Una de las preocupaciones de la comunidad educativa y especialmente del docente consiste en analizar un sistema de valores; tanto las causas que favorecen u obstaculizan y que están presentes en cada una de las actitudes de los participantes. La claridad en la comprensión, interpretación de cada uno de los conceptos o valores comprometidos en el concepto de la transversalidad van a influir en una proporción directa sobre la mentalidad e interés de los educandos; Lucini (1994) considera que cada tema transversal debe tratarse didáctica y metodológicamente a tres niveles: a.- Nivel teórico, que permita conocer al alumnado la realidad y problemática contenida en cada tema transversal. b.- Nivel personal, donde analicen críticamente las actitudes personales que deben interiorizarse para hacer frente a la problemática descubierta en cada tema transversal. c.- Nivel social, en el consideren igualmente los valores y compromiso colectivos que deberán adoptarse. Es de vital importancia que en el desarrollo de la transversalidad se considere la actitud que el profesor mantiene diariamente dentro de su clase con los alumnos. El curriculum oculto puede tener más influencia en los niños que el curriculum normal, de manera que, si decimos una cosa, pero hacemos otra se traduce en una confusión que perderá la credibilidad del docente. No perder de vista “los modelos de identificación” es especialmente importante en la infancia y pre-adolescencia. Contreras (1998) insiste en que el educador contribuye a formar el carácter de los alumnos, les transmite su forma de ser y sus valores. Los temas transversales de acuerdo con (Lucini, 1994:52) pueden ser desarrollados en la programación de aula desde una triple perspectiva.
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