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Elida Ofelia Kraemer

30° Aniversario

Profesora

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ELIDA OFELIA KRAEMER

¡Recuerdos y vivencias de un tiempo que continúa transcurriendo!

Se cumplen 30 años de la carrera de Bibliotecología en el Instituto Superior de Formación Docente No. 35 y no podemos dejar de reflexionar sobre el tiempo transcurrido, sobre nuestro paso por la Institución, sobre nuestros objetivos y los logros obtenidos.

Mi ingreso fue a partir del primer acto público que se realizó para designar a los Profesores considerando sus antecedentes, a comienzos de 1993. Conocía el Instituto porque había cursado allí alguna carrera de Formación

Docente y también conocía a algunos de los bibliotecarios que comenzaron a trabajar allí en 1991. Ellos me invitaron a realizar la Capacitación Docente para el nivel terciario. Con Elsa Lagomarsino, docente de la carrera, viajábamos a Lobos para cursar esa capacitación y María Isabel

Wildt me dio la posibilidad de realizar las prácticas en su curso. Cabe destacar la gestión realizada por el Primer Centro de Estudiantes de la carrera, presidido por Luciana Bressan, que gestionó y logró la articulación del título de Bibliotecario Profesional de nivel terciario con las Licenciaturas en Bibliotecología que se dictan en las Universidades de Mar del Plata y Buenos Aires, dando a profesores y alumnos de nuestro Instituto la posibilidad de poder hacer las especializaciones disponibles en esas casas de altos estudios.

Quisiera decir que cada vez que hablamos de Bibliotecología surgen numerosas incumbencias de la carrera. Pero me

gusta definir como Arlene Taylor que el bibliotecario es quién organiza la información. La información tiene que estar organizada, registrada, representada para su posterior recuperación. Desde mis comienzos en la carrera, comencé a trabajar en el área de los Procesos Técnicos, en aquellos años con la Prof. Mónica Martínez. La carrera era de ciclo cerrado por lo que todos los años esperábamos la reapertura de la misma. Desde el cuerpo docente había un importante compromiso en crecer profesionalmente. En los dos primeros años había trabajado allí el Prof. José Carreras, un reconocido docente de Análisis Documental, quién elaboró una excelente síntesis de la edición 18 de la Clasificación Decimal de Dewey, muy utilizada en esa época por profesores, bibliotecarios y alumnos de Bibliotecología.

A partir de entonces y con los avances de la Tecnología la forma de registrar y representar la información fue cambiando. Cambio de normativa, de formatos y de softwares. Del trabajo con fichas se fue pasando a distintos formatos, acompañando los avatares de los procesos técnicos en las bibliotecas argentinas. Desde los docentes, sentíamos la necesidad de seguir capacitándonos, por lo que tomamos numerosos cursos y licenciaturas sobre la especialidad. Hubo profesores que hicieron especializaciones o maestrías en diferentes Universidades públicas y privadas. Implicó el compromiso de participar como asistentes o como ponentes en numerosos Congresos a nivel nacional e internacional. Ejemplo de ello Congreso Internacional de Bibliotecas Escolares en Santiago de Chile, Encuentro Nacional de Catalogación y Metadatos en UNAM, Encuentros Nacionales e Internacionales de Catalogadores, en la Biblioteca Nacional Argentina; en la Biblioteca Nacional de Maestros, en ABGRA, a través de BIBGRA en la Universidad de Lanús, etc,

Algunos profesores han dictado cursos en instituciones educativas de diferentes sitios de conurbano y de la Provincia de Buenos Aires y cursos presenciales o virtuales a Bibliotecarios de diferentes provincias del país.

Cabe destacar también la labor que han desempeñado muchos de nuestros egresados ocupando espacios en la mayor parte de las Bibliotecas Escolares de la zona suroeste del Conurbano y en la ciudad de Buenos Aires. Los egresados como Bibliotecarios Profesionales han cubierto espacios en las Bibliotecas Universitarias, en el Poder Judicial, en la Biblioteca Nacional, en la Biblioteca del Congreso de la Nación, en Bibliotecas de las Fuerzas Armadas, en bibliotecas públicas o privadas, algunos de ellos en el sector de Procesos técnicos, otros en referencia, en hemerotecas, etc. Muchos de ellos han realizado carreras universitarias, algunos se dedicaron al área tecnológica en las bibliotecas y otros a la investigación.

Vienen a mi memoria numerosos recuerdos de colegas y alumnos y no me cabe más que agradecer: • a las Autoridades de la Institución de estos 30 años, por habernos permitido hacer crecer y desarrollar nuestra profesión con libertad;

• a los Colegas, por habernos acompañado en los éxitos y en las dificultades;

• a Bibliotecarios, Preceptores y Asistentes por habernos ayudado siempre ante nuestras demandas y

• a los Alumnos porque nos dan la posibilidad de creer que seguimos necesitando personas que organicen, gestionen y difundan información.

En lo personal me han permitido desarrollar esta profesión que tanto valoro y que me ha dado muchas satisfacciones: la docencia, en una disciplina que siempre me gustó mucho: el procesamiento técnico de la información en sus distintos soportes, obligándome a actualizaciones constantes y a tender redes que me facilitan conectar a los alumnos con los desarrollos actuales del campo profesional.