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VIAJE DE FIN DE ESTUDIOS 2º BACH
Viaje Fin de Estudios VENTE CONMIGO A PARIS
Nuestro viaje a la París comenzaba el 12 de diciembre a las 9 de la noche. Por entonces no nos esperábamos el viaje tan largo que terminaría 15 horas después. Aunque dormimos poco y la lluvia y el viento nos acompañaron, tuvimos muchas paradas en las que pudimos estirarnos un poco.
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Al llegar a nuestro destino tuvimos tiempo libre que utilizamos para pasear por las avenidas parisinas y comer.
A las 5 de la tarde quedamos todos en vernos en el Jardín de las Tullerías. Desde allí fuimos hasta el Louvre, el famoso museo internacional de arte.
Allí nos dividieron en dos grupos y las guías nos fueron llevando por sus distintas salas. Empezamos la visita con la explicación de la historia que alberga el museo. Seguimos con un recorrido cronológico desde el arte Griego y Romano con esculturas como la Venus de Milo y Hermafrodito. Pasando por la Antigua Babilonia hasta las salas con cuadros de pintores reconocidos como el gran Leonardo Da Vinci, sin olvidarnos de la Mona Lisa y terminando por autores franconeoclásicos con obras muy importantes como la Coronación de Napoleón y La Libertad Guiando al Pueblo.
Al terminar la visita fuimos paseando por la avenida de los Campos Elíseos, decorados con la iluminación de navidad, hasta llegar al Arco del Triunfo dónde se encontraba el restaurante en el que cenamos.
Muy cansados cogimos el autobús para ir por fin al hotel después de un día cansado por la ciudad de París, aunque increíble.

Cultura parisina como regalo
La mañana del 14 de diciembre nos levantamos temprano con ganas de disfrutar de la cultura parisina. El primer objetivo, llegar con tiempo a la visita al Museo de Orsay, que comenzaríamos a las 9:45. En él pudimos contemplar obras de arte impresionistas, postimpresionistas y modernistas de autores como Monet, Renoir, Degas o Cézanne, situadas históricamente desde 1848 hasta 1914. La visita se hizo muy entretenida y amena gracias a las explicaciones de los guías.
Después el autobús nos llevó hasta el famoso barrio de Montmatre donde conocimos La Basílica del Sagrado Corazón desde la que había unas impresionantes vistas panorámicas de toda la ciudad. Tras el recorrido con la guía local, tuvimos tiempo libre para comer y probar los típicos crepes franceses.
Más tarde, dimos un paseo nocturno, en barco, por el Sena contemplando la ciudad parisina con sus luces navideñas.
Por último, fuimos al restaurante Self Rivoli a las 8 para cenar y luego poder visitar el mercadillo navideño, con sus atracciones, puestos de comida y artesanía local.
Barrio Latino y tour por la ciudad
La jornada no comenzó de forma diferente al resto de días que llevábamos en territorio francés; a las 07.30 am nos despertamos, o mejor dicho, nos despertaron los profes. Sin embargo, bajamos a desayunar bastante animados, dispuestos a cargar baterías para el intenso día que nos esperaba, la jornada se antojaba prometedora y, no defraudó.
Comenzamos con una visita guiada por el Barrio Latino. Pudimos aprender distintas curiosidades de monumentos como: La Sorbona, el Senado Francés y la célebre Notre Dame de París.
Después de un tiempo libre pudimos disfrutar de una visita guiada por toda la ciudad parisina en autobús. Tuvimos

la oportunidad de ir al Trocadero y así disfrutar de una vista privilegiada del gigante de acero, la Torre Eiffel.
Tras unas 3 horas de tiempo libre para disfrutar de los Campos Elíseos y las magníficas y lujosas tiendas que estos albergan, el día fue llegando a su fin. Tras la cena, aprovechamos para regresar al Trocadero y tener una perspectiva inmejorable de la Torre Eiffel, esta vez iluminada.
Tras el tercer día en París visitando el Barrio Latino y un tour por la ciudad, la jornada se terminó echando unas partidas de futbolín antes de irnos a la cama.
Miguel Alconero
Parada en Disneyland PARIS
La mañana comenzó llena de ilusión pues el destino era un lugar mágico: Disneyland París.
A pesar de la desagradable previsión meteorológica que parecía ser un problema que nos iba a ocasionar no poder disfrutar al máximo, tuvimos la gran suerte de gozar de un espléndido día sin lluvia. El camino estuvo amenizado por nuestro compañero y cantautor Carlos Martín. Nos deleitó con los típicos éxitos de verbena tales como “Macauli Culquin” y las anécdotas de la noche anterior protagonizada por nuestro Jaime Revilla, el cual, víctima de la jugarreta de sus compañeros de habitación, se despertó de manera traicionera a las 3 de la mañana (con ducha incluida) pensando que era hora de desayunar.
Una vez en el parque, el gran grupo se dividió tomando distintos rumbos dependiendo de sus preferencias. Disfrutamos mucho de las distintas atracciones como “Los Piratas del Caribe” o “Ratatouille”. ¡Fue un día increíble! Podríamos contar mil anécdotas que tuvieron su culmen en el gran espectáculo final proyectado en el castillo que tanto nos emocionó a todos y con el que rememoramos nuestra infancia.
Tras la anárquica, caótica y trágica lucha por el alimento en un restaurante del parque de atracciones, con la Konch como líder de esta revolución, volvimos al hotel muy cansados y agradecidos por este maravilloso día. Yael Barcenilla y Lucía Tejido
El 17 de diciembre, despedimos París para dirigirnos a Chambord y Burdeos para rematar nuestro viaje.
Chambord
En primer lugar pasamos por el castillo de Chambord, en la región de Loira. Allí disfrutamos de unas bonitas vistas y del majestuoso y laberíntico castillo.
Cansados, después de cenar, llegamos al hotel para disfrutar de nuestra última noche en París. No estábamos dispuestos a ponérselo muy fácil a los profesores, ya que nosotros queríamos disfrutar hablando y riéndonos todos juntos, mientras que ellos únicamente deseaban que nos fuéramos a dormir.
Burdeos
Al día siguiente, tras el maravilloso despertar de nuestro profesor Fran llamando a nuestras puertas hasta que le abríamos, visitamos la ciudad de Burdeos.
Hicimos una vista general de la ciudad desde el autobús con un guía explicándonos los monumentos más importantes y cómo la ciudad había ido creciendo. A pesar de lo interesante de la visita, muchos caímos rendidos del sueño, pues los días, además de inolvidables, también fueron agotadores.
Después nos dejaron tiempo libre por Burdeos para disfrutar de nuestras últimas horas en Francia.
Tras la comida, volvimos al autobús y finalizaba así nuestra visita a Chambord y Burdeos. Tocaba volver a la realidad y regresar a Palencia. Como nuestra profesora Conchi nos dice, todo lo bueno siempre tiene un final. Recordaremos este viaje como uno de los mejores pues nos dejó recuerdos inolvidables, nos unió mucho más como grupo, si es que se podía. Además nos demostró más aún, el cariño y sacrificio de nuestros profesores. Siempre recordaremos la visita nocturna del Trocadero, las risas susurrosas por la noche, las caminatas kilométricas por París disfrutando de absolutamente todo, las horas de bus y mil recuerdos que quedarán siempre en nuestra intimidad de grupo y que tan felices nos hicieron. Ruth Mª Iglesias y Ana Vallejo

