2 minute read

Lucia Silvana Decarli

30° Aniversario

Graduada y profesora

Advertisement

LUCIA SILVANA DECARLI

“Yo soy 35”.

Hay recuerdos y momentos de la vida de estudiante terciaria que son realmente difíciles de olvidar.

Épocas pasadas, amigos y compañeros, docentes, que nos marcan de por vida, no solo por nuestras vivencias sino por lo aprendido en el transcurso de las mismas.

No puedo evitar que la nostalgia me invada al notar que son muchos los años desde que decidí anotarme en la carrera de Bibliotecología, y los recuerdos siempre están allí, que recuerdos…

Como no recordar, a mis compañeros, algunos de ellos devenidos en amigos con los que siempre estaríamos juntos desde el primer día en el que empezaba mi etapa hasta el último momento en que egresamos.

Como no recordar que había dos carreras y yo había elegido la Tecnicatura: una o dos veces por semana y un sábado completo, eterno, largo, agotador. De no haber sido por los compañeros hubiera sido imposible. De no haber sido por la energía de los docentes de “los sábados” hubiera sido más difícil aún.

Como no recordar, las escapadas al buffet a buscar suministros para el estómago en los días fríos o para escapar de alguna materia a la cual no se le había hecho la tarea o no se había leído el material extensísimo.

Como no recordar, a todos los profesores, sería injusto nombrarlos por temor a olvidarme de alguno. Todos, a su manera, me formaron, me forjaron para ser lo que hoy soy. Siempre se aprende, de todos y todo. Cada uno aporta su granito de arena y deja huellas. Y que huellas dejan los docentes del 35, imborrables.

No sé, ustedes, pero yo siempre guardo los mejores recuerdos de mi querido 35. ¡¡¡¡Me llena de orgullo ser egresada del 35!!!!

No puedo negar que allí fue donde reafirme mi amor por los libros y por la docencia y donde me enseñaron gran parte de los conocimientos que con el paso del tiempo he ido ampliando hasta convertirme en lo que al día de hoy soy.

Si bien han pasado muchos años desde ese entonces aún tengo presente cada momento vivido, cada instante, esos tiempos felices muchos de ellos, vienen a mi mente y aunque son parte del pasado siempre estarán presentes.

En el año 2017 me sumo como personal docente. Comienzo a dictar Historia de las bibliotecas y los soportes de la información. ¡¡¡¡¡Que nombre!!!!! Qué materia¡!!!! Estoy del otro lado ahora, ahora enseño, ahora miro las paredes, las aulas, desde otra perspectiva. Ahora en sala de profesores me vienen a buscar a mí y ahora tengo otra responsabilidad. Y me hace sumamente feliz esto. Fui alumna, soy docente. ¿qué más puedo pedir?

En estas épocas difíciles que nos toca vivir, los recuerdos felices nos hacen una caricia al alma. Todo pasa, las cosas mejoraran y volveremos a vernos a las caras y volveremos a nuestras amadas aulas

Simplemente en estas líneas tuve la imperiosa necesidad de plasmar por escrito aquello que el corazón necesitaba soltar y compartir de algún modo…

Felicidades instituto 35, mi 35, nuestro 35.