Magia, sangre, el nuevo chico del pueblo, un libro de hechizos... Tessa utiliza elementos frecuentes en las novelas juveniles, pero crea una historia totalmente novedosa, cautivante, original, compleja y sorprendentemente bien elaborada y entretejida. Algunas cosas resultan predecibles, pero no molestas en lo absoluto.Y todos los misterios se van resolviendo poco a poco, manteniendo al lector enganchado hasta el mismísimo final. Algunas incógnitas nos quedan picando, y es muy probable que encontremos sus respuestas en Blood Magic: El secreto de los cuervos, su precuela.