BOCA DE SAPO Nº18

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de granito con la suavidad de la luz. Ese es todo el desgaste que la sagrada piedra padece en el curso de un siglo; y ese es todo el avance que nosotros, los pobres hijos de la tierra, realizamos en un siglo hacia el fin de nuestro confinamiento. Pero como sostiene la sutil leyenda, incluso ese desgaste, medido en una escala metafísica, no debe ser menospreciado; pues en efecto desprende de la columna un átomo de granito, y el radio de ese átomo, en relación con el grano avoirdupois, medida internacional de referencia, podría crecer, en virtud de su denominador, desde la oficina del Ministro de Hacienda en Londres hasta la Vía Láctea. Ahora bien, en este plan de pagos, la masa de granito representa el capital total que la especie de los hombres adeuda al Padre Tiempo y la corrupción del mundo; nosotros mismos y nuestros descendientes deberemos suprimir esta suma intolerable, anotada en nuestra cuenta, antes de que el granito sea suprimido por el orgulloso ángel volador, antes de que el tiempo se detenga y el imperio de la carne toque su fin. En Ceilón algunos escépticos apuestan a favor del granito y contra la muselina, porque suponen que el desgaste de la tela por parte del granito será muy superior al desgaste en sentido contrario. Pero la muselina, por ser un ángel quien la lleva, no necesita ser lavada, y el lavado es en Oriente la forma capital del desgaste, humano o angélico. Podemos dar por correcta la estimación local, expresada en términos que sorprenderían al Barón de Rotschild, acerca del avance que realizamos cada siglo en pos de la cancelación de nuestra deuda. Un billón de siglos salda un monto apenas visible a través de una lente poderosa. La desesperación domina al hombre al contemplar un único coupon, no más grande que una tarjeta personal, de este capital acumulado; pero contemplarlo debemos, porque debemos seguir haciendo nuestros desembolsos hasta que todo el granito quede reducido a las dimensiones de un grano de mostaza. Pero una vez que hayamos logrado eso, nuestra última generación de descendientes podrá presentar ante la puerta del Patrón Tiempo una constancia de cancelación, y la magra sombra estará obligada a entregar a cambio un recibo valedero por todas nuestras deudas y retrasos en los pagos. Quizás el lector y yo sepamos de ciertas deudas a ambos lados del Atlántico que no tienen más esperanza de ser canceladas que esta en Ceilón. Naturalmente, para acompañar ese tipo de deudas, que avanzan con tanta lentitud, hay fondos que se acumulan con lentitud no menor. La moneda de un peso que me propongo donar así lo ilustra. Mi moneda viajará en dirección inversa a la columna de granito. La columna y la moneda se mueven en sentidos contrarios; y hay un punto exacto en el tiempo (que corresponde al álgebra investigar) donde ambas deben cruzarse, tal como se ve graficado en la cruz de San Andrés o la letra X. A partir de este punto de intersección mi ascendente moneda tenderá en forma paulatina hacia las estrellas fijas, de modo que no sería desacertado designar al hombre de la luna como apoderado de esa parte de la acumulación que salga de la óptica de los banqueros sublunares; en tanto que la columna de Ceilón seguirá destejiendo continuamente su textura de granito y se encogerá en dirección de la tierra. Es probable que ambos procesos alcancen su fin al mismo tiempo. Ceilón olvidó decir qué debe hacerse con el grano de mostaza. Pero lo que debe hacerse con la moneda y sus intereses lo sabrán todos después de leer mi testamento. Allí primero consigno las sumas insignificantes que dejaré a los tres continentes y al hombre de la luna por cualquier molestia que les haya ocasionado la administración de las hiperbólicas acumulaciones y luego apunto que cuando la guerra haya desaparecido para siempre “y sin margen de error” (pues predigo muchas falsas alarmas de paz perpetua), se presentarán diversos inconvenientes para todas las secciones del Ejército, incluyendo a la Caballería. Indudablemente dejará de existir el salario parcial por retiro. Se terminarán las pensiones por “buen servicio” o rendirán lo mismo que los bonos españoles o griegos. Serán in-

BOCA DE SAPO |18. Era digital, año XV, diciembre 2014. [DEUDAS, DINERO, DENARIOS] Ledesma, p.12.


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