2 minute read

Intercambio Marsella—Moravia

Por Carlos Daniel Calderón Salazar, 10-B

Al principio todos estábamos entre una combinación de muchos sentimientos como nervios, emoción, felicidad y hasta un poco intriga por cómo iban a ser ellos, como iban a ser las relaciones, como nos íbamos a comunicar, si eran sociales, si nos iban a odiar o que era lo que iba a pasar; entonces durante el transcurso del día nos íbamos motivando mutuamente y nos dábamos apoyo moral de que todo iba a salir bien, poco a poco nos fuimos sintiendo mejor y mejor y los nervios se fueron. Al llegar al colegio todos sentimos como los nervios iban volviendo y como cada vez faltaba menos sentíamos ese hormigueo en el estómago y volvían todas las dudas de que iba a pasar cuando nos lo encontráramos de frente.

Advertisement

Cuando ya llegó el momento y el bus iba entrando los veíamos por las ventanas sentíamos más nervios pero cuando poco a poco se iban bajando y los teníamos de frente se fueron los nervios y nos dimos cuenta de que caen súper bien y que cuando poco a poco los íbamos conociendo eran muy similares a nosotros y eso nos encantó. En mi opinión han sido las mejores semanas que he tenido ya que la hemos pasado súper bien juntos y siempre que hacemos alguna actividad la pasamos demasiado bien y nos divertimos demasiado.

Sinceramente yo no quiero que ellos se vayan aunque los vamos a volver a ver porque en serio ellos se han convertido en grandes amigos para mí porque se nota que ellos lo aprecian a uno y de verdad uno siente que ellos la pasan bien con uno, además hablando con ellos; ellos nos dicen que la han pasado muy bien y eso la verdad a uno lo pone muy feliz porque esa es una de las principales razones por la que todo se hace, ya que uno tiene que darle a ellos una experiencia excelente.

Para concluir no quiero que ellos se vayan y es una experiencia que vale mucho la pena ya que uno conoce gente nueva y pasa momentos increíbles y solo queda esperar que es lo que va a pasar en Francia.

This article is from: