ANÁLISIS DE OBRAS
dades, posee algunos cientos de computadoras con acceso a internet, y ciertamente miles de celulares y tablets de sus frecuentadores conectan la biblioteca al conocimiento que está en la red, por lo tanto, a la dimensión del planeta. Transciende su uso como biblioteca para ser un centro cultural. Tiene 35 metros de ancho y una longitud de tres bloques de 82 metros cada uno. El terreno tiene alrededor de 38.000 m2, mismo número del área construida. Su estructura está hecha de acero y concreto.
Safdie), la Biblioteca Nacional de Francia (Dominique Perrault), entre muchas otras. La Biblioteca Vasconcelos difiere de todas ellas, en la forma, por ser un edificio largo. En la malla urbana, vista desde arriba, parece un tren que descarriló de la calle Saturno. Formada por tres bloques en secuencia, en las palabras de su autor la idea consiste “en la creación de un arca, portadora del conocimiento humano. Inmersa en un exuberante jardín botánico”. (Von Ziegler, 2006)
El arte no está ausente, hay varias esculturas de artistas mexicanos, destacándose la emblemática Mátrix Móvil, de Gabriel Orozco, ubicada en el centro de la planta principal.
Esta opción permite el uso eficiente de luz natural, que entra profusamente, y, al concentrar las áreas de lectura en los laterales de esa nave, logra resguardar el acervo de libros del deterioro de esa luz, ya que los libros ocupan el centro.
Podemos citar innumerables bibliotecas alrededor del mundo: la Biblioteca Nacional de Buenos Aires (Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga de Bullrich), la Biblioteca España, en Medellín (Giancarlo Mazzanti), la Biblioteca Pública de Seattle (Rem Koolhaas y Joshua Prince-Ramus), la Biblioteca Pública de Vancouver (Moshe
Este es uno de los puntos más emblemáticos e inspiradores de la biblioteca, que es donde se encuentra el acervo. Un ingenioso sistema de estantes suspendidos, en estructura metálica, permite guardar el acervo, y es flexible de forma que es posible ampliar el número de libros hasta dos millones de ejemplares.
En el lado externo, la austeridad de las fachadas poco revela de ese movimiento interior. En cierto sentido invierte la idea de la conocida biblioteca de la UNAM, cuyo exterior es exuberante. También vemos, en sus volúmenes trapezoidales, referencias aztecas, pero esto puede ser sólo la visión estereotipada de un extranjero... Este interior nos trae muchas imágenes de imágenes. La más inmediata y la más fuerte es la Biblioteca de Babel, de Borges. Porque la repetición de estos innumerables elementos produce una idea de infinito, reforzada por la forma longitudinal. Es difícil leer cantidades. A Borges le gustaban los números y el infinito. Tal vez le hubiera gustado esta biblioteca: tres son los bloques, tres es el número de directores ciegos que tuvo la Biblioteca Nacional de Buenos Aires (José Mármol, Paul Groussac y él mismo). Si buscamos “biblioteca de Babel” en internet tendremos como resultado innumerables dibujos de cómo algunos imaginaron esa biblioteca. Hasta el algoritmo del motor de búsqueda se confunde, una vez u otra surgen en el medio imágenes de la propia
Figura 03. La biblioteca José Vasconcelos permite varios recorridos. En el subsuelo los vehículos, cuyo acceso se sitúa en la avenida principal. En el interior una circulación en el piso bajo permite recorrer toda la longitud del edificio. Hay también ascensores que llevan a los pisos superiores. Al fondo se sitúa el auditorio. En el corte también es posible ver la forma trapezoidal de la obra, con las circulaciones perimetrales apoyadas en una estructura de hormigón armado. En la parte superior una estructura de acero soporta el sistema de estantes suspendidos, además de propiciar iluminación.
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