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Uno de los organizadores de esta jornada de intercambio y futbol fue Philipe, un joven de Kibera, de Soweto, que es un activo miembro de nuestro Movimiento de Estudiantes Católicos. Philipe tiene mucho mérito. Está sacando sus estudios superiores, siendo de Kibera y viviendo allí con la familia (porque no hay ni luz eléctrica para estudiar cuando se pone el sol). En esta foto le veis en la "avenida" principal de Soweto. Su casa, si se puede llamar así, no está lejos, pero hay que abandonar esa calle, más o menos ancha, y sumergirse entre callejones estrechísimos de chabolas que constituyen un verdadero laberinto. En ese hormiguero de Kibera de más de 1 millón de almas, la gente vive, tiene ilusiones y proyectos, esperan una vida mejor. Philipe lo está consiguiendo. En un Kenya con unos porcentajes de desempleo altísimos (sobre todo paro juvenil), Philipe intentará conseguir un buen empleo cuando se licencie. Su padre también lo espera. Él trabaja en una fábrica de jabones. Su salario 7.000 shillings al mes, unos 100 dólares. Tiene 5 hijos (una hija se le murió a finales del año pasado) y varios nietos. Kibera cuenta con 13 barrios. El 20 de enero pasado, cuando empezaba el Foro Social Mundial, Pax Romana organizó partidos de futbol -chicos y chicas- entre jóvenes de nuestro Movimiento de Estudiantes Católicos y jóvenes de Soweto, uno de los barrios del Slum de Kibera. Fue la 1ª vez que la mayoría de los estudiantes que viven en Nairobi o en otros lugares de Kenya se acercaban a esta barriada y hacían algo juntos con jóvenes de Kibera. Fotos por cortesía de Le Vif/LÉxpress