ARQUITECTURA
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n.o puede callar su protesta por la tercera, que concede una prórroga de un mes más para la entrega d·e los planos, en un momento en que faltan solo ·q uince días para expirar el plazo formalmente establecido y en que la gran mayoría d·e los concurrentes que prestaron aten·ción n ormal al llamado y ·q ue confiaron .e n la indispensable rigidez d e sus términos, se halla ya comprometida con sus soluciones, detenido por con·s iguiente el estudio global de sus proye ctos ·e iniciádo el largo y delicado trabajo de su •p resentación. Esta Sociedad considera que no es causa suficiente para tomar ·esa resolución que afecta a tantos interes·e s, la invoca·c ión de un pedido más o menos aislado. pues cree que de la naturaleza del compromiso que constituye el llamado a concurso no pued·e considerarse como parte interesada. además del Estado en este caso.
sino al conjunto anónimo de todos los col\currentes, de manera que a su juicio se necesitaría la aquiesencia de la totalidad de estos o en ·e l más ,favorable de los casos de una numerosa presunta mayoría cuyo pedido diese fuerza a la razón de la prórroga, si no se quiere producir perjuicios ~Con modif.icaciones eventuales, que no por ser causados a profesionales cuyos nombres no se conocen, son menos respetables y dignos de tenerse en cuenta. Aprovecho la oportunidad para saludar al Sr. Ministro con mi mayor consideración.
Daniel Rocco, Pr.esidente Rodolfo Vigouroux, Secretario.
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r~cionalismo de Ua arquite~tura
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Siempre es atrevido y .delicado rozar las leyendas acreditadas. y .e ntre e stas hay una relativa al racionalismo que poseen. se gún parece, las obras de arquitectura de la Grecia antigu a cuy a perfe cción se reputa indiscutible. Desde hace mu cho tiempo se viene mistificando con esta afirmación que sin embargo necesita ser discutida. Así, trataré de expl icar que, si los griegos han sido insuperables en sus monumentos desd·e e'l punto de vista de la belleza, desde el de la razón y la lógica han quedado a un nivel muy inferior. Es curioso notar que uno de los pr incipales promotores de este pretendido racionalismo ha sido Viol1let-leDuc. T en·i endo necesidad de apuntalar s u teoría sobre los orígene s de la arquitectura en la Edad Media, ·ha llamado en s u socorr o a los griegos tratando de hacer creer que estos habían procedido, como constructores, según los mismos principios que los maestros de obra del siglo XIII; 'lo cua-l es falso, porque estos últimos han dado prueba de una lógica d·e la cual los arquitectos de la Hélade no tuvieron ninguna idea (D. Naturalmente, a continuación del gefe de fila, han venido a agrupar se los amigos, los discípulos y sobre todo, los escritores de art e y 1os snobs que no conociendo sino .d e lejos el arte arquitectónico, han repetido a más y me. jor que la arquite ctura griega era el ideal de la razón puesta en obra y un modelo acabado de •l ógica para todos los constructores. A pesar del pequeño e scándalo que mi oposición levantará probablemente quiero dar mi opinión en este • asunto Interes ante.
Tomemos como ejempllo el más hermoso modelo de · arquitectura griega: .el Partenón y examinemos su planta. Se constata de inmediato que un gran edificio rectang·ular abriga, bajo un techo uniforme, locales de importancia ·y afectaciones muy diferentes. Primeramente el pronaos (vestíbulo) ; después la naos (santuario) conteniendo los altares y la gran estatua de Palas Atenea; luego también el opistodomus (tesoro) y por último todos los pórticos que rodean el edificio. ¿Quién podría ima~inárselo desde fuera? ·porque nada aparece ni surge del conjunto; además, estando compuestas las cuatro •f achadas del monumento por · columnas semejantes espaciadas igualmente, no se puede identificar, a la distancia, la entrada principal, las dos fachadas ·de frente repitiéndose identicamente. ¿Es esta verdaderamente :]:a lógica ideal tan alabada 1 Por otra parte, la cornisa salient~ que corona el entablamento, útil ·sobre los muros ·L terales y en las pendientes de los frontones, se continúa horizontalmente en los dos tímpanos de los frentes, no sirviendo ahora para 'limitar una .c ubierta sino solamente para soportar grupos esculturales que hubieran debido poseer, logicamente. motivos de apoyo especiales y apropiados a ·s u destino. No es esto todo; el admirable capitel que corona las columnas de 'los pórticos y cuyo gálibo y ·pureza de perfil causan a los artistas un encanto .de los más justificados, no hubiera tenido verdaderamente su razón de ser sino en el caso de haber re~atado, con s·u abaco cuadrado. solamente las cuatro columnas de los ángulos, donde el arquitrabe se vuelve en ángulo recto. Para las columnas intermediarias ·la razón hubiera exigido 1·a amplificación del abaco solamente en anchura, a la manera jónica.
(1) El mismo escri tor, en u n Ent1·etiens, ha hnlscado una soluc ión .mas in geniosa que exa-cta cl e.l papel de l os trlg lifos d·e los tem ¡:»los gr.legos, que supone .haber sido concebidos como soportes l apiñari os y Tl() como un r ecu er do de las cabezas d e tirantes de los tem plos en :madera de las a n tiguas edades; esta ú lUma teorfa es aun loa mas v erosímil.
Además, estas columnas ·d e ángulo apenas .mas gruesas que la·s otras, hubieran sido reemplazadas mas lógicamente por pilares cuadrados (antes) visiblemente mas
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