DOMINGOS CON HISTORIA EN BUSCA DE UNA IDEA DE ESPAÑA
LORCA Y EL PRESAGIO DE LA MUERTE Fernando García de Cortázar ABC, domingo 31 de mayo de 2015
La poesía y el teatro de Federico García Lorca fueron acercando su sensibilidad a la presencia de la muerte. Algunos versos inquietantes del “Romancero gitano” y del “Poema del cante jondo” desembocaron, en los años de la República, en la tensión dramática de “Yerma” y “Bodas de sangre”. La tierra hecha símbolo consciente por los cuerpos y el deseo, la tierra herida por el galope del caballo fugitivo, la tierra empapada en la sangre del sacrificio, la tierra agobiada por la cólera de una mujer baldía, la tierra batida por las alas de la muerte al cubrir a los amantes. Lorca era un escritor cuyo genio se aposentaba y alcanzaba niveles insospechados en la expresión lírica española, pero en el que el júbilo de los años jóvenes iba tomando el matiz amargo, el sabor áspero de la pasión insatisfecha, de la soledad inevitable, del “amor oscuro” al que dedicó una docena de sonetos de una soberbia y difícil sencillez. Resulta curioso observar que, para dos grandes poetas de aquella generación inmensa anterior a la guerra civil, García Lorca y Miguel Hernández, uno de los momentos de mayor tensión y calidad lírica de su obra se alcanzara en vísperas de la gran tragedia de España y los españoles. Tan estrechamente unidos a la historia de esta nación, tan vitalmente