura.1 A partir de esa más o menos sistemática actividad generaron documentos primarios de consulta permanente para historiadores, estudiantes y críticos nacionales y extranjeros. Con el mismo espíritu, la Cátedra de Historia de la Arquitectura Nacional comenzó en el año 2009 con un plan de trabajo de larga duración que tiene por objeto registrar la actividad de los arquitectos que realizaron obras significativas entre 1950 y 1980. Con la convicción de ofrecer un importante aporte al conocimiento de la arquitectura en Uruguay, se han realizado las retrospectivas de la obra de Francisco Villegas Berro en 2009, de José Scheps y Nelly Grandal en 2010, de Miguel Cecilio y Mario Spallanzani en 2011, y para noviembre de este año se prepara la de los arquitectos Guillermo Gómez Platero y Rodolfo López Rey. El plan es ambicioso y tiene varias etapas que exigen la íntima coordinación de los docentes de la Cátedra y del Servicio de Medios

Audiovisuales de la Facultad de Arquitectura. 2 Sobre la base de entrevistas individuales se establece un recorrido que aborda los años de formación, las relaciones contextuales, las referencias consideradas y las principales ideas que comandaron las prácticas profesionales. El registro de la obra construida constituye un documento de particular interés, ya que los casos seleccionados no han sido objeto de estudios particulares —ni, muchas veces, de cualquier tipo de estudio—. A partir de estos materiales se va configurando un relato que organiza el producto final, un documental que se presenta como cierre del curso en un evento dirigido especialmente a los estudiantes y abierto al público, que cuenta con la presencia de los protagonistas. La serie de retrospectivas busca exponer los valores de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XX y destacar la incidencia que los profesionales tuvieron en la conformación de la cultura material de nuestras ciudades. Busca conocer, comprender y aprender de los arquitectos constructores, e interpretar las trayectorias como aportes individuales a una obra colectiva.


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