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Nutrición
DRA. DIANA NASSAR HERNÁNDEZ NUTRICIONISTA CÓD.: 1870-14
El hambre se satisface con algún alimento, en algunas ocasiones creemos sentir “hambre” cuando no lo es realmente. Bueno, empecemos por conocer que es el hambre emocional, ésta es cuando se come por alguna emoción, o sea, por razones diferentes a tener hambre, por otra causa, por ejemplo: es posible que coma porque está aburrido, triste, cansado, con pereza, enojado y se utiliza la comida como recompensa ya que, en ese momento, la comida lo tranquiliza o calma de ese sentimiento o emoción.
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Un evento importante en su vida cómo la pérdida de un familiar, un despido en un trabajo, una ruptura amorosa, etc, pueden causar emociones que le hagan comer y llenar ese vacío.

En muchas ocasiones esas enormes ganas de comer es una pequeña deshidratación, quizá se ha pasado todo ese día (o días atrás) muy ocupado en el trabajo u otros quehaceres y se ha descuidado la ingesta de agua, entonces beber agua debe ser nuestra primera opción.
La revista de American College of Cardiology habla de cómo la escala de los niveles del hambre, puede ayudar para saber si se tiene hambre física (real, fisiológica) o el deseo de comer es debido a emociones. En la revista se explica que cuando aparece ese deseo de comer, deberíamos clasificar esa hambre en una escala del 1 al 10; siendo 1 muy hambriento y 10 muy lleno.

Coma cuando su hambre esté en el 3 o el 4, algo saludable y en pequeña cantidad. Si tiene ganas de comer, pero su nivel de hambre es de 6 o más en la escala, deténgase y examine sus emociones. Pregúntese si realmente tiene hambre o si está comiendo por otra razón, como el sentirse aburrido, molesto, triste, o con alguna otra emoción.
Cuando se inicia a reconocer algunas de las causas que poco a poco son desencadenadas por las emociones, podrías optar por otros medios en lugar de ir de una vez a buscar la comida, por ejemplo: relajarnos en un lapso de unos 10 minutos, salir de la casa, respirar profundo, llamar a algún amigo (a), salir a caminar con el perro o mascota, leer un libro. Ya que es una emoción y lo estamos identificando, otra opción es pensar en eso que nos provoca ese sentimiento, y en cómo podemos resolverlo-enfrentarlo.



Es de suma importancia que encontremos ese detonante del “hambre emocional”, pues hasta que lo encontremos bien, podemos enfrentarlo y ver posibles soluciones, de lo contrario, si seguimos comiendo y no prestamos atención al motivo, lo que vamos a ganar es un exceso de peso, pues generalmente se van comer cosas poco saludables, que no nos va a nutrir.
En caso de ser necesario siempre es conveniente trabajar el hambre emocional de manera integral, puede buscar ayuda con un nutricionista, quien le hará un plan de alimentos que se adecúe a sus necesidades y horarios, lo que no le permitirá mucho tiempo para pensar más en comida, y también es bueno buscar ayuda psicológica, así se logra encontrar porque ese sentimiento aparece tan seguido, y que es lo que debemos mejorar.
Algunas señales de que es hambre emocional, es que surge de manera repentina, de un pronto a otro se apetece comer cierto alimento, especialmente azucarados o tipo chips, y al final sientes culpa o algún remordimiento por haberlo comido. Recomendaciones de alimentos para bajar un poco la ansiedad cuando se tiene hambre emocional:


•Un cuadrito de chocolate amargo, sin azúcar, de más de un 70% cacao puro.
•Un chocolate caliente, con leche 0% grasa y chocolate sin azúcar.
•Un puñito pequeño de semillas (almendras, maní, etc…).
•Un poco de gelatina light.
•Algún trozo de fruta, o fruta deshidratada sin azúcar añadida.
•Vegetales con limón y sal, tales como: rábanos, pepino, zanahoria, zuchini, chayote.
•Un batido de avena integral en agua (2 cucharadas de avena integral) más canela en polvo.
•Algún té caliente, como verde, manzanilla, canela.
