fluida y continua. No en vano Frank Lloyd Wright consideraba que la arquitectura japonesa era la verdadera arquitectura orgánica (López del Río, 2015).
Figura 3. Esquema de ambas casas en relación a su respectivo “bosque”.
Esta trama estructural forma estanterías de madera que inundan la casa, delimitando los espacios internos de la misma: un comedor, sala de estar, cocina, estudio y una biblioteca en la zona central de la casa, mientras que en los costados: el dormitorio principal y una segunda habitación. El espacio del bosque La incorporación de la naturaleza a las artes está presente en Japón desde siglos anteriores, y sus prácticas, sin modificaciones notables, han llegado a influir en la cultura contemporánea. En la técnica del shakkei, o paisaje prestado –presente en la arquitectura y los jardines tradicionales
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japoneses– se observa cómo elementos externos al propio jardín pasan a formar parte de la composición del mismo (López del Río, 2015). Es así que la relación exterior-interior, como necesidad espacial de la arquitectura moderna, siempre ha estado presente en la cultura japonesa. Por ejemplo, en la villa Katsura –casa de campo de la Familia Imperial construida en el siglo XVII– encontramos un sistema compositivo que dialoga en zigzag con el exterior y que se traduce hacia el interior en un recorrido diagonal que dinamiza el rango de percepción, abriéndolo o cerrándolo conforme se atraviesan los espacios. Recorrido dinámico que anticipa la promenade architecturale de Le Corbusier y que nos habla de una planta
Ambas casas propuestas por el estudio de arquitectura Mount Fuji evidencian una relación premeditada con su exterior (Figura 3). En GeoMetria House, el sistema de pórticos entramado en la cubierta genera dos planos de cubierta elevados del piso, permitiendo una relación horizontal con su entorno, ya que sus fachadas se abren al paisaje circundante. Espacio horizontal, que a decir de Aparicio Guisado (2006), mantiene al hombre en virtual unión con el suelo a través de una axialidad horizontal. El espacio horizontal está vinculado con la visión y la levedad. El espacio vertical, sin embargo, nos lleva a la ascensión, a una axialidad vertical. El espacio vertical está vinculado con la luz y la gravedad. Verticalidad que se encuentra en el pilar central que progresivamente asciende hasta encontrar la luz en Tree House. En este caso la relación espacial se cierra lateralmente, negando la horizontalidad debido a la peculiaridad de su localización, ya que el sitio tiene un sentido privativo de opresión y sensación oscura, y el lote de construcción está completamente encerrado por las casas adyacentes (Anónimo, 2010). Los arquitectos toman en cuenta esa condición urbana de encierro y aislamiento del emplazamiento, encontrando en la verticalidad la relación con el exterior, de la misma forma que lleva a un árbol rodeado de otros árboles a encontrar en la luz cenital la razón de su verticalidad y crecimiento. En ese sentido, ambas casas se proyectan relacionadas directamente con su “bosque” circundante (Figura 3). En GeoMetria House aceptando su bosque natural y en Tree House negando su bosque edificado. Relación espacial acentuada por el diseño de los pórticos de madera (Figura 4). En GeoMetria