BSAU agosto - diciembre 2012

Page 66

“Si en las últimas décadas, Iberoamérica fue un mercado de consumo de publicaciones o un importador muchas veces de modas que nacieron en el norte, hoy se ve como un nuevo Eldorado donde sanear las cuentas ante un incierto futuro que se auspicia para la Península.” En España la debacle económica ha dejado totalmente yermo un territorio que los grandes popes y algunas escogidas arqui-estrellas locales tuvieron totalmente puesto a su disposición para permitirles celebrar una enorme bacanal arquitectónica. Los arquitectos de la diezmada Península Ibérica, entre llantos y lamentaciones (casi siempre carentes de auto-crítica) se han sumado también, seguramente más por desesperación que por convicción a la conquista de un territorio antes denostado y poco conocido, desde una actitud que exuda en muchos casos cierto oportunismo que se basa en un cierto derecho autoproclamado de propiedad casi colonial sobre éste. Si en las últimas décadas, Iberoamérica fue un mercado de consumo de publicaciones o un importador muchas veces de modas que nacieron en el norte, hoy se ve como un nuevo Eldorado donde sanear las cuentas ante un incierto futuro que se auspicia para la Península.

“Actos que ponen de manifiesto el profundo desconocimiento por parte de estos nuevos misioneros-colonizadores del funcionamiento de las acciones de arquitectura cooperativa que cuentan con una muy consolidada tradición de modelos de creación y gestión en Iberoamérica.” Determinadas intervenciones en la Bienal Iberoamericana celebrada en Cádiz el pasado mes de septiembre, como la de Carme Pinós replicando a la observación de la arquitecta colombiana Silvia Arango de que sus edificios en Guadalajara (México) formaban parte de una visión europea de Iberoamérica como mercado: “yo abrí una puerta a los arquitectos de Guadalajara. Antes de llegar yo, lo que ahí se hacía era terrible”, se evidenciaron como palpables reflejos de este posicionamiento arrogante, como adoctrinando y tratando de poco menos de ignorantes a los paisanos de Luís Barragán. Valga también destacar el atinado diagnóstico que la revista colombiana Escala hacía sobre el monográfico “Mosaico Colombia” editado por Arquitectura Viva (nº 138, 2011) señalando cómo resultaba apetitoso para una visión eurocentrista destacar que un determinado lenguaje arquitectónico global ha sido el decisivo agente activo de transformación y regeneración cívica en el país –un posible doble juego: destacar el mérito de la arquitectura colombiana actual aunque achacándose simultáneamente ese logro como una especie

Bicentenial Tower.

ciertos casos, bien ha merecido el apelativo de “arquitectura basura”) ni a las ambiciones de esos oligarcas a escala global. Tómese como ejemplo para comprender los matices aún más internos de esta problemática la propuesta hecha en 2007 por Rem Koolhaas para el edificio del Bicentenario en México (y, afortunadamente, no llevado a cabo) en asociación con el arquitecto local Fernando Romero (que, de manera relevante para este caso, es yerno del magnate Carlos Slim). La propuesta -visualmente espectacular pero gestada en base a clichés que denotaban el desconocimiento y simplismo con el que se había abordado su concepción- traslucía que el único interés por parte de Koolhaas era vender al más alto precio posible su proyecto; pero reflejaba también la pedantería del socio local, de todos esos socios locales que se aliaron a estos arquitectos con el único objeto de auparse ellos también a uno de los escalafones de la aristocracia o celebridad arquitectónica convirtiendo a los edificios resultantes en expresiones del más execrable capitalismo.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
BSAU agosto - diciembre 2012 by Sociedad de Arquitectos del Uruguay SAU - Issuu